miércoles, 12 de agosto de 2015

La vieja coima del 10 % en Arequipa

Denuncia del diario La República
destapa la forma en que el Gobierno
Regional compra bienes más caros

Nota del editor - Merece un aplauso la denuncia hecha por el diario La República, edición de Arequipa, luego de una investigación realizada por su redactora Zenaida Condori Contreras y que deja al descubierto una corrupción que era conocida como una ley no escrita entre instituciones públicas compradoras de bienes y servicios y proveedores. La información de La República toca esta vez al Gobierno Regional de Arequipa, pero es sabido que en numerosas instituciones públicas -no solo de Arequipa- ese vicio se mantiene desde tiempos inmemoriales.

Ya era sabido que el funcionario encargado de dar su visto bueno para compras de bienes o servicios recibía, sin recibo ni documento alguno que pudiera servir para una denuncia posterior, su “diez por ciento de ley” o "diezmo", según una norma no escrita pero cumplida escrupulosamente por compradores y proveedores.

Destapando un viejo vicio
Esta vez, La República, edición de Arequipa, luego de una investigación de su periodista Zenaida Condori Contreras, ha puesto a la luz de la sociedad, aquel vicio que, es de desear, acabe con esa modalidad de corrupción que es conocida por todos y no era denunciada por nadie.

Según  el diario, un grupo de proveedores “cuya identidad se mantiene en reserva, dio más luces de cómo se inflan los precios de algunos bienes y se direccionan las compras” en el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) mediante una práctica en que “los proveedores beneficiados devuelven el favor dejando un soborno de 10%”.

Lo positivo es que en misma información, destaca que “el Consejo Regional de Arequipa conformó una comisión especial para investigar las adquisiciones efectuadas en la gestión de la gobernadora Yamila Osorio” y que “para el equipo de trabajo hay claros indicios de irregularidades en la compra de materiales de construcción”.

Condori Contreras consiga también que “el presidente de la Comisión, Jacinto Rosas, dijo que revisarán más de mil compras y 200 procesos de selección”.

El periódico “revisó decenas de compras de menor cuantía”, en las que las compras se realizan directamente por no superar el monto de tres Unidades Impositivas Tributarias (S/. 11,550) parta cuya adjudicación “no hay obligación de convocar a un proceso. Sólo cotizar y elegir la propuesta más ventajosa”.

Investigan compras durante su gestión 
Por ejemplo, añade La República, “la orden de compra N°0338  de fecha 12 de marzo, pertenece a la ferretería de Roy Salcedo. El documento detalla seis productos y el total se valoriza en S/.11,279”.

En la descripción se precisa la compra de “68 galones de pintura color tabaco marca Látex Pato, precio unitario S/.33.50 y un total de S/2,278”.

Pero “en el mercado, esa pintura cuesta S/. 25.70 y se debió pagar  S/. 1,747”, precisa la información de Condori.

“Los proveedores indican  que tratándose del GRA ellos hubiesen ofertado S/. 24 por unidad, pero no los dejan participar. Los cotizadores solo consultan a tres empresas de su confianza y las órdenes salen casi con nombre propio”, añade y pone al descubierto un claro favoritismo que debe tener alguna razón de peso. 

La periodista refiere luego: “En la orden también figuran 98 galones de pintura (blanco crema) marca Vencelátex a S/. 51.70, haciendo un total de S/. 5,066. En el mercado el precio de Vencelatex está a S/. 42. La República llegó hasta la ferretería Salcedo ubicada en la calle Piérola. El propietario nos cotizó el mismo producto a S/. 40. Es decir Salcedo, tiene dos precios distintos del mismo producto: uno para el público y 12 soles adicionales para el GRA”. 

Debe manejarse con transparencia
Era conocido que los negocios con las entidades públicas tenían una norma conocida por proveedores grandes y pequeños, según la cual debían consignar como parte del presupuesto un diez por ciento sagrado destinado a la persona o personas que firmaran la buena pro o la compra grande o chica.

El diez por ciento se aplicaba a gastos generales o algunos rubros de dudosa comprobación y salía a manos de los adquirentes del servicio o autorizadores de la compra sin recibo. Que no quede huella, parecía ser una religión en esas transacciones.

La República ha tenido la valentía de destapar este feo asunto. Felicitaciones a la periodista Zenaida Condori Contreras por la profesionalización demostrada en su pesquisa que le ha permitido llegar a descubrir algo que todos sabían pero callaban por falta de pruebas, por no comprometerse o por simplemente sujetarse a esa malévola convicción de que “eso no lo cambia nadie”.

Deseo de todo corazón que lo que han destapado la colega Zenaida y La República sirvan para acabar con aquella mala ley del “diezmo” que eleva injustificadamente los costos de las obras públicas.

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