martes, 21 de mayo de 2013

Videla en busca de una tumba


Rechazan que genocida
sea enterrado en Mercedes
donde tiene mausoleo propio

Nota - El siguiente informe, escrito por la periodista Laura Vales, fue tomado del diario Página 12 de Buenos Aires y describe con maestría el ambiente que rodea al próximo sepelio del exdictador argentino Jorge Rafael Videla, muerto el pasado 17 en la prisión donde purgaba una condena por crímenes de lesa humanidad.

Por Laura Vales

Los vecinos de Mercedes no quieren que Jorge Rafael Videla sea enterrado en su cementerio. La versión de que su cuerpo podría ser llevado al panteón que tiene ahí su familia movilizó a las fuerzas políticas y organismos de derechos humanos, que salieron a repudiar la figura del dictador.
Colocan carteles con la lista de las víctimas
La Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad colgó de lado a lado en la entrada del cementerio 22 paneles en los que se puede leer la historia de los desaparecidos mercedinos. Los carteles van a quedar en el lugar, para que si Videla es llevado al panteón, el cortejo deba pasar junto a los nombres de sus víctimas.

El cementerio es municipal y muy antiguo. Casi todas las familias que tienen o tuvieron peso en Mercedes cuentan con un mausoleo propio. Los Videla tienen uno donde están los restos del padre del dictador, Rafael Eugenio Videla, y le quedan dos sitios libres.

No necesitan de la autorización del municipio para llevar ahí el cuerpo, aunque sí deben informarlo previamente. Hasta ahora no han realizado el trámite.

Ayer, el juez federal Pablo Salas notificó a la familia de Videla que a partir de las 16 podían retirar el cuerpo para su inhumación, aunque como la causa sobre el fallecimiento todavía está abierta, no tienen autorización para cremarlo.

Murió el viernes

El informe preliminar de la autopsia determinó que Videla murió el viernes como consecuencia de un paro cardíaco derivado de las lesiones y fracturas que sufrió cinco días antes, al caerse cuando se bañaba. 
Videla no tendrá honores militares
Según el estudio, Videla tuvo el domingo “una caída mientras se duchaba en uno de los baños del Penal de Marcos Paz, que le habría producido fracturas en el pubis y en una de sus costillas”.

El preso estaba tomando medicación anticoagulante, lo que, con las fracturas provocadas por la caída, le produjo una hemorragia interna que derivó en un paro cardiaco.

El juez Salas ordenó, junto con la autopsia, una serie de estudios complementarios, entre ellos uno toxicológico, que estará terminado recién dentro de 20 días. Por esto, los familiares no tienen autorización para la cremación, como era su intención inicial.

En el juzgado no descartan, por otra parte, la posibilidad de que la familia pueda pedir nuevas pericias, por lo que los restos no pueden incinerarse.

Para llevarles una flor

Las reacciones ante la posibilidad de que sea llevado a Mercedes atravesaron todo el arco político de la ciudad. Desde La Cámpora, Eduardo “Wado” de Pedro, parte de una familia mercedina con varios desaparecidos, no se opuso a que sea enterrado allá, pero apuntó que le hubiera gustado que el represor “dijera dónde están enterrados los cuerpos de nuestros familiares desaparecidos para poder llevarles una flor, cosa que no podemos hacer nosotros y sí podrán los familiares de él”. 
Quisieran llevar una flor a sus víctimas
“No tengo resquemor de que esté en Mercedes, porque cuando uno muere, se terminó quien era”, dijo en el mismo sentido Juan Carlos Benítez, actual edil de Mercedes y ex detenido-desaparecido del centro clandestino El Vesubio. Otros vecinos pidieron a través de las redes sociales a la intendencia “que haga algo para que no traigan” a Videla al cementerio local.

El tema es especialmente doloroso porque en el cementerio donde está el panteón de la familia Videla están tres de los padres palotinos asesinados en la masacre de San Patricio: Pedro Duffau, Alfredo Leaden y Alfredo Kelly, recordó ayer el director de Derechos Humanos local, Marcelo Melo.

Sus nombres, junto con una reseña de cómo murieron, están entre los paneles que la intendencia mandó a instalar ayer en la puerta, en una mañana fría y nublada. “Hasta ahora habíamos usado los paneles como muestra itinerante. Los llevamos al cementerio después de hablar con la gente de la Comisión de familiares y amigos de desaparecidos, con la intención de hacer un gesto que mostrara que tenemos memoria y estamos a favor de la justicia”.

Videla ya era persona no grata en Mercedes, la ciudad donde había nacido el 2 de agosto de 1925. En 1998, el Concejo Deliberante, por unanimidad, había votado esa declaración de indeseable, que compartía con Emilio Eduardo Massera.


Allí nació pero no vivió

El dictador no había vivido en Mercedes muchos años, ya que ingresó muy joven a la escuela militar. Cuando era presidente de facto hizo una visita oficial que estuvo rodeada de la acostumbrada fanfarria que acompañaba sus llegadas a las ciudades del interior; pero tras la caída de la dictadura, verlo en las calles de la ciudad donde vive su única hermana, María Videla de Espil, no fue lo habitual.

Murió en la prisión donde purgaba sus crímenes
En el debate hubo dirigentes que se mostraron abiertamente en contra de que la tumba de Videla se instale en su ciudad. “No queremos que Mercedes se convierta en el lugar de paseo y reverencia de la derecha fascista, ni que el genocida sea enterrado al lado de compañeros que perdieron la vida durante su dictadura”, planteó José Luis Pisano, del Partido Socialista.

En el local de su partido, conocido como la Casa del Pueblo, durante la tarde se reunieron los dirigentes de la izquierda local para discutir una respuesta común. Acordaron realizar, mañana a las siete de la tarde, un acto en la plaza principal para repudiar a la figura de Videla. Además del socialismo participarán el Partido Comunista, Nuevo Encuentro, la asamblea popular de Mercedes, el Partido Obrero y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.

“Estamos satisfechos de que Videla haya muerto condenado”, sostuvo José Lasalle, de la Liga, en ese sentido, “pero al mismo tiempo no debemos olvidar que su muerte no es un punto y aparte, porque hay que continuar con las investigaciones. Desgraciadamente murió sin dar ninguna información con respecto a tantos nietos de los que no sabemos el paradero”.

(Tomado de Página12)

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