jueves, 3 de mayo de 2012

Rescató el cadáver de su hijo


Narcoterroristas tienen
otra vida en su cuenta

A lo largo de mi vida periodística, pocas veces he asistido a través de periódicos y noticieros a un drama más conmovedor que el de este padre, Dionisio Vilca, que recorrió la selva en busca de su hijo, consagrado a la tarea de pegar carteles con su imagen en los árboles y gritando su nombre -¡César, César!- para encontrarlo finalmente cadáver, muerto a tiros.

Héroe policial, suboficial César Vilca Vega

Por fin, el miércoles, luego de una caminata que comenzó a las tres de la mañana, Dionisio, ayudado por dos guías machiguengas, encontró a César Vilca Vega, en el lugar donde lo había dejado malherido su compañero de armas, Luis Astuquillca, quien le había proporcionado los auxilios que pudo y se fue en busca de una ayuda que no llegó a tiempo.

El padre, Dionisio, levantó el cadáver y lo llevó a Kiteni, provincia de La Convención, Cusco, adonde llegó a las siete de la noche en un taxi e hizo un trágico informe y velado reclamo al general PNP Salvador Iglesias Paz, jefe de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes): “General, he encontrado a mi hijo. Está muerto. Está destrozado”.

Dionisio Vilca busca a su hijo

César Vilca estaba, en efecto, en el lugar que describió Luis Astuquillca, su compañero de armas, a unos 14 kilómetros de Kiteni, quien después de 17 días logró llegar a ese poblado, también ayudado por nativos.

Ambos formaban parte de la patrulla que descendió el selva el 12 de abril, para buscar a los 36 trabajadores del Proyecto Camisea secuestrados dos días antes por los narcoterroristas de Sendero Luminoso.

Cuando el helicóptero que los transportaba sufrió el ataque de los terroristas, cuyos disparos causaron la muerte de la mayor PNP Nancy Flores Páucar, los oficiales al mando ordenaron el repliegue de la nave.

Quedaron en tierra, los suboficiales Tamani, quien fue abatido a tiros por los terroristas, Luis Astuquillca y César Vilca, quienes pudieron esquivar el fuego enemigo y trasladarse hasta la cercanías del lugar denominado Alto Lagunas.

Búsqueda difícil en la selva

El abandono de los tres policías fue severamente criticado por la prensa, analistas y políticos.

El comando combinado de las fuerzas militares y policiales en La Convención, dispuso la búsqueda de los tres suboficiales sin éxito.

Por el contrario sufrieron el ataque de los terroristas que hirieron a varios militares que se hallan actualmente internados en el Hospital Militar de Lima.

Un hálito de esperanza descendió sobre los familiares de Vilca, cuando Luis Astuquillca, herido en una pierna y un brazo logró regresar a su base el domingo al anochecer.

Proporcionó los informes necesarios para ubicar a su compañero, a quien había dejado malherido pero con vida.

Según la prensa, el padre de César Vilca pidió a la superioridad del área, dejarlo solo para buscar a su hijo, sin  la intervención de fuerzas uniformadas que pudieran atraer el fuego de los terroristas.

En su búsqueda solo lo apoyaron dos nativos machiguengas.

El presidente Ollanta Humala, quien se encuentra en Chimbote, al norte de Lima, para la inauguración de un proyecto agrícola, llamó héroe al policía César Vilca Vega y reconoció el valor de Dionisio Vilca, quien no desmayó en su búsqueda y logró encontrar a su hijo, a pesar de las tremendas dificultades que entraña penetrar en la selva.

Luis Eduardo Podestá

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