viernes, 19 de enero de 2018

Piden que el papa entregue a los culpables

Queda al descubierto coartada
de Francisco al disponer
la intervención del Sodalicio

El gobierno de don Pedro Pablo Kuczynski (PPK) decidió no garantizar, lo que equivale a prohibir, demostraciones de protesta mientras dure la presencia del papa Francisco en el Perú, según declaró el ministro del Interior, Vicente Romero.

Lo que el gobierno no quiere que se vea
Enfático, Romero dijo que "no se van a otorgar garantías para marchas y movilizaciones durante los días de visita del Santo Padre” y “estaremos muy atentos a aquellas personas que no cumplan este ordenamiento".

Reconoció que la protesta pacífica es un derecho constitucional, pero puso el parche enseguida al indicar que puede suspenderse “por el artículo 2 de la propia Carta Magna”.

El gobierno que acaba de indultar a un asesino y ladrón condenado a 25 años de cárcel por crímenes atroces, y que desairó a las víctimas del criminal indultado, cree ingenuamente que el papa no sabe lo que todos sabemos sobre el indulto trucho.

Una tribuna para las víctimas
Pero felizmente quienes se sientan afectados por el silencio en las calles, tienen abiertas las protestas y el reclamo de castigo a los culpables de pedofilia, que son muchos, a través de las columnas de los medios de comunicación.

La coartada de Francisco

De ese modo, queda en evidencia la coartada del papa, al disponer la intervención del antro de pedófilos denominado Sodalicio de la Vida Cristiana, orientada a aplacar las iras de las víctimas que reclaman su clausura y la entrega de su fundador Luis Fernando Figari a las autoridades judiciales.

Tampoco hay que darle mucho crédito a ese “siento dolor y vergüenza” pronunciado en Chile, porque ayer mismo defendió al obispo Barros, denunciado como encubridor del famoso cura pedófilo Fernando Karadima y exclamó molesto: “¡Calumnias!”.

Le dijeron verdades en Chile
Menos, que se sepa, envió a los tribunales, como lo recuerda la periodista Gabriela Wiener, a ninguno de los denunciados por 80 casos de pedofilia en Chile.

“Aquí le espera la última cena con el enfermo terminal imaginario, el traidor PPJudas y la reconciliación de pacotilla, que su presencia ayudará a santificar”, comentó en La República.

“El caso del Sodalicio”, explicó por su lado a La República la activista Anna Barret-Doyle, “es similar a lo que pasa en todo el globo, y la Iglesia lo sabe”.

“Con ella coinciden otros activistas, como el excura mexicano Alberto Athié, quien dejó el sacerdocio cuando comprobó que la Iglesia oculta casos de pederastia, según relató ayer durante un conversatorio convocado por la organización defensa de los derechos sexuales Promsex y Lamula.pe en Lima”.

Athié dijo que “hay una inmensidad de casos de abuso sexual en América Latina. La iglesia manda a esta región y al África a sacerdotes perseguidos en Europa y Estados Unidos por delitos sexuales. Los niños pobres y marginados son abusados y difícilmente pueden hacer la denuncia”, agregó.

¡No es para reírse, Francisco!
Todo esto es lo que el representante de Cristo en la Tierra no quiere ver.

Pero si nos permitimos el beneficio de la duda, “el papa Francisco ha enfatizado, una y otra vez, que la justicia y el respeto por los derechos humanos son las bases de la reconciliación”.

“El proceso de construir la paz y la reconciliación nacional es arduo”, dijo en Myanmar en noviembre de 2017, “y solo puede progresar si existe un compromiso con la justicia y el respeto a los derechos humanos”.

Esperemos que una posición similar sea adoptada en el Perú, escenario de decenas de abusos cometidos por los “ministros” de la iglesia y que el papa debe honrar lo que dijo ante el de Albania: “Nadie puede disfrazarse en la armadura de Dios cuando planifica e implementa actos de violencia y opresión”.

(Imágenes captura de videos de canales de TV de Lima y archivo)

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