lunes, 25 de febrero de 2013

Tiene meteorito de 12 kilos en casa


Expolicía lo compró por
300 soles a un amigo

Quienes buscan afanosamente un trozo del meteorito caído en la ciudad de Cheliábinsk, Rusia, se morirían de envidia si se enteraran de que un expolicía peruano tiene en su casa, en exhibición para quien quiera verlo, un meteorito de 12 kilos de peso, al cual no se le puede arrancar ni un trocito con las herramientas más duras.

César Pérez calienta al sol su meteorito
El pedazo de roca es tan suave como “una bola de billar”, de forma irregular, de 20 centímetros de alto por 15 de ancho, según comprobó en una minuciosa revisión el geólogo Fernando Bedregal, quien  señaló que se trata de “una condrita no ferrosa, una piedra espacial de color negro que no contiene hierro”.

César Pérez Zúñiga, residente del distrito de Socabaya, al sureste de la ciudad de Arequipa, Perú, mil kilómetros al sur de Lima, contó al periodista Efraín Rodríguez del diario la República, que adquirió el trozo de roca hace 50 años, a un amigo quien le refirió a su vez que lo había recogido del lugar donde cayó en la zona de Chumbivilcas, Cusco, a unos 780 kilómetros al sureste de Lima.

Aquí habría caído hace medio siglo
Pérez conoce el valor de la roca espacial pero la conserva como una reliquia en su casa. “Vale más que una piedra preciosa, más que un diamante, los meteoritos son más escasos que las gemas”’, le dijo al diario La República, según un informe difundido el domingo 17 de febrero.

El geólogo Fernando Bedregal, quien hizo un examen de la piedra, dijo también que el “meteorito pertenecería a los anillos del planeta Saturno, de donde proviene la mayor cantidad de meteoritos que han caído a la Tierra” y añadió que pudo haber provocado en su caída “un cráter de seis metros de diámetro”.
Roca de Socabaya al natural
La roca de Socabaya no ha sido “analizada químicamente”, dijo La República, "pero por la descripción de geólogos, podría contener minerales desconocidos”.

Efraín Rodríguez, cuenta que “César Pérez Zúñiga trató de arrancarle un pedazo al meteorito para analizarlo con el geólogo ruso Andrey Vericanov. No tuvo éxito”.

Añade: “Probó con una punta de cuarzo para cortarlo, pero esta perdió el filo. Quiso cortarlo con una hoja de sierra y no le hizo ni un rasguño. En su desesperación, la golpeó con un martillo y le dolió la mano. Ahora la deja al intenso sol arequipeño, solo para deleitarse de que no cambia su temperatura de 4 grados centígrados”.

Por su parte, José Díaz, director del Instituto Geofísico de la Universidad de San Agustín de Arequipa, señaló que “este meteorito podría contener algunos minerales desconocidos para la tabla periódica de elementos”.

Sugirió que se le someta a “pruebas químicas para determinar su composición y la posible gama de sustancias que trae. Para cortarlo y extraer un fragmento se debería usar una herramienta llamada sierra diamantina”.


 

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