sábado, 9 de noviembre de 2013

Dos congresistas matones

Gagó y Kenji retuvieron
indebidamente a enfermera
del Inpe durante 30 minutos

Por de pronto, al preso más caro del Perú, exdictador Alberto Fujimori, le cortaron la posibilidad de ofrecer “entrevistas” telefónicas pero los congresistas de su partido, Julio Gagó y Kenji Fujimori serán denunciados por complicidad en una infracción, la retención indebida de una enfermera del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y abuso de autoridad.

Retuvieron a la enfermera (al fondo) contra su voluntad 
El jefe del INPE, José Pérez Guadalupe, indicó que una de las sanciones a Fujimori Fujimori es el corte de línea del teléfono público que se encuentra en el tópico de su centro de reclusión, informaron medios de comunicación de Lima.

El Diario16 ofreció en su edición de hoy sábado una versión de la forma en que los congresistas Julio Gagó y Kenji Fujimori, hijo del exdictador, retuvieron indebidamente a la enfermera a cargo del tópico cuando quiso informar a las autoridades de la infracción que el recluso perpetraba.

La periodista Amanda Meza de Diario16 refiere que el exdictador se quejó de un dolencia y fue llevado al tópico, donde hay un teléfono público y “lo primero que hace es llamar a la radio para despacharse con un guión político que ya habría estado preparado”.

Kenji de espaldas mientras su papi telefonea
Describe que “la puerta del tópico está abierta, desde el exterior se puede ver al interno Alberto Fujimori cuchicheando por teléfono, concentrado, casi echado sobre el aparato, como ocultándolo. Un agente del INPE se asoma, intenta ingresar, pero hay dos obstáculos”.

Refiere que uno de ellos es una silla blanca de plástico, donde está sentado de espaldas, el congresista Kenji Fujimori. El segundo bloqueo es el legislador fujimorista Julio Gagó, quien ocupa una silla marrón.

“A su lado hay un refrigerador. No hay más espacio por donde entrar. Ambos constituyen una barrera humana, sorda a las correctivas que intentan aplicar los agentes porque el reo no está autorizado para dar la entrevista que en ese momento muchos escuchan en directo por radio”, añade Meza.

Los denunciarán por su matonería
El alcaide del servicio Christian Miranda intentó ingresar pero la barrera Fujimori-Gagó se lo impide.

Diario16 inserta parte del diálogo:

“-Agente: El interno debe colgar el teléfono.

“-Gagó: El interno tiene todo el derecho de hablar. No está dando entrevistas. Solo estamos nosotros, nadie lo está entrevistando.

Luego, el agente mostró el reglamento que indica que el expresidente no podía conceder la entrevista. Gagó, al ver que la cámara lo grababa, trató de aprovechar su investidura y replicó: “No se puede tomar fotos a un congresista”.

“A la 1 y 45, es decir casi 30 minutos después, Fujimori colgó el teléfono, recogió sus moneditas y sus apuntes. Aunque usted no lo crea, lo siguiente fue decirle a la enfermera: "ahora sí, mídame la presión". Seguía su show. Recién entonces su hijo Kenji y el congresista se pusieron de pie. Habían cumplido con su cometido.

Amanda Meza prosigue: “Un hecho que las autoridades del INPE han denunciado como gravísimo es lo sucedido con la enfermera de turno en el tópico, Susan Arizábal, quien en su informe rutinario ha detallado cómo los congresistas fujimoristas obstaculizaron su trabajo”.

Se zurraron en el reglamento carcelario
“El testimonio que consta en el reporte entregado (por la enfermera) a la directora del penal de Barbadillo señala: ‘Al escuchar que el interno Fujimori mencionó la palabra ‘amigo radioyente’, le dije que no debe dar entrevistas a un medio de comunicación. Los congresistas (Fujimori y Gagó) me dicen que el interno tiene derecho a hacer uso del teléfono público y que me abstenga de comentarios”.

La enfermera indica, asimismo, que “al intentar salir y dar cuenta de la situación (a los agentes), los congresistas permanecieron sentados, sin tener (yo) la posibilidad de salir de ese ambiente, con lo cual me quedo en esa área hasta el final de la llamada”.

“… en instantes en que se realizaba la llamada se apersonaron el encargado del pabellón, Jefe de División de Seguridad, Administrador, Alcaide del Servicio quienes intervinieron inmediatamente para impedir que el reo Alberto Fujimori continúe haciendo la llamada; observé que los servidores pedían a los congresistas les permitan ingresar, a lo que hicieron caso omiso”, dice el informe de Susan Arizábal.

También existe un informe de la directora del penal, Katty del Águila, quien señala que cuando Kenji Fujimori y Julio Gagó ingresaron a la Diroes, en ningún momento comunicaron a las autoridades qué acciones de “carácter oficial” tenían que cumplir ese día y “lejos de ayudar a encaminar a su líder en el respeto de las leyes, avalaron su rebeldía”.

Ahora es un desafiante paciente japonés
Según el presidente del INPE, Pérez Guadalupe, la conducta del exdictador ha variado en la última semana cuando comenzó a demostrar reiteradamente “una actitud de retar al sistema penitenciario y al gobierno”.

Afirmó que el reo tendrá una sanción que será anunciada dentro de 15 días y que en las próximas horas el teléfono público que tiene en el tópico, que sirve solo para el recluso, será trasladado a otro lugar del penal.

Tanto las fotografías como videos sobre la criticable prepotencia de los congresistas Gagó y Fujimori, han determinado reacciones adversas por su conducta propia de matones que abusan del poder que poseen.

Prisión VIP de 800 m2. para reo especial (*)
El parlamentario Rennan Espinoza presentó una denuncia ante la Comisión de Ética para que los congresistas Fujimori y Gagó reciban la sanción que corresponde por interrumpir la labor de agentes del INPE que intentaron impedir la infracción del reglamento por el exdictador Fujimori.

Los cargos que se imputan a los dos legisladores son usurpación de la función pública y abuso de autoridad, por “haber infringido claramente el marco establecido por el reglamento del parlamento, las leyes penitenciarias y el código de ética parlamentaria”.

El exdictador Alberto Fujimori purga una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, corrupción y secuestro agravado. Ha sido calificado como el preso más caro del Perú por las ventajas de que goza en un amplio espacio que algunos analistas llaman  una prisión VIP.

(*) Infografía de La República) 


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