El Papa
lanza invocación
en
Bangui, la ciudad que
vive
una guerra en África
En su
último día en África, en Bangui, capital de la República Centroafricana, donde
se escuchaban disparos en ciertos sectores de la ciudad, el Papa Francisco,
reclamó el fin de la “violencia en nombre de Dios”, ante fieles musulmanes que
lo escuchaban en la mezquita de Koundoukou.
Francisco invoca a la paz en un país en guerra |
"Los
cristianos y los musulmanes son hermanos”, dijo, “debemos considerarnos como
tales y actuar como tales”.
Un
informe del diario italiano La Repubblica destacó que al concluir su visita en
la peligrosa ciudad de Bangu, el Papa “recordó los recientes acontecimientos
trágicos” que vive la población y clamó: "Juntos decimos 'no' al odio, la
venganza, la violencia, especialmente la que se perpetra en nombre de una
religión o de Dios".
Prosiguió
“porque Dios es paz, salam. En estos tiempos dramáticos, los líderes religiosos
cristianos y musulmanes han querido ponerse en pie frente a los desafíos del
momento. Ellos han jugado un papel importante en el restablecimiento de la
armonía y la fraternidad entre todos. Me gustaría asegurarles mi gratitud y mi
respeto”.
En la mezquita musulmana |
El
periodista del diario El Mundo de España, José Carlos Rodríguez Soto, escribió
desde la capital centroafricana, que “resultaba extraño en una ciudad con esos
niveles de violencia, ver esa alegría y ese gentío exultante por todo el
recorrido del Pontífice”.
Luego
de describir que la gente llenaba con sus vestidos multicolores las calles sin
asfaltar de Bangui, Rodríguez concluye: “La explicación es sencilla: creen que
la presencia de Francisco conseguirá sentar de una vez a los bandos enfrentados
y terminar con un conflicto que, desde el golpe de estado de 2012, ha virado de
guerra política a religiosa”.
Refiere
que “durante la jornada se registraron varios tiroteos en zonas calientes de la
ciudad, como el área de la parroquia de Fátima, en el distrito tres, un lugar
casi vacío y con todas las casas y coches quemados ya desde el año 2013”.
Lo reciben con explosión de júbilo |
“Un
grupo de guerrilleros Seleka (milicia mayoritariamente musulmana) mató a tres
personas. Cuando el padre Aguirre, obispo de Bangassou, se lo dijo al Papa, este
miró al Nuncio: ¿Puedo ir? No”, refiere Rodríguez.
Anota
seguidamente que “varios vehículos de cascos azules de la Misión de
Pacificación de Naciones Unidas en República Centroafricana (Minusca), así como
dos camiones con soldados franceses, escoltaron al Papa en su recorrido por una
ciudad fuera de control”.
“La
explosión de júbilo que estallaba al paso del Santo Padre coincidía con los
abucheos que recibían las tropas galas. En la actual República Centroafricana,
sus habitantes reprochan también a sus servicios secretos el haber
desaconsejado la visita del Papa a este país, que no está sobrado de atención mediática”,
añade El Mundo.
“Si
para ellos el Papa es ‘el peregrino de la paz’ que puede acabar con el
conflicto, cualquiera que le haya recomendado que no viniera se ha convertido
en 'non grato' para el pueblo centroafricano”, reflexiona Rodríguez.
“Su
Papamóvil no fue el de otras ocasiones, sino un Landcruiser 'pick up' sin
ningún tipo de cristal de seguridad. Para comer y dormir, el Pontífice siguió
la tradición de alojarse en la Nunciatura del país al que viaja, aunque la de
Bangui sea mucho más austera que las que visita habitualmente”, reveló
Rodríguez.
Sin "papamóvil" sino en camioneta adaptada |
Rodríguez
dice luego que “Bergoglio fue recibido por líderes cristianos y musulmanes y
por la presidenta de transición, Cathérine Samba-Panza, de madre musulmana y
padre cristiano, quien dijo que la presencia del Papa "aleja a los
demonios de la división, el odio y la autodestrucción".
El periodista
destaca que la presidenta “pidió perdón al Pontífice ‘por la violencia’, en
nombre de la clase dirigente y de los responsables de lo que llamó ‘descenso a
los infiernos’, en alusión a las terribles matanzas que ha vivido el país, el
tercero más pobre del mundo según el índice de la ONU”.
"Gracias
por consolar a un pueblo moribundo", dijo la presidenta, quien elogió la
"lección de coraje" ofrecida por Francisco.
El
periodista español reseña las actividades del Papa y finaliza indicando que la
visita a la mezquita, donde conversó con el imán, motiva la esperanza de la
gente para las “cerrar heridas” que provoca esta guerra interna y se pregunta: “pero,
¿qué sucederá cuando el Papa se marche?”.