Sismos y actividad de volcán
Sabancaya causan alarma en
pueblos del Cañón del Colca
Siete distritos de la provincia de Cailloma, fueron
declarados en emergencia por el Consejo Regional de Arequipa, ante los daños sufridos
en los últimos días, cuando la zona, donde se encuentra el famoso Cañón del Colca, fue sacudida por sismos, el más grave de los cuales llegó hasta 5.1 grados en la escala de Richter y causó numerosos daños en más de 500 viviendas, carreteras y sistemas de riego.
Huambo sufre consecuencias de los sismos |
El estado de emergencia rige sobre Huambo, Cabanaconde,
Lari, Maca, Madrigal, Tapay y Choco, los más afectados por los temblores del
último martes y maquinaria pesada del ministerio de Transportes inició trabajos
para despejar las vías que los mantenían aislados por derrumbes causados por
los fenómenos.
El Consejo Regional de Arequipa tuvo en cuenta el colapso
de decenas de viviendas y la obstrucción canales de regadío y la interrupción
de carreteras.
La medida regirá durante 60 días sobre distritos de
Huambo, Cabanaconde, Lari, Maca, Madrigal y Tapay; en Cailloma y en la
provincia de Castilla el distrito de Choco, que se encuentra incomunicado tras
los deslizamientos que obstruyeron la carretera a Cabanaconde.
Cabanaconda en mirada de pájaro |
El presidente del Consejo Regional, José Cárcamo, señaló
que la medida permitirá realizar adquisiciones en forma directa para atender de
manera inmediata a la población afectada por el movimiento telúrico.
El funcionario del Instituto Geológico Minero y
Metalúrgico (Ingemmet), Domingo Ramos Palomino, a cargo de monitorear la
evolución de la actividad del cercano volcán Sabancaya dijo que los pueblos de Cabanaconde,
Huambo, Lari, Tapay y otros se hallan “dentro del radio de influencia” del
volcán y que los recientes sismos “están asociados a la actividad del volcán”.
En efecto, las zonas afectadas por los sismos en la
provincia de Cailloma, se encuentran dentro del área de la “crisis sísmica”, entre
12 y 20 kilómetros al sureste del Sabancaya, que en febrero pasado expulsó
fumarolas que se elevaron entre 400 y mil metros de altura.
Mantiene sus fumarolas desde febrero |
Ramos acentuó que los recientes sismos no son “un
detonante que vaya a indicarnos que ya el volcán va a erupcionar” y que el
volcán solo presenta “alteración en la actividad física, mas no variaciones en
otros parámetros de monitoreo, como la deformación”.
De modo que, aseguró el especialista, “no hay mayor
cambio desde la crisis de fumarolas iniciada en febrero”.
Pero mientras haya movimientos sísmicos, la alarma
continuará y los daños, como los que han obligado a adoptar un estado de emergencia
en la región.
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