Japonés cumplió su sueño y
tras siete meses de
cuarentena
abren el complejo para que
lo visite
En noviembre
será abierto al público
con aforo de
solo 675 personas por día
La paciencia y respeto
a todas las disposiciones emitidas durante la pandemia de coronavirus, le
permitieron al japonés de 26 años, Jesse Katayama, visitar Machu Picchu como único
turista, un mes antes de la reapertura del monumento, calificado como una de las
siete maravillas del mundo.
Katayama (derecha) cumplió su sueño
Katayama llegó al Cusco
en marzo pasado con el fin de conocer Machu Picchu, pero las disposiciones
gubernamentales adoptadas contra la pandemia d coronavirus lo dejaron varado en
Aguas Calientes, el pueblo donde habitualmente comienza la visita al monumento.
La agencia peruana de
noticias Andina anunció hoy que “Machu Picchu abrirá sus puertas a los visitantes
en noviembre con un aforo de 675 personas por día, que representa el 30 % del
total autorizado en una temporada normal”.
Pero destacó que “el
mundo celebra la reapertura de Machu Picchu con el ingreso de turista japonés”,
en un episodio que llamó la atención de la prensa internacional, cuando se supo
que se produjo una “visita exclusiva de un visitante japonés”.
Con paciencia japonesa
Luego relata la historia:
“Jesse Katayama, de 26 años de edad, quien había llegado a mediados de marzo a
Cusco para cumplir su sueño de conocer una de las siete nuevas maravillas del
planeta, fue sorprendido por las restricciones de la emergencia sanitaria,
entre ellas la suspensión de las visitas a los destinos turísticos para evitar
el contagio del nuevo coronavirus”.
Hizo noticia mundial
Se armó de paciencia y “tras
permanecer varado siete meses en el distrito de Machu Picchu, ubicado en las
faldas de la montaña en cuya cima se encuentra la joya turística del Perú, Katayama
consiguió un permiso especial para ingresar y recorrer la cautivante urbe
pétrea”.
Andina recuerda que Machu
Picchu fue designado en 1983 Patrimonio de la Humanidad, gracias a la gestión
realizada por el Ministerio de Cultura del Perú, la Dircetur y la Municipalidad
Distrital de Machu Picchu.
La agencia de noticias
británica BBC Mundo se interesó por la historia y la tituló: “El japonés que
esperó 7 meses para ver Machu Picchu y le permitieron entrar solo”.
Explica luego que “Jesse
Katayama iba a visitar Machu Picchu en marzo pero se quedó varado debido al
coronavirus”.
“Ante ello, el gobierno
peruano decidió otorgarle acceso después de que el japonés presentara una
solicitud especial”, añadió el despacho de la BBC.
Así, prosiguió, “el
turista japonés esperó casi siete meses para visitar el histórico santuario
inca de Machu Picchu en Perú”.
Por su parte, la
agencia Reuters difundió: “Perú abrió las ruinas de Machu Picchu para un solo
turista japonés después de esperar casi siete meses para ingresar a la
ciudadela inca”.
Y la agencia France Presse
informó: “Un japonés, primer turista que visita Machu Picchu en siete meses”.
Señala que “Katayama
planeaba pasar solo unos días en Perú, pero quedó varado en la ciudad de Aguas
Calientes, cerca de Machu Picchu, a mediados de marzo después de que se
decretara la cuarentena en el país por el brote de coronavirus”.
"Había venido a
Perú con el sueño de poder entrar", dijo el ministro de Cultura peruano,
Alejandro Neyra, en una conferencia de prensa virtual el lunes.
Agregó que se le
permitió a Katayama entrar a las ruinas el sábado, "antes de regresar a su país", con el director del parque.
En un video grabado en
la cima de la montaña Machu Picchu, el turista celebró la esperada visita.
"Es realmente
asombroso, gracias", dijo.
Machu Picchu para él solo
También The New York
Times (NYT) participó de la noticia y publicó: “Después de una espera de 7
meses, este turista se llevó Machu Picchu para él solo”.
Será reabierto al público en noviembre
La información del NYT
recalca que “Jesse Katayama, un turista japonés, no dejó que el cierre de la
pandemia de Perú le impidiera completar el viaje de su vida”.
Recuerda que “antes de
la pandemia, Machu Picchu recibía miles de visitantes al día. Los turistas
suelen tener que solicitar con meses de antelación permisos para entrar en un
camino inca que conduce a la antigua fortaleza”.
“El pase original del
Sr. Katayama estaba programado para el 16 de marzo, y llegó dos días antes, a
Aguas Calientes, un pueblo al pie de la montaña”, agrega.
“Pero dos días se convirtieron en semanas y
luego en meses. Alquiló un pequeño apartamento en la ciudad y pasó el tiempo
tomando clases diarias de yoga, enseñando a los niños locales a boxear, y
estudiando para varios exámenes de certificación de fitness y nutrición
deportiva”, continúa.
Finalmente comenta que “su
paciencia dio sus frutos, y se convirtió en una celebridad local la semana
pasada cuando La República, un importante diario peruano, cubrió su vigilia y
lo llamó "el último turista en Machu Picchu".
(Imágenes de New York Times,
Andina, GettyImages y BBC News)
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