miércoles, 26 de noviembre de 2014

La mala suerte del octavo puente

Puente Chilina de Arequipa, el más
largo del país, perdió sus tuercas

Cerrado después de su masiva ceremonia de inauguración, el Puente Chilina, en la que la gestión de Juan Manuel Guillén Benavides tenía cifrado su prestigio de constructor y buen administrador, ha nacido con tropiezos a la vida pública y debió ser cerrado poco después de aquel acto porque unos ladrones atentaron contra su seguridad al robarse unas tuercas de las barandas.

Puente Chilina: le robaron las tuercas
El Chilina es el octavo puente que cruza el río Chili en diversos puntos de la provincia de Arequipa, su construcción importó una inversión de 245 millones de soles y es el de mayor extensión en el país, según informes de los constructores.

Hay otros puentes en Arequipa, que tienen larga vida y probablemente mantengan su supervivencia durante muchos años más.

El más antiguo parece ser el puente Bolognesi, que hoy que une la ciudad con el distrito de Yanahuara en la zona de la Antiquilla, y según el historiador Percy Eguiluz Menéndez, se originó como “un puente colgante prehispánico construido por las etnias que habitaban el valle del río Chili”.

Bolognesi: Nació como puente colgante incaico
Eguiluz añade en un artículo publicado por el diario El Pueblo, que “sabemos de su existencia en base a la información de acuerdos de cabildo de Arequipa para construir el puente colonial o actual Bolognesi, pues el 13 de diciembre de 1549 los miembros del cabildo acordaron pedir información a los caciques sobre la construcción del puente colgante incaico, porque se encontraba deteriorado”.

La historia indica que “el puente empezó a construirse entre la barranca de la ciudad y las tierras de los caciques de la chimba en 1558, según estudios de la licenciada en historia Rocío Villaverde Retamozo y el doctor Guillermo Galdos Rodríguez, ya desaparecido, señala Eguiluz.

Arequipa tiene entre sus puentes urbanos al Puente Grau, que también une el centro histórico con el distrito de Yanahuara, en una espectacular zona del río,desde donde es posible dominar el paisaje que muestra en todo su esplendor los volcanes Misti y Chachani.

El historiador Eguiluz recuerda que “empezó a construir en 1884, según la memoria municipal de ese año, por el arquitecto Juan Rodríguez, para lo cual la Municipalidad adquirió la quinta Vargas y de Sánchez en ambos lados del río para la apertura de la calle”.

Grau, por sus ojos pasan el río y una gran avenida 
Cita al diario La Bolsa de 1863 y añade que “este puente estuvo varios años en construcción debido a inconvenientes como falta de presupuesto, desastres naturales como el terremoto del 13 de agosto de 1868, aumento de caudal del río, y la Guerra con Chile”.

Hoy, el Puente Grau es una de las vías más transitadas pues es de una sola vía, y constituye la salida directa del centro y los distrito de Miraflores y Alto Selva Alegre, hacia los distritos del norte, donde se encuentra el aeropuerto internacional Alfredo Rodríguez Ballón.

Bajo Grau: A veces el río pasa sobre el puente
Vecino del Puente Grau es el llamado Puente Bajo Grau, que conecta los sectores del norte de la ciudad, con la avenida La Marina, de dos carriles y una sola dirección que constituye una vía de entrada al centro desde los distritos del norte.

El tercero de los puentes tradicionales de Arequipa, por decirlo de alguna forma es el Puente de Fierro, que en sus orígenes fue de madera y sirvió como parte de la ruta ferroviaria entre Arequipa y las ciudades de Juliaca, Puno y Cusco.

Cuando terminó la construcción de la ruta ferroviaria en 1871, recuerda Eguiluz, “se empezó a realizar la línea que uniría la Ciudad Blanca con Puno”. El diario La Bolsa del 4 de julio de 1871, citado por Eguiluz, da cuenta de que el 29 de junio “se estrenó el puente provisional de madera que unirá la línea del ferrocarril de Puno en las dos orillas”.

Puente de Fierro comenzó de madera para los trenes
“El puente actual, de fierro, fue fabricado por la Phoenix y Co. de estados Unidos, y construido por Enrique Meiggs, fue traído en barco hasta Mollendo y luego a nuestra ciudad para ensamblarlo en 1872”, añade Eguiluz.

Al oeste de Arequipa, el Puente de Tingo, en el balneario del mismo nombre, forma parte de la antiguo tramo de la carretera Panamericana que unía la ciudad con localidades de la costa. Es una vía de paso de estructura modernaque da ingreso y salida a los transportes urbanos entre Arequipa, Sachaca, Tiabaya y otros sectores de la zona.

Puente de Uchumayo, rodeado de singular paisaje
Otro puente de edad respetable y de singular belleza, es el Puente de Uchumayo, que unía un antiguo camino entre Arequipa y localidades de la costa. Según el arqueólogo Augusto Cardona, citado por Eguiluz, en tiempos de la Colonia se denominó a esa vía “Camino real” o de “Calderas”; y en este lugar “se construyó un puente de un solo arco, levantado sobre dos peñas” en 1704

Eguiluz enriquece la información e indica que “cruzando este puente se ascendía hasta el cerro ‘Trinchera’, donde el arqueólogo Cardona ubicó una barricada levantada posiblemente en 1836 en tiempos de la Confederación Perú-Boliviana, cuando se enfrentaron en este lugar el ejército de Santa Cruz con el de Salaverry”.

Muestra algunas heridas causadas por los terremotos
Aún es posible ver el puente de Uchumayo, construido absolutamente de sillar, desde el puente vecino que forma parte de la carretera Panamericana. Su estructura parece haber sufrido el impacto de terremotos porque se halla resquebrajado en varios puntos.

El Puente San Isidro se construyó entre 1961 y 1966 y formó parte de la llamada Variante de Uchumayo, que forma parte de la Panamericana Sur. Desde ese puente, el viajero curioso que se ubique en un asiento de la izquierda en algún ómnibus puede ver por unos segundos, el hermoso Puente de Uchumayo, cuya estructura blanca brilla al sol en contraste con las aguas que corren bajo su único arco, entre las dos quebradas que parecen sostenerlo para siempre
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