martes, 30 de abril de 2013

Una argentina con corona real

Máxima se convirtió en
reina de Holanda junto
a Guillermo Alejandro

Este 30 de abril, durante la ceremonia de sucesión del trono en el Reino de los Países Bajos, el Príncipe deOranje, Guillermo Alejandro, se convirtió en monarca de los holandeses junto con su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, luego de de que la reinaBeatriz, abdicara el trono a favor de su hijo y nuera, en el palacio real de Ámsterdam.

Máxima, gaucha reina de los holandeses
 Holanda se vistió de naranja para festejar este momento histórico. A las 10 de la mañana en el Palacio Real, situado en la plaza principal de Ámsterdam, tuvo lugar la abdicación de la reina Beatriz, cuyo reinado duró 33 años.

Después de 33 años de reinado, la reina Beatriz de Holanda abdicó el martes entregando el trono a su hijo mayor, el príncipe Guillermo Alejandro, que se convirtió en el primer rey holandés en más de 120 años y su mujer, la argentina Máxima, en la primera latinoamericana en ocupar el cargo de reina consorte en Europa.

La reina Beatriz abdica a favor de Guillermo
Guillermo Alejandro asumió el trono en la vecina iglesia de Nieuwe Kerk. Por la tarde, los soberanos recorrieron en bote algunos de los canales de Ámsterdam, saludaran a los asistentes que se calcularon en más de un millón de personas.

El nuevo rey de Holanda y su mujer argentina Máxima Zorreguieta, flamante reina consorte, llegaron junto a sus tres hijas a uno de los muelles del río Ij para realizar ese paseo fluvial, que puso el fin a sus actividades oficiales en el día en que la reina Betariz abdicó en su primogénito tras 33 años en el trono.

Los nuevos reyes, Guillermo y Máxima
A bordo de una barcaza con cubierta adornada con rosas y tulipanes, los reyes y las princesas recorrieron el río, mientras artistas locales interpretaban en sus orillas distintas representaciones artísticas, desde danza clásica al "Bolero" de Ravel.

“Mientras escuchaba los compases de esa música, se pudo ver a Máxima siguiendo el ritmo y exhibiendo la amplia sonrisa que desde hace más de una década ha conquistado a los holandeses”, informó la agencia de noticias EFE.

En bote lleno de rosas y tulipanes
Máxima reapareció con un vestido de noche de fondo blanco y en tonos burdeos, adornado con pedrería en un escote, y con una pequeña cola, que fue su tercer cambio de vestimenta y peinado del día.

Se tuvo que cubrir los hombros con un chal del mismo tono, ante las bajas temperaturas de este día, y añadirse otro beige en lana poco después.

La princesa Catalina-Amalia, la heredera al trono de 9 años, y sus hermanas Alexia y Ariane, añadieron una capa beige a sus vestidos azules, obra también de Vermeulen.

Un millón de persons los aclaman
 Las ceremonias de la tarde, con las que se puso el broche al día en que se produjo el relevo generacional en la dinastía de los Orange, tuvo un tono marcadamente popular y de cercanía al pueblo, después de las celebraciones que la pareja real tuvo con altos dignatarios holandeses e internacionales.

Muchos holandeses siguieron el paseo fluvial de su familia real desde las orillas del río, así como desde algunos barcos antiguos.

Ahora también tienen una reina
En las calles de Amsterdam miles de holandeses continuaron de todas las edades y rincones del país, siguieron festejando a Guillermo-Alejandro, de 46 años, y a Máxima, de 41, la pareja real más joven entre las monarquías europeas.

Los festejos se iban a prolongar hasta la noche y concluir con el llamado "baile del rey", un evento popular al que se espera que acudan entre 50.000 y 70.000 personas y que cierra dos días dedicados a los Orange y que han costado al contribuyente holandés unos 11,5 millones de euros. (Con información de BBC Mundo, Telam, Radio Nederland y prensa mundial). 

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