martes, 13 de octubre de 2015

Defensor renunció contra mordaza en Cusco

Denunciaron a Campana por
malos manejos pero la verdad
era que querían silenciarlo

En un gesto de dignidad y de respeto a sí mismo y al cargo que desempeñaba, el ahora exDefensor del Pueblo del Cusco, Silvio Campana Zegarra, esperó a que le aceptaran su renuncia y luego declaró que ella se debió no a malos manejos en su gestión sino a que deseaban silenciarlo frente a opiniones vertidas durante el desempeño de su función que alguna vez tocaron a personajes del gobierno central.

Supo defender su derecho a la palabra
El diario El Sol del Cusco informó que la denuncia formulada contra el doctor Silvio Campana, por supuestos malos manejos, fue archivada ante la inexistencia de motivos “para sanción alguna y con ese resultado, (él) dijo que ahora, recién puede hablar claro” sobre los motivos de su alejamiento del cargo.

Campana declaró que “no quiso aceptar que se le impida emitir declaraciones periodísticas con su propia opinión”.

Recordó que el año pasado, debido a declaraciones sobre el voto de confianza al gabinete de Ana Jara, en que se pronunció por la revisión de ese asunto, “se le abrió un proceso administrativo y se le impuso la sanción de cuatro días de suspensión sin goce de sueldo”.

El exDefensor expresó su descontento y señaló que “en ese momento, yo dije que ya no podía seguir con esa situación, ya no tenía libertad para poder opinar, cuando durante 17 años tuve libertad plena para emitir mi opinión sobre diversos temas”.

Lo denunciaron en un intento de silenciarlo
Precisó que durante “la dictadura de Fujimori, lo hice, hablé en diversos momentos contra cualquier presidente nacional, regional o alcaldes y no hubo amenazas ni sanciones y por eso, cuando se me sanciona por emitir una opinión política, yo evalúo la situación y decido dejar una institución, en la que ya no tenía libertades”.

En cuanto a la denuncia por malos manejos que se formuló en su contra la calificó de “una patraña” sin fundamento y reiteró que no cometió ninguna falta. La denuncia se refería a una presunta utilización de un vehículo de la Defensoría del Pueblo “para viajes familiares” y al despido arbitrario e intempestivo de trabajadores.

Declaró que hubiera preferido que fuera la misma Defensoría del Pueblo, la encargada de hacer la aclaración correspondiente mediante una nota de prensa, pero como su pedido en tal sentido fue denegado, se ha visto en la obligación de salir a los medios de comunicación, para decir su verdad y evitar que se siga pensando que su renuncia fue porque había cometido hechos irregulares.

Un ejemplo de valentía sin duda en que algunos altos funcionarios inclinan la cerviz para mantener sus platos de lentejas, frente a humillaciones de quienes se sienten superiores.


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