Los
hermanos Scholl ejecutados
por un
tribunal hitleriano reciben
hoy
homenajes en toda Alemania
Evocación
de La rosa blanca
que
luchó contra el nazismo
En
pleno centro de Múnich, capital del estado de Baviera, frente a la plaza de la
Universidad de Múnich, hoy llamada Plaza de los Hermanos Scholl, en la puerta
principal del edificio hay, como tiradas al acaso, unas carillas escritas cuya
blancura contrasta con los adoquines de la vereda.
Carillas perennes frente a la plaza |
En ese
mismo lugar y en esa misma posición cayeron las cuartillas que Sophie Scholl, arrojó
desde el segundo piso de la universidad, el 18 de febrero de 1943.
Eran
las últimas que podría difundir, según una fuente histórica, La rosa blanca, un movimiento estudiantil al que
ella pertenecía, que luchaba contra el nazismo y denunciaba sus atrocidades.
La
historia cuenta que “un bedel, miembro del partido nazi, que la vio, la arrestó
junto a su hermano, y el resto de miembros del grupo pronto se vio sorprendido
por una redada”.
Sentenciados por traición
Los
detenidos fueron sometidos a interrogatorios por miembros de la Gestapo,
sometidos a un juicio ante un tribunal nazi que los acusó de traición y Sophie
y su hermano Hans, fueron condenados a muerte y ejecutados el 22 de febrero de
1943.
Hermanos Scholl según una película sobre su vida |
Poco
después, otro miembro de La rosa blanca, Christoph Probst, fue enjuiciado y también
condenado a muerte.
Otros
miembros de la organización fueron sentenciados a distintas penas de entre seis
meses y diez años de prisión
Entre
los acusados y sentenciados no solo estuvieron los miembros de La rosa blanca, sino
“todos aquellos que, de un modo u otro, habían colaborado con el movimiento en
la elaboración y distribución de los panfletos”.
Tumbas gemelas guardan sus restos |
También
fueron condenados, tras la ejecución de Probst, quienes “recaudaron dinero para
ayudar a la familia de este”, quien, a los 23 años de edad, era casado y tenía
tres hijos.
El séptimo panfleto
“Die
Weiße Rose (La rosa blanca), fue un grupo formado por cristianos militantes,
surgido en la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que abogaba por
la resistencia no violenta contra el régimen”, dice un texto histórico.
Guarda la historia de los hermanos |
El grupo
fue fundado en junio de 1942 y durante el tiempo que duró su actividad, febrero
de 1943, según unas fuentes, “se redactaron, imprimieron y distribuyeron seis
hojas en las que se animaba a la resistencia contra el nacionalsocialismo”.
La
enciclopedia libre Wikipedia, dice sin embargo que hubo un folleto más, el
séptimo.
Precisa
que a luego de la ejecución de los hermanos Scholl y Probst, “la organización
continuó operando, elaboró un séptimo panfleto y creció en células clandestinas
con el objeto de aumentar la resistencia contra el régimen nazi”.
El
monumento a ras del suelo frente a la Universidad de Múnich, precede al museo silencioso,
iluminado, ubicado en el edificio principal, a pocos pasos de las cuartillas.
Rosa blanca imperecedera |
Una
primera impresión conmovedora, provoca ver, en el escritorio de la funcionaria
que atiende a los visitantes, un florero con una rosa blanca, fresca y lozana,
porque es, con toda seguridad, renovada cada día.
Las salas
del museo exhiben documentos escritos y gráficos de la época nazi, y
computadoras donde uno puede acceder a la historia de los hermanos Scholl.
No siempre fueron rebeldes
La
historia refiere que Han y Sophie Scholl no siempre fueron los rebeldes que
pintaban “Fuera Hitler” en las paredes cercanas a la universidad y hasta en las
del gobierno de Baviera.
La agencia
Deutsche Welle (DW) informaba en 2013 al cumplirs 70 años de la ejecución de
los hermanos, que “Hans y Sophie Scholl vivían con su familia en la tranquila
ciudad de Ulm cuando los nacionalsocialistas tomaron el poder en 1933”.
Soldados en la universidad |
“Ambos
eran estudiantes de colegio: Hans nació en 1919 y Sophie en 1921. Su padre,
Robert Scholl, se ganaba la vida como contador. Scholl, de ideología liberal,
no simpatizaba con los nazis en el poder. Él y su esposa, Magdalena, siempre
buscaron la manera de inculcarles a sus hijos el pensamiento cristiano y
enseñarles el valor de la tolerancia”, recordó la DW.
“A
pesar de ello, los jóvenes Scholl terminaron involucrados con el
Nacionalsocialismo. Hans Scholl hizo una rápida carrera dentro de las
Juventudes Hitlerianas. Con sólo 16 años ya comandaba a 160 jóvenes de la
organización”, añadió el informe.
Se les desvaneció el fanatismo
“También
su hermana Sophie sentía gran simpatía por el partido nazi. Sophie Scholl se
adhirió a la ‘Liga de chicas alemanas’, la rama femenina de los jóvenes
hitlerianos”, donde llegó a ser una dirigente ““muy fascinada, y era muy
fanática del Nacionalsocialismo”, dijo la agencia.
Se arrepintió de haber sido una chica nazi |
DW
señala que “para 1942 ese fanatismo se desvaneció. Los hermanos se dieron
cuenta de que la filosofía del nacional socialismo no concordaba con sus
valores cristianos. Dentro de Hans Scholl crecía y maduraba la convicción de
que debía hacer algo en contra del régimen criminal de Hitler”.
Refirió
que “en 1942, Hans Scholl fue convocado a la lucha en el frente oriental y
vivió en carne propia los horrores de la guerra, la persecución y exilio de los
judíos; todos hechos que lo marcaron profundamente”.
Informó,
seguidamente que “en la Universidad de Múnich, en 1942, nació el pequeño grupo ‘Rosa
Blanca’ fundado por Hans Scholl junto con los estudiantes de medicina Christoph
Propst, Alexander Schmorell, Willi Graf, y el profesor de filosofía Kurt Huber”.
“Posteriormente,
se unió Sophie Scholl cuando se trasladó a Munich a estudiar biología y
filosofía”, destacó.
Sus nombres en una calle alemana |
Subrayó,
asimismo, que “el grupo combatía las ideas del partido Nacionalsocialista
enviando panfletos por correo, o dejándolos en cabinas telefónicas o
parqueaderos. A los amigos y conocidos también les repartían volantes, tanto en
Múnich como en Ulm, con mensajes como: “cada palabra que sale de la boca de
Hitler es mentira”.
El
monumento a ras del suelo, como lo he llamado, fue fruto de un concurso de
escultura convocado en 1987 con el fin de perpetuar la memoria de los hermanos
Scholl en la plaza de la Universidad de Múnich.
Ganó el
certamen la propuesta del artista Robert Schmidt-Matt, “que planteaba la
reproducción en cerámica de los panfletos esparcidos por el suelo y entre los
que figuran las fotografías y las biografías de los hermanos Scholl y otros
miembros del grupo”. (Luis Eduardo Podestá).
(Imágenes
de Beatriz Podestá, del autor y de archivo del blog e Internet)