“Somos seres sin explicación”

César Hildebrandt opina que

“por eso mismo requerimos

de un sueño para seguir viviendo”

En su nota editorial de hoy (20 de mayo de 2017), el semanario Hildebrantdt en sus trece (H13) cuyo autor y director, César Hildebrant titula Rebeldía, hace confesión de sus motivos descreencia ante la situación actual del mundo y de la realidad peruana, con cuyos planteamientos no pocos peruanos nos sentimos identificados.

Dice lo que muchos piensan

Al final de la nota, el periodista escribe: “Me interesa muy poco la tecnología al servicio de la banalidad. Y el consumo que se confunde con la felicidad. Sé que somos seres sin explicación navegando en una esfera rocosa hacia la nada, pero por eso mismo es que requerimos de un sueño para seguir viviendo.

Añade: “Y no hay sueño mayor que el de cierta justicia, el de cierta compasión, el de cierta empatía. En suma, no me sumo. Cultivo mi rebeldía. La cuido y la protejo. Ella me hace estar vivo. La amo. Sé que estará siempre a mi lado”.

En sus primeros párrafos expone su punto de vista sobre el mundo y señala que “no puedo creer, por más que me lo digan desde muchos medios conservadores, que Trump sea un patriota radical y que Macron (el nuevo presidente francés), con sus recetas de ultra liberal, salvará a Francia del encono social y la atrofia económica”.

Tampoco, prosigue “puedo creer que Siria sea la encarnación del mal, sobre todo si pienso que Occidente hizo tanto por desatar la guerra civil en aquel desgraciado país”.

Toca la tragedia de Venezuela que día a día se desangra en demostraciones severamente reprimidas por el régimen de Nicolás Maduro y dice:

Un cretino peligroso

“Y tampoco creo que la oposición venezolana esté presidida por alguna Juana de Arco salida del lago Maracaibo, a pesar de estar seguro de que Maduro es un cretino peligroso”.

La dictadura de "un cretino peligroso"

“Y creo menos en la alharaca antibélica desatada contra Corea del Norte por aquellos que hacen sus necesidades sobre el derecho internacional y bombardean países como si fueran campos de entrenamiento militar”, subraya seguidamente.

“Me resisto a la manada, al balido estoico de las multitudes hipnotizadas mundialmente por la prensa de Murdoch y, aquí. por la prensa de la

concentración y la ignorancia”, proclama a continuación.

Y se enfurece: “A mí que no me vengan con cuentos. Que no vengan a decirme que debemos sentimos culpables por haber encarcelado al megadelincuente de Alberto Fujimori, ladrón y mandante de asesinos, corruptor metastásico del Perú, secuestrador de instituciones, vil hasta donde la vileza merece otros nombres que aún el idioma no ha podido encontrar”.

Los dineros del SIN

Con la plata del SIN

“Que no me digan que su hija favorecida con los dineros negros del SIN tanto como sus hermanos, es una señora respetable que fundó un partido distinto al que su padre usó como pantalla”.

En el mismo tema sobre Fujimori y el fujimorismo, Hildebrandt hunde el dedo en los crímenes atribuidos antiguo “capitán Carlos” de la base contrasubversiva de Madre Mía en la selva y hoy expresidente Ollanta Humala.

“No me digan que los fujimoristas están preocupadísimos por lo sucedido en Madre Mía cuando todos sabemos que autorizaron siempre los crímenes de Estado del decenio de Alberto Kenja”.

Mató bajo órdenes del exdictador

“Y si el capitán Carlos mató, como todo lo indica, ¿a qué régimen servía en 1992?”, reconviene Hldebrandt para recordarnos que entonces gobernaba el exdictador condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción.

Pasa al actualísimo tema de Odebrecht y sus corrupción intercontinental: “No me digan que Graña y Montero no sabía que sus íntimos socios coimeaban”.

“No me digan que China es respetable y que los Estados Unidos son respetables y que la Federación Rusa es respetable. Ni me vayan a decir que la Unión Europea es respetable”, fustiga luego.

Puede uno estar de acuerdo o no, sumirse en el cómodo olvido, pero H13 no lo quiere permitir. Hay que leer el artículo completo en la edición del semanario que hoy salió a los quioscos.

(Imágenes de H 13, prensa local y archivo)

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