lunes, 9 de noviembre de 2015

El Muro que cayó hace 26 años

Con una ceremonia Berlín
recordó la pared que lo partió
en dos durante 28 años

A diferencia del año pasado, esta vez, solo hubo una ceremonia muy sencilla, a la que no asistió el alcalde de Berlín, que recordó la bulliciosa caída del Muro de Berlín hace 28 años, esa ominosa pared convertida en frontera con garitas de control y fortificaciones y que hoy se ha reducido a una marca en el piso que cruza la capital alemana.

Hace 28 años no era posible este gesto
Los berlineses recordarán siempre a unas 250 personas que murieron al tratar de pasar al lado occidental de su ciudad, dividida por aquel muro levantado por las autoridades de la entonces República Democrática de Alemania con el fin de impedir que más personas –ya lo habían hecho numerosas– huyeran a occidente.

De lo que fue aquel muro ya no queda sino el Museo de sitio Topografía del Terror, en la calle Wilhem donde el visitante puede adquirir libros y fotografías de aquella época y visitar parte de lo que fue el muro, es decir, una frontera, con alojamiento para tropas que después solo exhibirían trozos de concreto y mampostería subterránea detrás de una débil pared de material prefabricado.

Aquí estuvo la pared
El diario El Informador de México hizo hoy una descripción de lo que queda del muro y señala que en el pavimento y señaló que “hay una estrecha franja de adoquín de escasos 20 centímetros de ancho que serpentea discretamente a través de la calle que separa a la Puerta de Brandeburgo del bosque citadino Tiergarten”.

Esa franja a veces cubierta por una capa de cemento, podría pasar desapercibida si no fuera porque los visitantes que llegan a Berlín en cualquier época del año, preguntan por los restos del muro y los llevan a ver dónde estuvo aquella frontera que dividió no solo la ciudad, sino familias enteras y amistades que quedaron repentinamente a uno y otro lado.

En algunas zonas subsiste la franja de ladrillos
Estuvimos en Berlín la lluviosa tarde del 1 de junio, cuando se preparaba la final de fútbol de la Liga de Campeones de Europa y en las cercanías de la Puerta de Brandeburgo se instalaban pantallas gigantes para quienes no hubieran podido conseguir entradas.

Nos mostraron las huellas de la frontera entre las dos Alemanias, franjas en el suelo en algunos de cuyos tramos se lee “Berliner Maurer 1061-1989”, y en otras zonas una sinuosa marca de ladrillos.

Cartel de advertencia convertido en placa histórica
En otra zona de la ciudad, se mantiene el Checkpoint Charlie, delante del cual se conserva un elevado poste con un visible afiche en lo alto que muestra la imagen de un soldado norteamericano y en la otra, la de un soldado soviético.

También hay una placa en inglés, ruso, francés y alemán que advierte que “Usted está dejando el sector americano”, todo lo cual se mantiene como una muestra de lo que no debe ocurrir jamás en la humanidad.

Recuerdo de la pared en las afueras de Berlín
Por la tarde, el Papa Francisco recordó también el aniversario de la caída del muro y clamó por la demolición de todos los muros que dividen el mundo.

“Oremos para que, con la ayuda del Señor y de todos los hombres de buena voluntad, podamos fomentar una cultura del encuentro capaz de hacer caer todos los muros que aún dividen el mundo. Donde hay muros, hay corazones cerrados: hacen falta puentes, no muros”, dijo.

(Fotos de www.podestaprensa.com)

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