lunes, 15 de diciembre de 2014

Dalai Lama no pudo ver a Francisco

Secretario del Vaticano negó
entrevista del Papa con
el líder espiritual del Tibet

El Papa Francisco negó una entrevista con el Dalai Lama, debido a que ello podría “crear problemas entre China y el Vaticano”, explicó ayer una portavoz del líder  espiritual tibetano”, informaron despachos de agencias noticiosas difundidos en las últimas horas.

El Dalai Lama con Juan Pablo II
Los informes indican que la vocera del líder espiritual tibetano Silvia Negri, "pidió audiencia" con el papa Francisco, pero su secretario de Estado Pietro Parolín le dijo que "podía causar problemas entre China y el Vaticano".

Por su parte, el Dalai Lama dijo con cierto tono sarcástico: "Soy un hombre pacífico, pero hay gente que me evita. No hay problema. Lo acepto".

La respuesta fue ofrecida por el Dalai Lama a los periodistas durante una rueda de prensa en el marco de la XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, por la que viajó a Roma.

El portal Infobae dijo que “Pekín critica a todos aquellos líderes que se reúnen con el Dalai Lama, como le ocurrió en 2012 al primer ministro británico, David Cameron, cuyo encuentro con el líder tibetano fue considerado por las autoridades chinas como una ‘afrenta’”.

Estuvo en una reunión en Roma
Tanto China como la Santa Sede han manifestado su voluntad de mejorar sus relaciones diplomáticas, el papa Francisco prefirió no generar tensión. En China existen entre ocho y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano.

El Dalai Lama se encuentra en Roma donde participa en la XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, que concluyó ayer y a la que no acudió el Papa, quien solo envió una comunicación que fue leída durante la ceremonia de apertura.

La historia del Tibet está llena de invasiones. La última que subsiste hasta hoy fue realizada por China, después de que en 1949, el ejército de Chang Kai Sek, retirara de Lhasa la guarnición de tropas nacionalistas que mantenía allí.

La flamante República Popular China, liderada por Mao Tse Tung, inició entonces una reclamación territorial y anunció que sus tropas “liberarán” el Tibet de los invasores extranjeros para “reintegrarlo a la tierra madre”.

Tropas chinas en el Tibet
Las tropas de Mao, unos 80 mil soldados, entraron en el Tibet sin dificultades, e impusieron un acuerdo por el cual China se hacía cargo de la defensa y la política exterior del país, hasta entonces a cargo del Dalai Lama y sus monjes funcionarios, a quienes dejan solo facultades de política interna, que ellos deben desarrollar desde la capital Lhasa.

Posteriormente, en 1950, las tropas de Mao entran en Lhasa y ocupan el país y en la práctica lo anexan a Pekín. Seis años después China crea la Región Autónoma del Tibet lo que causa un levantamiento del pueblo tibetano que se organiza en guerrillas para luchar contra la ocupación y la creación de comunas populares de estilo maoísta.

Los guerrilleros fueron aplastados por el poderío militar chino pero el 10 de marzo de 1959 se produjo una gran manifestación contra el régimen chino que fue reprimida con fuerza tan desproporcionada que murieron “miles de tibetanos”, según diversos informes.

El Dalai Lama debió huir y se refugió primero en Nepal y luego en la India, desde donde emprendió una lucha diplomática a través de las Naciones Unidas que emitió varias resoluciones a las que el gobierno chino hace caso omiso.

Las protestas son permanentes
El Tibet tiene un subsuelo inmensamente rico, pero aparte de ello, está ubicado en un lugar estratégico para un eventual conflicto que comprometa a China. Analistas internacionales señalan que el 25 por ciento de los misiles intercontinentales que posee China se encuentran instalados en diversos lugares del Tibet.

Además, China utiliza el territorio tibetano, “un ecosistema único en el planeta”, según los especialistas, como “vertedero de material radiactivo y muchos bosques han sido talados de manera indiscriminada para la obtención de madera que nunca se queda en el país”.

Cuando en marzo de 2013, el Dalai Lama se enteró de la elección de Francisco, le envió de inmediato su felicitación.

"Me gustaría ofrecerle mis saludos y sentido de alegría sobre su histórica elección como el Papa”, dijo y añadió que “aunque yo no sea muy familiar con muchos santos católicos, realmente sé de San Francisco. He visitado Assisi (Asís) y he atendido a reuniones interreligiosas allí. Su disciplina, la simplicidad de su modo de vivir y su amor por todas las criaturas son calidades que encuentro profundamente inspiradoras. Me conmueve saber que este es el nombre (que) usted ha escogido para su papado”.


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