Galarreta
la promulgó poco
después
de que el Papa
defendiera
a la Amazonía
El
diario La República en su opinión editorial calificó la acción del presidente
del Congreso, Luis Galarreta como “Una bofetada al papa”.
La selva no estará libre de los depredadores |
Dijo
que Galarreta, “captado contrito y aplicado en algunas de las actividades de la
reciente visita del papa Francisco, no tuvo empacho de promulgar, solo unas
horas después de que este partiera a Roma, una ley que destrozará la Amazonía
peruana”.
Añadió
que el dispositivo “atentará contra los pueblos originarios y sus territorios y
las reservas naturales protegidas a partir de la falsa idea de modernidad que su
Santidad precisamente cuestionara severamente en su mensaje en Puerto Maldonado”.
Se
trata de la ley 30723, “que declara de prioridad e interés nacional la
construcción de carreteras en zonas de frontera y el mantenimiento de trochas
carrozables en el territorio de la región Ucayali”.
No puede decir que no lo escuchó |
La
promulgación “fue posible gracias a que el presidente de la República, Pedro
Pablo Kuczynski (PPK), otro de los fieles seguidores acomedidos del papa en su
visita al Perú –que aplaudió entusiasta el mensaje amazónico–, se inhibió de
observar esta norma destructiva a pesar de los reparos nacionales e
internacionales”.
Una ley contra la naturaleza
El
editorial de La República recuerda que “en diciembre pasado, la Relatora
Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas,
Victoria Tauli-Corpuz, se pronunció formalmente contra esta iniciativa legal
señalando claramente que afectará los territorios indígenas y a la convivencia
sana de los ciudadanos de esa región con su entorno”.
También
destaca que “el Ministerio de Cultura se dirigió también al presidente del
Congreso cuestionando la norma entre otras razones porque atentaba contra los
derechos de los pueblos originarios en aislamiento voluntario”.
Ley que huele a traición |
Subraya,
además, que los territorios de los pueblos originarios Isconahua, Murunahua,
Madre de Dios y Mashco Piro, “se verían afectados por esta ley”.
Denuncia
que la ley 30723 “es el resultado del lobby maderero de Ucayali, gran parte de
cuyas actividades son ilegales, que arrastra con el soborno, presiones a las
autoridades y asesinatos de líderes nativos”.
Y
señala que ese lobby “ha llegado al Congreso de modo exitoso sobre todo por sus
relaciones con otras actividades ilegales, entre ellos la minería ilegal”.
Se
trata de una “ley depredadora”, dice el diario y ha sido promulgada en contra
de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) que
agrupa a las comunidades nativas y “rechazó la norma porque de manera directa
afectará la vida, salud, subsistencia, integridad y territorios de los pueblos
en aislamiento y contacto inicial”.
“La
idea de promover carreteras o trochas que crucen la selva llevando desarrollo
es muy antigua, tan antigua como los auges del caucho, coca, madera y oro”,
prosigue el editorial.
Una ley los pone en peligro |
Origen fujimorista de la ley
Un
informe del mismo diario, destaca que la propuesta que dio origen a la ley fue
de Glider Ushñahua, de Fuerza Popular (FP), presidido por la hija del dictador recientemente
indultado, la misma que durante su fracasada campaña electoral suscribió pactos
con diversos sectores calificados como destructores de la selva.
La ley
que “que amenaza cuatro reservas indígenas y los bosques de dicha región, se
aprobó sin las opiniones técnicas de los ministerios de Cultura y del Ambiente”.
Promulgó la ley contra la selva |
También
fueron consultados el Gobierno Regional de Ucayali, Proinversión y el Colegio
de Ingenieros, que pidió “no declarar de interés el mantenimiento de trochas
carrozables, como finalmente se aprobó en el Pleno de diciembre último”,
recalcó el informe del periodista Fernando Leyton.
“Tampoco
se pidió un análisis legal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(Sernanp), según confirmó a La República el jefe de dicha institución, Pedro
Gamboa”, añade Leyton.
Lo contradictorio del apresuramiento en aprobar la ley sin agotar la opinión de los organismos de consulta es que “en una opinión legal enviada al presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta, el Ministerio de Cultura alertó que la iniciativa en mención tampoco contaba con la revisión de la Comisión de Pueblos Andinos y Amazónicos del Parlamento”.
A pesar
de todo ello, y mientras el presidente Kuczynski miraba al techo, el presidente
Galarreta promulgaba la norma que matará la selva amazónica y a los pueblos originarios
que residen en ella.
(Imágenes
de La República, El Comercio y archivo)