martes, 4 de octubre de 2016

Descubrió planta de ‘reciclaje’ celular

Biólogo japonés ganó Premio
Nobel de Medicina por estudio
sobre autofagia de las células

Una “planta de reciclaje” en el organismo humano procesa los componentes desechados de las células, virus y bacterias resultantes de infecciones pasadas y los transforman en los 200 o 300 gramos de proteínas que el cuerpo humano necesita diariamente.

Ohsumi descubrió la 'planta de reciclaje' humana
Así es aproximadamente como los científicos definen a la autofagia de las células, actividad según la cual, “los lisosomas (orgánulos celulares) se comen componentes dañados o tóxicos presentes en las células, como proteínas ‘viejas’ y otros orgánulos, los ‘reciclan’ o transforman en elementos como los aminoácidos, que son la materia prima para producir nuevas proteínas”, describió un informe de la BBC Mundo.

Robin Keteller, director del grupo de investigación de la autofagia del University College de Londres (UCL), en el Reino Unido, explicó a la BBC que se trata "del sistema digestivo de las células" por el cual "se generan proteínas jóvenes y frescas".

La BBC recordó que “a mediados de los años 50, el científico belga Christian de Duve descubrió los lisosomas”, que son “orgánulos celulares capaces de ‘digerir’ grandes cantidades de proteínas, carbohidratos, lípidos, e incluso otros orgánulos celulares”.

Ya se conocía la 'autofagia'
Duve acuñó el término autofagia para denominar a los procesos que realizan los lisosomas y en 1974 ganó el Nobel de Medicina por sus hallazgos.

Explicó que esos “corpúsculos también se dedican a reciclar los desechos de las células para convertirlos en material útil”, dijo la BBC.

Recordó luego que “en los años 90, el biólogo japonés Yoshinori Ohsumi empezó a usar células de levadura de pan para estudiar y entender mejor la autofagia” y “logró identificar los genes y los mecanismos que regulan el proceso en los hongos y comprobó que eran similares en las células humanas”.

Los lisosomas convierten desechos en proteínas
“El trabajo de Ohsumi permitió saber que la degradación y reciclaje de componentes celulares es vital para que se cumplan ciertas funciones fisiológicas” y determinó que “la autofagia es esencial cuando la célula ‘tiene hambre’ o necesita energía”.

Zierath Juleen, miembro del comité del Nobel en Estocolmo, Suecia, dijo que el trabajo del biólogo Ohsumi "mostró que los lisosomas no eran un lugar de desechos, sino una planta de reciclaje de proteínas dañadas o antiguas para que puedan reutilizarse".

Esta función disminuye las consecuencias negativas del envejecimiento, según el Instituto Karolinksa, porque “la autofagia también puede eliminar los restos de bacterias y virus después de una infección”.

“Las fallas en la autofagia están vinculadas con enfermedades como el Alzheimer”, destacó la agencia.

El proceso ayuda a retardar el envejecimiento
Zierath le dijo también a la BBC que "sin la autofagia, nuestras células no sobrevivirían. La necesitamos para deshacernos de moléculas invasoras".

Y advirtió que como una consecuencia natural, “cuando la autofagia falla, las moléculas tóxicas aumentan y se pueden producir enfermedades como el mal de Parkinson, el Alzheimer, la diabetes tipo 2 y el cáncer”.

También señaló que “la autofagia contribuye al desarrollo embrionario y la diferenciación celular durante el crecimiento de los fetos”.

Según el Instituto Karolinska, "Oshumi generó un enorme interés en la autofagia y ahora es una de las áreas más intensamente estudiadas en la medicina", concluyó la BBC.

Yoshinori Ohsumi recibirá el Premio Nobel de Medicina 2016 el 10 de diciembre en Estocolmo, Suecia.

(Fotos de GettyImages, Science Photo Library, difundidas por BBC Mundo)

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