sábado, 25 de febrero de 2012

La calle limeña de las "bambas"

Antiguas calles de Lima
describían los oficios
de sus ocupantes

Interrogué a un taxista por una carrera entre el distrito del Rímac y el jirón Azángaro, cerca del Palacio de Justicia, precisé, y me respondió con una pregunta: "Ah, ¿la calle de los falsificadores?".

Plano de Lima con nombres antiguos y nuevos de las calles

Tuve deseos de responderle que no, que iba a la cuadra 11 de Azángaro, pero me resultó gracioso que el lugar haya sido bautizado con ese nombre, aunque a lo largo de su cien o más metros de extensión hay honrados trabajadores dedicados a hacer empastes, rejuvenecer libros viejos, sacar fotocopias, hacer impresiones y un sinfín de otros servicios.

Lo malo del lugar –si lo es– es que en cuanto usted baja del taxi se le acerca un joven, una señorita o un señor de canas que le dice en voz baja tratando de convertirlo en cómplice: "Trámites, trámites". Y hay alguno que avanza aún más: "Una partida por un sol" o "brevetes a diez soles", lo cual lo deja perplejo y recién entiende que se trata de falsificadores.

Si le hubiera dicho al taxista –ya lo probé una vez– que me llevara a la calle Buenaventura, me hubiera mirado como ser de otro planeta. Hubiera exigido una explicación y hubiera sido necesario precisar que la cuadra 11 de Azángaro se llamaba Buenaventura, y creo que hasta hoy no ha cambiado de nombre. Esa denominación aparece, por lo menos, desde 1858, cuando se publicó un Plano de la Ciudad de Lima Rectificado por Manuel A. Fuentes.

Plano de Lima visto desde el distrito del Rímac

En ese documento hay una relación de los edificios públicos de la ciudad y, en columna aparte, la lista de los templos, monasterios y conventos. Al frente, Fuentes consigna una división de Lima en cuarteles del I al V, cada uno de los cuales tiene sus calles geográficamente delimitadas.

Un año después, en 1859, Antonio María Dupard elaboró un nuevo plano de Lima, en cuya lista de calles aparece Polvos Azules como número 1, quizá por su cercanía al Palacio de Gobierno. Algo más, el pasaje que hoy llamamos José Olaya, en homenaje a nuestro héroe de la Emancipación, aún no figura ni divide la manzana sur de la Plaza Mayor.

Recién en un plano posterior, de 1862, obra de M. Bolognesi, esa manzana aparece dividida por un pasaje que se llamaba Petateros, en probable alusión a que allí estaban los fabricantes de maletas. El pasaje se abre, como usted sabe, al Portal de Botoneros, donde hay numerosos negocios y la sede de la revista Caretas.

El otro es el Portal de Escribanos, y debemos suponer que allí trabajaban los honorables miembros de ese antiguo oficio. A diferencia de otras, la Plaza Mayor no tiene sino esos dos portales, porque el Palacio de Gobierno y el Palacio Arzobispal y la Catedral ocupan los otros espacios.

Uno de los primeros planos data de 1615

Conocí hace unos años a una venerable anciana a quien la diabetes había dejado ciega, que se sabía de memoria todos los nombres de las calles. No conocía que Lima estaba señalada por jirones. Ella aconsejaba, por ejemplo, que para llegar a Mantas (primera cuadra del jirón Callao) había que entrar por Plumereros o por Mercaderes.

Y como quiera que los nombres de las calles describían la ocupación de sus residentes, estoy de acuerdo con un colega que postula que la cuadra 11 de Azángaro debe llamarse calle de las "bambas" por las muchas falsificaciones que allí se practican. La auténtica calle Bambas se encuentra a muy poca distancia, pero en este caso se trata del nombre de un distrito de la provincia ancashina de Corongo.

Este artículo fue publicado en el diario El Peruano el 25 de febrero de 2012

Nota - “Bamba” en el habla popular peruano significa falsificación, falso.

Luis Eduardo Podestá


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