domingo, 28 de febrero de 2010

Los símbolos de la democracia

El día se inicia con honores a las
banderas en el Poder Judicial



Este artículo fue publicado en la
página editorial del diario oficial
El Peruano el viernes 26 de enero de 2010


Por Luis Eduardo Podestá
Periodista


Desde el 1 de febrero, la escolta de turno de las fuerzas armadas en el Palacio Nacional de Justicia, sede del Poder Judicial del Perú, inició una práctica cívico patriótica olvidada, de elocuente simbolismo, en la puerta principal del imponente edificio.

Un corneta ejecuta la marcha de banderas al izarse el pabellón del Perú, mientras la guardia rinde honores. Luego se repite la escena y es la bandera del Poder Judicial del Perú la que se iza, para flamear durante todo el día, hasta cuando por la tarde, se desarrolle la ceremonia de descenso de las banderas.

Destacamento de la Fuerza Aérea rinde homenaje a las banderas


Después del izamiento de las banderas, la escolta también rinde honores al Presidente del Poder Judicial, doctor Javier Villa Stein, en su calidad de representante de uno de los tres Poderes Constitucionales, en que se asienta la vida pública de la nación.

Con esa ceremonia se ha recuperado una perdida práctica que fue progresivamente eliminada durante la década en que el Poder Judicial fue intervenido drásticamente por la dictadura que se inició el 5 de abril de 1992 y subsistió, para mal de la juridicidad peruana, hasta el retorno a la democracia, con la presencia del Gobierno Provisional de don Valentín Paniagua.

La guardia saluda al Presidente del Poder Judicial, doctor Javier Villa Stein


La ceremonia de honor a la bandera y al representante del Poder Judicial, equipara actos similares que tienen lugar en las sedes principales de los otros dos Poderes del Estado, léase el Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo y en el Palacio legislativo, sede del Congreso.

Durante la oscura última década del 90 al 2000, la ceremonia quedó reducida a su mínima importancia, lo cual era natural en un Poder que no lo era y que, por el contrario, estaba sujeto a las decisiones del Ejecutivo, como lo recuerda la historia reciente.

La reedición de estos actos encierra un significado que destaca la igualdad de los Poderes en que reposa el Estado Peruano y proclama ante la ciudadanía que los peruanos vivimos en un estado de derecho democrático.

Quizá sea un Estado con frecuencia conflictivo, pero es igualmente creador de la esperanza y de la convicción de que el futuro desaparecerán para siempre los nubarrones de aventuras dictatoriales que nos priven por tiempo indeterminado, de la saludable experiencia que es vivir en democracia, en paz por muy agitada que esta sea, y con la seguridad de que los términos del juego ciudadano serán respetados sin recortes.

jueves, 25 de febrero de 2010

“Nueva” obra de Van Gogh sí es auténtica

El molino Blute-Fin estuvo
arrinconada 35 años en
un museo privado



Una “nueva” obra de Vincent Van Gogh, titulada 'El molino Blute-Fin', que estuvo 35 años arrinconada en un museo privado, y sobre cuya autenticidad pendían muchas dudas, fue confirmada el miércoles, como propia del trágico pintor, por los expertos del Museo Van Gogh de Ámsterdam.

Se trata de un lienzo de 55 por 38 centímetros, que muestra un molino de viento, al lado del cual varias personas, la mayoría mujeres ataviadas con largos vestidos y sombreros, descienden por una escalera de madera.


El molino sobre la colina de Montmartre


El molino es similar a los que aún hoy se lucen en ciertos lugares de la campiña holandesa y que abundaban en el siglo XIX. El lugar parece ser la cima de la colina de Montmartre, uno de los lugares predilectos de los artistas de aquel tiempo.

Louis van Tilborg, conservador del Museo Van Gogh de Ámsterdam, quien analizó el cuadro dijo que las dudas persistieron porque “tiene unas figuras muy grandes y coloristas, poco frecuentes en su trabajo".

Tilborg utilizó rayos infrarrojos para analizar el lienzo y encontró "una línea roja trazada por el pintor para guiarse en la perspectiva", refiere la periodista Isabel Ferrer, en El País, de España.

El experto dijo que “otras piezas certificadas (de Van Gogh, 1853-1890) también la llevan, y es conocida la dificultad del artista con la representación de los objetos en un plano. Por eso se apoyaba en una especie de guía geométrica pintada en la tela. Y esa línea roja aparece, oculta, en varias telas de la época”.

Tilborg también analizó los pigmentos empleados que Van Gogh usaba en su época parisiense. “Por detrás, el cuadro tiene estampado el sello de la tienda Rey et Perrot, donde compraba sus materiales", dijo.

"El empaste de Van Gogh, su pincelada, era especial”, prosiguió Tilborg, “Aquí se reconoce en los personajes. En cuanto al motivo, es algo raro, pero encaja en lo que hizo en 1886. El estilo es recio. Muy suyo. Y en cuanto al paisaje urbano representado, puede tener fallos desde el punto de vista académico, pero eso sólo le añade encanto".

Dirk Hannema, en el siglo pasado director del museo Boynmann de Roterdam, coleccionista fallecido en 1984, adquirió El molino Le blute Fin, en una subasta en París en 1975 y aunque afirmó que se trataba de un Van Gogh nadie le prestó atención.

Expertos del Museo Van Gogh de Amsterdam reabrieron nuevos análisis sobre El molino en 2007 y en 2009 encontraron las primeras señales de su autenticidad.

Isabel Ferrer escribió que “para sorpresa general, el museo Van Gogh de Ámsterdam ha certificado la autoría 'fuera de dudas'. De repente, el molino de Montmartre, el barrio parisiense de los impresionistas retratado por el pintor, es una gloria nacional. También es el primer cuadro de Van Gogh que se autentifica desde 1995 y el sexto, desde 1970”.

Ferrer cuenta la triste historia de Hannema a quien”le habría gustado saber que su olfato no había fallado esta vez. Entre 1961 y 1975 compró cuatro obras en París a un marchante de arte. Le Blute Fin le costó unos mil euros al cambio actual”.

Hannema estaba “convencido de que tenía un tesoro”, refiere Ferrer, y por eso “lo aseguró en unos 35.000 euros de hoy”. Pero por sobre él pesaba el recuerdo de un error, cuando se equivocó al calificar un cuadro de Veermer en 1930.

La periodista refiere que “Hannema venía de una familia acomodada y aficionada al arte, fue nombrado director del museo Boymans en 1921, a los 26 años. Era bien parecido, tenía éxito y gran aplomo en su trabajo. Durante la ocupación nazi, trabajó en la organización de todos los museos de Holanda. Después de la guerra, lo juzgaron por supuesto colaboracionismo. Fue puesto en libertad sin cargos a los dos años y dedicó su vida a buscar telas valiosas. El problema es que casi nunca acertaba”.

Esta vez sí acertó, pero solo lo saben sus herederos a quienes “la fortuna ha sonreído”.

Y para alegría de la humanidad, el pintor de los trigales y de los pobres que solo tenían papas para su sombría cena, y que vivió una vida tan trágica que hasta ahora nos duele, nos entrega un molino de viento con una escena de paz y tranquilidad que refresca su recuerdo.

Luis Eduardo Podestá

miércoles, 24 de febrero de 2010

La niña que nació a 7 mil metros de altura

Tami Fabiola lleva nombres
inspirados en instituciones
de la aviación boliviana



La niña se llama Tami Fabiola y sus apellidos son Ticona Mamani, y acaba de ser bautizada no en una iglesia sino en la cabina de un avión cuando solo tiene ocho días de nacida.

Tami Fabiola, más que con un pan parece haber nacido con su avión bajo el brazo, porque podrá viajar, hasta que cumpla 21 años, en cualquier aeronave de la compañía Transportes Aéreos Militares (TAM), perteneciente a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

Precisamente sus bonitos nombres provienen de esas dos instituciones: Tami por TAM y Fabiola por FAB, como usted ya se dio cuenta.

Como no podía ser de otra manera sus padrinos son el comandante general de la Fuerza Aérea Boliviana, general Tito Gandarillas y su esposa. Ha sido declarada la primogénita de la FAB porque nació en un avión de TAM, cuando hacía el viaje entre Cochabamba y La Paz, donde sus padres pensaban pasar el carnaval, según informaron a la agencia Efe y a la prensa boliviana.

“Es algo histórico en el país", afirmó el general Gandarillas.

La pequeña tendrá una beca de estudios hasta que termine su secundaria, atención de salud por cuenta de la FAB y podría viajar cuando se le antoje en cualquier destino de la empresa boliviana.

Pero ¿por qué le dan tanto a una niña tan pequeña?, se preguntará usted. La respuesta es harto simple: Ha tenido la suerte de ser la primera en nacer a 24 mil pies de altura –exactamente a 7.315 metros– por lo cual la FAB la ha declarado su “primogénita”.


Lourdes Mamani y Tami Fabiola en la cabina del parto


La madre, Lourdes Mamani, contó con la asistencia de un médico y una enfermera quienes, por una de esas casualidades de la providencia cuando quiere que todo salga bien, se encontraban entre los pasajeros.

El matrimonio Ticona Mamani se dirigía a La Paz para pasar las fiestas de carnaval junto a sus familiares y la mamá no experimentó ninguna molestia porque aún le faltaban dos semanas para la fecha del parto.

"Cuando empezó a despegar me comenzaron los dolores. No tuve miedo porque hubo un doctor y él me dijo que me iba a ayudar y me tranquilicé”, declaró Lourdes.

El coronel Iván González, piloto del avión en el que nació Tami, solo se enteró de que algo extraordinario ocurría en su nave cuando su jefe de cabina le dijo que una pasajera estaba a punto de dar a luz.

Según la agencia Efe, el piloto declaró que el despegue del aparato fue normal, a las 18.29 del domingo. La bebé nació a las 18.45, cuando el avión se encontraba a 65 millas de La Paz (poco más de 104 kilómetros)".

Juan Carlos Ticona, padre de la niña, dijo que nada hacía presagiar tan repentino parto pues su esposa le dijo que se sentía bien antes de abordar el avión, pero tras despegar comenzó a tener dolores.

En la ceremonia del bautismo, celebrada una semana después en la cabina del mismo avión, estacionado en el aeropuerto de El Alto, Fabiola Tami recibió, junto con el agua bendita, numerosos regalos, algunos de los cuales le durarán muchos años de su vida. SIn duda alguna nació con buena estrella... cerca de las estrellas.
Luis Eduardo Podestá


domingo, 21 de febrero de 2010

Un museo que no exhibe nada

Museo de la Palabra de
Toledo convoca al diálogo
para enfrentar conflictos



Imagínese entrar en un museo al cual se ha denominado Museo de la Palabra que no exhibe nada. Quizá solo silencio.

El museo fue inaugurado en Quero, Toledo el 17 de diciembre de 2009 por iniciativa de César Egido Serrano, presidente de la fundación del mismo nombre quien es, por derecho propio, responsable de esa institución sin fines de lucro.

Según la agencia alemana DPA, Egido Serrano dijo en el acto de inauguración del museo: “Hay que tener cuidado con las utopías, porque a veces se cumplen”.

Iglesia de Quero, en la ruta de don Quijote

Y el Museo de la Palabra parece ser la utopía cumplida que buscaba. Es partidario de uno de los conceptos más conocidos del filósofo Martin Heidegger: “El lenguaje es la casa del ser”.

La idea fue expuesta en noviembre pasado y Egido lo describió como un “foro de convivencia internacional y puesta en valor de la palabra como vínculo de la humanidad”.

Precisó, además, que este museo estaba impulsado por su deseo de propiciar “la convivencia entre culturas y civilizaciones” y expresó su convicción de que “son el diálogo y la palabra la única manera de solucionar conflictos”.

La sede del museo se halla en Quero, Toledo y, según la descripción de la agencia alemana, “es una casa-palacio estilo siglo XVIII en la zona donde se estima inició su ruta Don Quijote, dentro de la provincia de Toledo. Todo un símbolo del carácter de la iniciativa, no menos idealista que la del personaje cervantino”. (A la izquierda monumento a DOn Quijote y Dulcinea en Quero).

Egido Serrano añadió tambien en la ceremonia de inauguración: “La fundación, mediante el desarrollo de actividades cuyo protagonista sea la palabra (hablada, escrita o en sus distintas manifestaciones), busca fomentar el entendimiento entre los distintos pueblos, ideologías, religiones y culturas”.

Cuando le preguntaron qué exhibe el museo, Egido respondió: “Nada”.
Pero añade que los resultados y la existencia del diálogo “son en sí una pieza museística”.

Sede del Museo de la Palabra, en Quero, Toledo


Para acentuar las características especiales de este museo está el hecho de que se mantiene cerrado al público. “Sus 15 habitaciones y seis salones se utilizarán para invitar a escogidos líderes de opinión de todos los ámbitos, culturas y religiones a participar en jornadas de discusión y reflexión”, informó la agencia alemana.

Entre los invitados figurarán “premios Nobel hasta deportistas, incluyendo a un conocido tenista español y un jugador del Real Madrid”, dijo Egido Serrano.

Remarcó que “el siglo XXI es el siglo de la palabra, la palabra como herramienta contra toda violencia”.

Una de las primeras ideas que materializó el museo fue la convocatoria a un concurso internacional de pequeños relatos dotado con un premio de 7,000 euros (unos 10 mil dólares).

Tratándose de un texto de alrededor de cien palabras, el concurso deviene en el “mejor dotado del mundo por palabra”.

Viejo olivo también en Quero, en la ruta del Quijote


El primer certamen recibió 3,682 relatos en seis semanas de escritores de 44 países, algunos de ellos de idiomas ajenos al español, como Sri Lanka, Japón, Dinamarca, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Bulgaria, Corea del Sur entre otros. El Perú presentó 64 relatos.

Y para orgullo continental fue una argentina, María Soledad Uranga, la ganadora de la primera edición del premio, quien lo recibió en el acto de inauguración del silencioso museo por su mircrorrelato "Hace días que llueve a cántaos".

Para la primera edición del certamen, el jurado estuvo presidido por el director del Museo de la Palabra, Alfonso Fernández Burgos, e integrado por Cristina Alberdi, Teresa Álvarez, Shlomo Ben Ami, Juan Cruz, Ignacio Ferrando, Paloma Mayordomo, Miguel Ángel Mellado, César Antonio Molina, Carmen Posadas, Javier Sagarna.

Para justificar la singularidad de su museo, Egido Serrano dijo: “Para ver cosas hay muchos museos. Para ver el alma humana, que yo sepa, hay uno solo”.

Luis Eduardo Podestá

(Con información de Noticias del idioma español)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Hacia la legalización de las drogas (2)

El Estado debe abrir el camino
para una concertación
internacional antimafias



El diario El Comercio ha abierto una suerte de tribuna para que quienes pensamos en uno u otro sentido con relación a la legalización de las drogas, hagamos uso de ella.

En una reciente intervención, el abogado Alfredo Barreda ha dicho: “El whisky no es cocaína” y formuló un alegato en contra de la legalización y unos días antes el también abogado Alonso Núñez del Prado hizo un alegato a favor.

Núñez del Prado, en su “Alegato a favor de la legalización de las drogas”, acogido por el decano de nuestra prensa, señaló: ”Somos cada vez más las personas que pensamos que la forma de solucionar el problema del narcotráfico es legalizando las drogas. De esta manera los precios bajarían abruptamente y dejaría de ser el gran negocio que es hoy día. Por supuesto, la publicidad tendría que estar prohibida”.

Por su lado, mi colega y respetado periodista Ismael León Frías, después de la primera una entrega de Hacia la legalización de las drogas, me hizo algunas urticantes preguntas en torno a este asunto que, felizmente, ha entrado en el campo del debate serio.

Respondí al mensaje de Ismael: “Te agradezco el interés que has puesto en la nota sobre legalización de las drogas. Muchas de tus preguntas no tienen una respuesta inmediata”.

Creo que en el curso del debate, no solo yo sino quienes intervengan en él, darán respuesta adecuada a las interrogantes.

Lo positivo de todo es que, según leo en El Comercio de hoy miércoles 17, el doctor Alejandro Vassilaqui, Director ejecutivo de Cedro, titula su artículo “La legalización no es solución” y agrega un subtítulo que reza: “¿Está preparado el Estado?”.

Creo que ahí está la clave. ¿Está preparado el Estado para hacer frente a la contingencia de una ley de legalización y estuvo y está preparado para la guerra que el Perú libra desde hace casi 50 años contra las mafias de narcotraficantes que han escogido el Perú como su centro de producción y distribución?

Acabar con las drogas entre los jóvenes


En la respuesta que le dí a Ismael León dije en parte: “Puedo adelantarte que de lo que aún no han hablado los propulsores de la legalización es de que EL ESTADO, el gobierno, en acatamiento de una ley, asumiría no solo el control de los cocales, sino de la fabricación y comercialización de las drogas, para uso médico -como se emplea actualmente en determinados casos- y para el uso adictivo”.

Ahora, el doctor Vassilaqui, director de la respetada Cedro, cuyos miembros han dedicado su vida y los recursos institucionales a combatir la drogadicción, ha pronunciado la palabra mágica: El Estado.

Claro que primero tiene que ser el Congreso, parte del Estado, el que asuma el debate con seriedad y sin temores. Debe tener en cuenta que desde que figuras tan relevantes como Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, entre otros, pocos serán quienes avienten la especie de que una medida así, convertiría al Perú en un narcoestado.

El Congreso, el Gobierno y cuanta institución y persona se hallen sensibilizadas por la tragedia que significa nuestra calidad de productor y distribuidor de cocaína hacia los mercados del mundo, estamos en la obligación de comenzar hoy a construir el futuro que queremos para nuestros hijos y nuestros nietos.

Y en esa lucha no debe haber vacilaciones ni falsos pudores.

Claro que las autoridades peruanas del más alto nivel deben comenzar el largo camino hacia una concertación mundial. Cuando comiencen las conversaciones con los Estados Unidos, con los gobiernos de Europa y Asia, donde se halla la gran masa de consumidores, tendremos oportunidad de saber -¡al fin!- quiénes y por qué se oponen a una legalización de las drogas.

Lo interesante de la propuesta lanzada hace varias semanas por Mario Vargas Llosa y comentada por numerosos medios de comunicación del mundo entero es que ya no suena como el afán de convertir a los países que producen coca en "narcoestados" ni como algo que colisiona con la moral pública sino en revertir la figura del fracaso de medio siglo que tiene la política antidrogas exclusivamente represiva y persecutoria.

Buena voluntad para el debate, sinceridad en la expresión y en los planteamientos y argumentos que se utilicen y sobre todo, la absoluta convicción de que con ello vamos a entregar un mundo nuevo a quienes nos sucedan en la vida, deben ser las pautas de este camino que recién comienza a construirse.
Luis Eduardo Podestá

viernes, 12 de febrero de 2010

Hacia la legalización de las drogas

Una ley que legalice las
drogas será la muerte de
las mafias del narcotráfico




Un día, los peruanos amanecimos con grandes titulares en los medios de comunicación: Se promulgó la ley que legaliza las drogas.

Simultáneamente, los informativos de televisión y de la radio informaban que la policía arrestó a varios sujetos que con ketes en la mano lo ofrecían en las cercanías de los colegios, y los entregaron a una fiscalía de prevención del delito.

Los medios dijeron que, de acuerdo con el nuevo dispositivo, los esperaba por lo menos una condena de diez años de cárcel sin posibilidades de beneficios penitenciarios.

Discretos anuncios aparecieron en la televisión y fueron difundidos por la radio, indicando en qué farmacias privadas y del estado se vendían cigarrillos de marihuana y dosis de cocaína, entre otras, con la advertencia de que quienes adquirieran esos productos podían atentar contra su propia salud.

Los ciudadanos recordaron que las bebidas alcohólicas muestran una advertencia similar: Beber en exceso es dañino para la salud. Y que en las cajetillas de cigarrillos aparece también una leyenda que advierte Fumar es peligroso para la salud.



Desde ese día cada quien era dueño de atentar contra sí mismo, en la máxima expresión del libre albedrío, la libertad y el discernimiento con que Dios premió a los seres humanos, siempre y cuando ya fuera mayor de edad, y adquirir para su consumo toda la droga que quisiera como ya se hacía con el alcohol y el tabaco.

Un reportero de la televisión informó que en los lugares conocidos como centros de expendio clandestino de drogas, donde habitualmente patrullas de la policía realizaban batidas, todo estaba muy tranquilo y los efectivos policiales estaban dedicados a otras tareas.


Añadía que parte de los policías destinados antes a batirse con los comercializadores de cocaína y otras drogas, habían sido destinados a vigilar las inmediaciones de los colegios.

Explicó que, en acatamiento a la nueva ley, quien fuera sorprendido en posesión de drogas a menos de 200 metros de un centro de estudios, debía ser detenido y puesto a disposición de un fiscal por presunción de comercialización o venta de drogas a menores.


En distritos periféricos donde el comercio ilegal, fue hasta ayer, un soterrado negocio que dejaba enormes utilidades, cesó todo movimiento comercial.


Todo lo anterior es ficción. Es, considero, lo que puede ocurrir si un día, los peruanos amanecemos con una ley que al legalizar las drogas, les quite definitivamente el piso a los narcotraficantes y comercializadores de toda monta que pululan por todas las ciudades, envenenando a los jóvenes desprevidos.

La idea que lanzó Mario Vargas Llosa y que hace décadas fue propiciada por el economista Milton Friedman y otros importantes personajes de la talla de Fernando Savater, tuvo la virtud de propiciar un debate que hoy sale a los medios de comunicación.

Ayer jueves 11, el abogado Alonso Núñez del Prado, autor de un “Alegato a favor de la legalización de las drogas”, fue acogido por el decano de nuestra prensa, nada menos que el diario El Comercio.

”Somos cada vez más las personas que pensamos que la forma de solucionar el problema del narcotráfico es legalizando las drogas. De esta manera los precios bajarían abruptamente y dejaría de ser el gran negocio que es hoy día. Por supuesto, la publicidad tendría que estar prohibida”, dice en su primer párrafo.


Tras recordar lo que ocurrió con la ley seca de los Estados Finidos entre 1920 y 1933, el autor de la nota dice: “Como los precios bajarían radicalmente, su comercialización dejaría de ser tan atractiva y los fondos que hoy destinan los estados a luchar contra el narcotráfico podrían dedicarse a un trabajo de prevención, de atención y recuperación de drogadictos”.

Esto es algo que ya el estado hace pero recurriendo a fondos que salen del erario y quitan recursos a otros proyectos de desarrollo destinados al bienestar de la gente.

Añade: “La persecución al narcotráfico (tal como se desarrolla hoy) difícilmente llegará a buen puerto y lo único que conseguirá es mantener los precios altos y que la comercialización de drogas sea un gran negocio, aunque solo para inescrupulosos —por desgracia muchos— que no se ponen a pensar en el daño que causan”.

La verdad, don Mario Vargas Llosa, quienes abogamos por la legalización, no desde ahora sino con poca suerte desde el pasado, creemos que esta oportunidad no debe echarse al tacho.

Si una personalidad como usted encabeza esta cruzada, las personas que sufren las consecuencias de la drogadicción y los países que luchan y se desgastan en la lucha contra ese poderoso monstruo, tendrán una posibilidad de lograr, por fin, la destrucción de las mafias.

El prestigioso periodista Gustavo Gorriti, publicó por su parte, en Caretas de la semana pasada, un artículo sobre “Insurrecciones con fines de lucro”, dedicado a analizar el martirio y la violencia que azota a las naciones que sufren la presencia de las mafias.

Y destaca: “¿Cuál es la mejor estrategia de contrainsurgencia frente al narcotráfico armado? En semanas recientes, tanto Mario Vargas Llosa como el recientemente fallecido escritor Tomás Eloy Martínez adelantaron su propuesta: Despenalizar o legalizar, para arrebatarle al narcotraficante el poder de la sombra y del lucro.

"Hay alternativas, diferentes o complementarias, pero esa es una propuesta seria, que debe ser discutida y debatida, junto con las estrategias dirigidas a lograr un combate más eficaz contra el crimen organizado", prosigue.

"Concentrar energías en combatir a la plutocracia del narcotráfico antes que al proletariado de la coca, es el tipo de cambios de estrategia que hay que hacer para vencer horrores como los de Ciudad Juárez y evitar que multipliquen latitudes”, precisa Gorriti, finalmente.

Satisface comprobar que quienes solitarios y dispersos en el pasado, opinábamos por la legalización de las drogas, hoy no estamos solos.
Luis Eduardo Podestá.



jueves, 11 de febrero de 2010

Arequipa fue una postal nevada

Las lluvias y las bajas
temperaturas pintaron
de blanco los volcanes



El fin de semana anterior, sábado y domingo para ser un poquito exactos, la naturaleza nos regaló unas postales del Misti y de las montañas que circundan la ciudad.

Impresionante acercamiento con el Misti


Ocurrió que hubo precipitaciones sobre la región, en las cordilleras más que en la llamada zona de represas y en estas más que sobre la ciudad blanca.

Cuando las nubes se despejaron, dejaron ver el espectáculo que les regalo para solaz de los ojos y señalar –contra la corriente– que a veces, como en esta ocasión, el calentamiento global les llega…

Lo positivo, por otra parte, es que las lluvias de esa semana completaron la cuota de agua que las represas necesitaban para guardar pan pa’ mayo y acumularon una cantidad de líquido, en febrero, que el año pasado solo se logró en marzo-abril.

Una postal desde cualquier ángulo


Así, la represa de Condoroma lucía un espejo muy satisfecho de 113.77 millones de metros cúbicos, Aguada Blanca acumuló 13.42 millones, El Fraile 61.302 millones, Pillones 12.916 millones, El Pañe 57.385 millones y el dique Españoles 8.57 millones, esto es, un total de 267.363 millones de metros cúbicos.

Todo lo cual permitirá una buena campaña agrícola y eso ya es una magnífica noticia.



También la ciudad tuvo que mojarse


Según informes de la prensa mistiana, en la cordillera las lluvias precipitaron 16 milímetros, sobre las represas 10 milímetros y sobre la ciudad solo 2.6 milímetros que fueron y serán bienvenidos... con la condición de que no provoquen huaicos y esos desastres a los cuales el presidente declina ir...






martes, 9 de febrero de 2010

Algo más sobre el 5 de febrero del 75

Un mueble que salvé
contenía recibos de

adelantos de sueldo


El 5 de febrero de 1975, cuando hubo en esta capital saqueos por doquier, se recordó esta vez con mayor profusión, especialmente en Crónica Viva, a través de la pluma de mi colega Ernesto Chávez, quien trabajó conmigo en el viejo diario Expreso de la calle Orejuelas -así le decían cuando querían ofender-, es decir la sexta cuadra del jirón Ica.

Fue cuando Lima estuvo tres días sin ley, de acuerdo con el título que puso a una informada crónica nuestro colega Vladimir Terán Altamirano, quien precisamente, me preguntó si no era yo quien aparecía en una foto, junto a varios trabajadores de la Empresa Periodística Nacional, que salvaban un escritorio del incendio que devoraba las instalaciones de Correo y Ojo.

Los dos diarios se hallaban entonces en la cuadra 11 de Garcilaso de la Vega, donde hoy están los complejos comerciales dedicados a la venta de elementos informáticos.

El 5 de febrero de 1975, respondí a Vladimir Terán, en efecto, junto a otro colega, salvamos un mueble, pero se trataba de un archivador de metal, de esos que parecen roperos, que guardaba nada menos que los recibos de adelantos de sueldo de los trabajadores, según pudimos comprobar después.


Correo incendiado visto desde Garcilaso de la Veg

Soporté buenas reprimendas en broma y en serio en las semanas siguientes, luego de que el cajero Azcárate descontara en la quincena los adelantos de sueldo y entregaba un recibo en gran parte chamuscado pero donde se leía claramente la cantidad y el nombre del trabajador.

Yo acababa de cumplir –como ya lo conté en una crónica más detallada, en el aniversario de esa fecha hace dos años– una misión en radiopatrulla, cuyas puertas fueron destrozadas por los tanques de Velasco.




Y bueno, salvamos el archivador y lo depositamos en un enorme canchón de la calle Jacinto López, en lo que hoy es el CentroLima y que entonces pertenecía a la aplanadora de la dictadura, el recordado Sinamos.

Cuando volvimos al local del periódico, las llamas ya habían cumplido su tarea. La sección prefabricada donde se hallaban el restaurante y parte de las oficinas, estaban convertidas en cenizas.

El segundo piso donde se encontraba la redacción de Correo en un ala y la de Ojo en la otra, aún ardía y las llamas salían por las ventanas en un espectáculo difícil de creer en esa soleada tarde.

Unas dos horas después, llegaba el director, el sociólogo Hugo Neira Samanez, hoy director de la Biblioteca Nacional, quien nos dijo, en el mismo patio del periódico que no pensáramos que nosoros íbamos a ser el problema más importante del gobierno, como quien dice, “tienen que arreglárselas como puedan”.

Las instalaciones del diario en llamas


Hugo Neira llegó a Correo -nombrado director- junto a un grupo de jóvenes “revolucionarios” que no se cansaban de gritar "Chino, contigo hasta la muerte", la mayoría de ellos sociólogos o estudiantes de sociología u otras disciplinas, a quienes el humor popular bautizó como “ociólogos”, usted ya sabrá porqué.

Efectivamente, nos las arreglamos solos. El diario Correo no dejó de salir. Fue editada una edición extraordinaria al día siguiente, profusamente ilustrada con fotografías tomadas la víspera por los reporteros gráficos en distintos lugares de Lima, algunas de las cuales sirvieron para identificar a presuntos incendiarios.

La redacción de correo fue alojada en el salón de actos de la Federación de Periodistas del Perú y desde allí se cumplieron las misiones periodísticas, bajo la batuta de Julio Higashi, jefe de Redacción, hasta que la empresa alquiló unos pisos en la cuadra 10 de Garcilaso de la Vega y regresamos al barrio.

He recordado este episodio, picado por la curiosidad periodística de Vladimir Terán y la mía propia, ya que en la nota que escribí hace dos años, no me pareció relevante hablar del mueble salvado ni de las sabias palabras del que fue nuestro director en aquella época.
Luis Eduardo Podestá

(Fotos Crónica Viva)

viernes, 5 de febrero de 2010

Una ardillita asustada

Aquí una teta asustada
y allá en Munich
una ardillita asustada




Y hablando de tetas asustadas, te regalo la aventura de una ardillita asustada, en el otro lado del mundo, donde el frío está para... abrigarse.

Porque mientras nosotros nos asamos en el calor de este hemisferio, en las Europas, más exactamente en la llamada Mónaco de Baviera, o sea Münjen, como la llaman los que saben o simplemente Munich, como la llamamos en cristiano, hasta las ardillas buscan refugio contra el frío que descendió a 10 o 15 grados bajo cero.

Mi hija Beatriz me envió hoy viernes estas fotos que comparto contigo. La ardillita desorientada llegó hasta el balcón de un cuarto piso, nada menos, probablemente aprovechando una enredadera que trepa desde el jardín, y al llegar se sintió como pollo en corral ajeno.


Parece que recién se da cuenta de dónde está


Trata de orientarse y busca un lugar donde caer

Entra en pánico y trata de trepar a una mesita

Recurre a la planta y salta sin medir el riesgo


Al final, me cuenta Beatriz, subió por la planta y se volvió a descolgar para proseguir la búsqueda de sus nueces. Si hubiera estado en Puerto Maldonado, hubiera encontrado abundantes castañas que allí hay, y hubiera sido diferente, ¿no?

Dime, ¿las ardillas, parientes de los añujes, comerán castañas?



Cuatro frescas (XXXVIII)

¡Yupiiii, vamos a ganar el Óscar por una teta! (Claudia).









Yo me gané una curul por mi teta a cielo abierto. (Chicholina).
Claudia y Magaly

Cómo hubiera querido tener esa teta para mi boca del lobo. (Gustavo Bueno)


Con esto de la teta asustada hay que programar una nueva campaña de teteo. (Pavogordo).




jueves, 4 de febrero de 2010

Esa catarata que empañaba el ojo...

Pido perdón por mi ¿corta?
ausencia de la blogósfera…
si es que se dieron cuenta


Durante algunos días, mi tarea voluntaria, no remunerada pero enteramente satisfactoria de perpetrar –como dicen de los que cometen el delito de escribir– se interrumpió en esta esquina blogosferil debido a una intervención de catarata en el visor izquierdo.

La intervención a tajo abierto fue realizada por el doctor Carlos Casaverde del llamado EsSalud el martes 26 del enero y fue muy amena, porque durante la hora y media que estuve tendido en la mesa de operaciones a los que se sumaron los 17 minutos de la operación propiamente dicha, le escuché tal cantidad de informes gremio-confidenciales que podrían llenar de destapes una edición de Perú.21.

Pero ese es otro tema que trataré después del 17.

En efecto, salí con un grueso parche en el crisol izquierdo con expresas recomendaciones de no inclinar la cabeza. “No se agache”, me decía la doctora Roxana Garybay, parte de la dupla que me operó, “no mueva la cabeza, camine despacio, no vea televisión (como no le dije que trabajaba frente a una computadora, no me lo prohibió, pero sí mi familia que le cortó la luz a mi cuartito-oficina-salamusical-biblioteca-desván)”.

La cosa no fue dramática ni traumática. Como los doctores Casaverde y Garibay son expertos, no hubo necesidad de una rectificación de luces. El miércoles 24 me quitaron el parche y me pusieron otro. “Solo para salir a la calle y que la contaminación de la avenida no le afecte el ojo”, reiteró la doctora. Y me recordó aplicarme gotas a ritmo regular “hasta que se acaben, y una pastillita blanca por día y la rosadita solo si le duele”.

El último control con la doctora Garybay fue el martes 2 y con el doctor Casaverde tendré una nueva cita el 17 de este febrero loco.

El autor en su despacho con protección solar hasta en la sombra


Para entonces confío hacerme cargo de mis responsabilidades blogosféricas y pasarte unos cuantos renglones de los que acostumbro, para bien, para mal, para que arda a algunos, les guste a otros y recordarle a Alan García que no fue al Cusco cuando más hacía falta y en cambio se fue a Tumbes donde no pasaba nada. ¿O sí?
Pero yo quería contarte además, de dónde proviene la palabra catarata.

Según dice los sabios, proviene del latín cataracta, que la adoptó del griego kataractes, de donde salen los dos significados que la palabreja tiene en español: una es caída de agua, que recordamos los cucufatos lectores de la Biblia cuando describe el diluvio universal (que esquivó Alan en el Cusco): “abriéronse las cataratas del cielo y llovió durante cuarenta días y cuarenta noches”.

Pero catarata también es verja o puerta que impide el paso. Esta acepción proviene del español y describe una afección de la vista, porque en realidad, la catarata es un obstáculo que impide el paso de la luz por lo que los que la padecen llegan a ver los colores distorsionados y borrosos los perfiles de las cosas.

Además, como las cataratas, según el consenso médico, son la antesala del glaucoma, que eso sí, es un paso seguro a la ceguera, me decidí por la intervención que me permite ahora, ver la cara de la gente como si la iluminaran reflectores, y disfrutar de los chorros de luz con que se iluminan calles y parques con el sol que nos regala este verano.

(Luis Eduardo Podestá)

martes, 2 de febrero de 2010

Cuatro frescas (XXXVII)




Reclamo esa plata porque quiero que me sigan llamando gorrión. (Marisol).


En los cruceros por mar los romances son pasajeros.


Con PPK tendremos un candidato de la gran flauta. (Pavorotto).






Perdóname Keikito por quitarte a tu papi para indultarlo, pero así es el fútbol… (Gayly).

(Caricatura de Carlín en La República, Lima)