Congresista
lo retiró
porque
también tenía
faltas
ortográficas
No duró
24 horas el proyecto de ley que presentó y retiró el congresista Marco Falconí que
pretendía sancionar hasta con multas las faltas de ortografía que se encontraran
en diarios, semanarios y revistas.
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| Proyecto con fallas de concordancia |
Los comentaristas
burlones opinan que el erario hubiera podido hacerse rico a costa de las multas
impuestas a las empresas periodísticas por las fallas al lenguaje encontradas
en sus ediciones.
El
congresista Falconí acaba de sufrirun serio contraste en su vida política porque
quiso renunciar a su curul en el Congreso para postular a la presidencia de la
Región de su tierra natal, Arequipa, algo que no pudo concretar porque su cargo
es renunciable.
En
defensa de su proyecto, Falconí ha dicho a los medios de comunicación que se busca multar a los medios de comunicación impresos por las “faltas
ortográficas de sus informaciones porque es preocupante que alguien pueda
pensar que el lenguaje no tiene importancia”.
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| Resignado a que retiraran su proyecto estrella |
Añadió
que “sí tiene mucha importancia, al igual que las matemáticas, y tiene tanta
importancia que lo tenemos como asignatura obligatoria desde que comenzamos a
estudiar hasta la universidad. El proyecto sí tiene importancia para el
lenguaje”, declaró.
Pero el
proyecto tuvo mala suerte. Le descubrieron
siete faltas de ortografía en los primeros párrafos y este fue el punto
de partida para comentarios que sonrojaron a los miembros del grupo político Unión
Regional quienes lo retiraron de inmediato.
La
propuesta de Facolní facultaba al Instituto Nacional de Defensa del Consumidor
y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) a revisar la “la correcta escritura de
las publicaciones” incluidos los anuncios publicitarios y a aplicar multas que oscilan
entre el 1 % de la Unidad Impositiva
Tributaria (UIT), actualmente fijada en 3,800 soles (unos 1,200 dólares) para
la primera vez de la infracción.
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| Perú.21 le descubrió siete faltas |
En caso
de “reincidencia”, añadía el proyecto, las sanciones serían mayores ya que se
tomaría en cuenta “la cantidad de faltas ortográficas y el tiraje de la
edición, pero en ningún caso podrá exceder al 50 % de una UIT”.
Comentaristas
oficiosos intervinieron para señalar que Indecopi habría podido llenar sus
arcas con las multas sugeridas, y que, en justicia, el proyecto debiera haber
contemplado que ellas fueran compartidas con eventuales denunciantes no solo de
faltas ortográficas en medios escritos.
Porque,
señalaron, Falconí no solo debió involucrar a los diarios, semanarios y
revistas, sino también a quienes desde los medios audiovisuales, cometieran
atropellos al lenguaje en dicción, construcción y concordancia.
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