jueves, 11 de enero de 2018

Intervenir al Sodalicio no sirve de nada

Padre de víctima dice
que es cortina de
humo de Francisco

Reclama en Arequipa que se
entregue pedófilos a la justicia

Con suma crudeza, el padre de una de las víctimas del Sodalicio, quien a pesar de amenazas pudo volver al seno de su hogar luego de 17 años de lucha contra esa organización, declaró que la intervención ordenada por el papa “es solo una cortina de humo por su llegada” al Perú.

Dice que intervención es "cortina de humo"
En declaraciones al diario El Pueblo de Arequipa, el prestigioso oftalmólogo Héctor Guillén Tamayo, dijo que “el papa no tiene cárceles, solo tiene confesionarios” y la intervención al denomina do Sodalicio de la Vida Cristiana ha sido motivado por la inminente llegada de Francisco.

“La intervención que supuestamente hará el Vaticano en el Sodalicio no tiene ninguna importancia, no va a servir de nada porque el Papa no tiene cárceles, solo tiene confesionarios, es solo una cortina de humo por su llegada y están haciendo como que está preocupado por el tema y nada más”, dijo Guillén Tamayo ante la anunciada intervención del Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana que ha ordenado el Vaticano”, informó El Pueblo.

Comunicado de una sede no tan santa
Guillén dijo al diario que “lo que debe pasar si es que quieren de alguna manera resarcir a las víctimas, es entregar a esos tipos al Poder Judicial para que sean juzgados por todos sus delitos y meterlos a la cárcel, no hay otra manera, porque cualquier otra intervención será un saludo a la bandera que no sirve para nada”.

“El Papa no tiene cárceles, lo único que les pueden decir es que vayan al confesionario, recen 10 avemarías y se terminó el asunto”, dijo el profesional citado por el diario arequipeño.

Añadió que “el Estado es el que debe intervenir a través de la Fiscalía y el Poder Judicial para que investiguen las cientos de denuncias que hay contra esos sujetos y que los metan a la cárcel de por vida”.

Guillén Tamayo en entrevista periodística
El matutino recuerda que Guillén Tamayo “luchó varios años de su vida para recuperar a su hijo Franz que había sido captado por ese movimiento” y en reiteradas declaraciones periodísticas ha demandado la disolución del Sodalicio.        

Guillén llevó casi 17 años luchando para recuperar a su hijo Franz, captado por el Sodalicio durante un retiro espiritual, cuando estudiaba secundaria.

“Luego lo llevaron a una de las casas de retiro en San Bartolo en Lima para finalmente ser llevado a la ciudad de Sao Paulo en Brasil”, anotó el diario.

Refiere que durante mucho tiempo los padres no lograron ningún contacto con el joven, “ni siquiera por teléfono”, por lo que el profesional “inició una ardua lucha en solitario para tratar de recuperarlo, sin que las autoridades le brindaran ningún apoyo”.

Protegido por el Vaticano
“En el 2016 los ruegos del padre y las lágrimas de la madre lograron convencer a Franz para que renuncie al Sodalicio, hecho que le costó mucho tiempo, porque cada vez que daba a conocer su intención  era ‘amenazado’ o coaccionado por los directivos con supuestos castigos que Dios le iba enviar a través de una serie de enfermedades”, remarcó el diario. 

La intervención del Sodalicio ordenada ayer por el papa Francisco es el resultado de un cúmulo de informaciones sobre el “régimen interno” de la organización fundada en 1971 por Luis Fernando Figari, denunciado por la comisión de abusos sexuales contra menores, quien vive protegido por el Vaticano en Roma.

Que no sea solo una hoja al viento
El Vaticano a través de su oficina de prensa anunció ayer que se ha nombrado “un comisario apostólico que estará a cargo de la intervención de la organización”, después de que la Fiscalía pidiera en diciembre último la prisión preventiva para el fundador y otros tres exmiembros del Sodalicio “por los delitos de asociación ilícita para delinquir y lesiones psicológicas graves”.

Según Héctor Guillén Tamayo, “solo se sabe de algunos delitos que han cometido (los denunciados), seguramente hay muchos más y no solo sobre violaciones sexuales contra los niños y adolescentes, sino también de crimen organizado, de mafias, de invasiones de terrenos y otros, hechos que están en manos del Poder Judicial”.

(Imágenes de El Pueblo, El Búho y archivo)

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