martes, 7 de octubre de 2014

Ahora… ¡a robar y hacer obra!

El pueblo ha querido que regresen
algunos personajes cuestionados


Nota del editor – Después de una ausencia dictada por el cumplimiento de una obligación cívica, esta página vuelve para entregar a sus lectores y visitantes –ya suman 1.140.505 en total hasta hoy a un ritmo de más de 70 mil por mes, de acuerdo con últimas estadísticas-  las noticias y comentarios a que se ha acostumbrado. Procuraremos que, como siempre, el mensaje llegue claro, real, verídico, actual y edificante.


El pueblo de Lima ha dicho su palabra y ha dictaminado el regreso de quien está seriamente cuestionado por el llamado caso “Comunicore”, lo cual significa sin mucho esfuerzo de imaginación que el electorado le ha otorgado licencia para robar… Ojalá no se haga uso de ella.

... y que tampoco sea un cuento
Algo lamentable sin duda, que dice mucho del elector, del ciudadano, que no se ha dado cuenta –o no quiere darse cuenta- de que si una autoridad roba le está robando a él, le roba a su familia el bienestar y le está quitando la posibilidad de presentarse ante el mundo con una imagen valorada y moral que vaya más allá de la política criolla con todos los males que la caracterizan.

La periodista Nexmi Daza, de Arequipa, se preguntaba en un mensaje colgado en las redes: “¿Nos gusta la corrupción?”, y más adelante señalaba que tras los primeros resultados obtenidos en Lima y Arequipa, “nos encontramos ante una cruda realidad, a nuestra gente le gusta la corrupción o sigue creyendo en las promesas y campañas millonarias, o vota por el que más regalitos le dio. Otra justificación sería que los resultados de las elecciones no los deciden los electores pensantes sino la gente menos preparada y que es fácilmente influenciable por los políticos. Es triste, pero esa es nuestra realidad”.

Coincide con el analista Nelson Manrique quien recuerda que hay 22 presidentes regionales que tienen problemas con la justicia, algunos de los cuales “están en prisión, otros están prófugos y otros más enfrentan diversas demandas judiciales (…)”, lo cual lo lleva a la dolorosa reflexión de que “la reelección en Lima del que “roba pero hace obra” va a ser un poderoso incentivo para la extensión de la corrupción”.

¿Proyecto que se cumple? (Carlín-La República)
Recuerda también que otro candidato, Waldo Ríos, en Chimbote, “en este momento disputa el primer lugar, con la sencilla promesa de dar una pensión de 500 soles mensuales a cada familia si sale elegido”.

Así cualquiera gana porque se ve que la gente, por enseñanza de quienes estuvieron alguna vez en el poder, prefiere que la plata le llegue sola en lugar de esforzarse por ella con su trabajo.

Voto que honre al elector y no al contrario
A la luz de los resultados electorales, se deduce que muy pocos han tenido en cuenta la reflexión del presidente Humala de no votar por quienes tienen prontuario. Muchos, según se ve, han preferido a quienes con palabras o sin ellas, los invitan a convertirse en cómplices de futuras raterías contra el erario municipal, regional o nacional, y hacerse de la vista gorda, con tal de ver “obras”.

En el caso de Lima, esperemos que algún “Comunicore” con otro nombre no se repita y que continúen las obras ya iniciadas en lo que significa combatir a las mafias –sean del transporte o La Parada–, que pueden ser impopulares pero que son urgentes y vitales para hacer realidad una vida mejor para los ciudadanos de esta caótica Lima.


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