martes, 27 de junio de 2017

Homenaje a la libertad en la “I”

Estudiantes, directivos y
exalumnos del plantel de Arequipa
evocaron el 12 de junio de 1950

Como ya es tradicional, la comunidad entera del Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa, incluidos veteranos exalumnos, evocó la emblemática fecha del 12 de junio de 1950, cuando se produjo una huelga en plena dictadura de Manuel Odría, con una emotiva ceremonia celebrada en el patio de honor del plantel.

En recuerdo de un lunes de junio de hace 67 años
Ante el alumnado en pleno, el director Henry Delgado Díaz, autorizó a la escolta de honor del plantel, el comienzo de la ceremonia.

Esta vez fue invitado a pronunciar el discurso de orden, el exalumno Luis Eduardo Podestá Núñez, de la Promoción 1951, periodista y escritor, quien en 1950, como alumno del Cuarto Año B, formó parte del comité de huelga que llevó adelante ese movimiento de reivindicación estudiantil.

El acto se inició con el habitual homenaje a la bandera, para cuyo izamiento fue invitado Podestá, en unión de exalumnos de su promoción como Rafael Vizcardo Begazo y Leonidas Gutiérrez López.

Luego del izamiento de la bandera, Podestá fue invitado a pronunciar el discurso de orden que consistió básicamente en un homenaje a la libertad que debe distinguir y ofrecer dignidad a los seres humanos. 

Homenaje a la bandera y a la libertad
“Pareciera que, a despecho de los años, del tiempo inexorable que nos marca pautas ineludibles, la vida ha querido entregarme una vez más, la oportunidad de reunirme con ustedes, y con algunos de mis viejos camaradas con quienes compartí las aulas en este mismo ambiente, para evocar la historia que, hace 67 años, vivimos los estudiantes de este colegio centenario para levantar un altar de eternidad, y erigir un monumento a la memoria de esos muchachos que dieron un grito de libertad frente a la sumisión a que querían relegarlos”, reflexionó Podestá al iniciar su mensaje.

Luego de llamar la atención sobre la ausencia cada vez más numerosa de “aquellos muchachos de entonces”, recordó que “la historia no fue justa durante años con aquella gesta que estalló, un día como hoy, el 12 de junio de 1950, entre los muros del viejo Colegio Nacional de la Independencia Americana”.

Remarcó que “durante casi medio siglo, ese hecho trascendental de la historia de Arequipa, permaneció oficialmente cubierto por un manto de secreto” y que “fueron publicados algunos artículos periodísticos, algunos libros con inexactitudes que nos vimos en la obligación de rectificar en aras a la verdad histórica”.

El 13 de junio de 1950

Dijo luego que recién en junio de 2000 cuando se cumplían 50 años de aquel acontecimiento, la Municipalidad de Arequipa y la Universidad de San Agustín organizaron un foro “para recordar por boca de los propios protagonistas, lo que ocurrió en aquellos días de junio”.

“En esa ocasión, tuvimos la oportunidad de describir lo que los muchachos de entonces tuvimos que vivir esos días de junio dentro de los muros de nuestro histórico colegio”, añadió.

Luego recordó detalles de la huelga iniciada “lunes 12 de junio, a las ocho de la mañana”, luego de rendir homenaje a la bandera como era habitual cada comienzo de semana.

Relató que con la ingenuidad propia de sus años juveniles, los estudiantes esperaban una solución para ese mismo día y cuando pasó la noche del lunes, aún confiaban en que el asunto sería resuelto el martes 13 de junio. Pero eso no ocurrió como esperaban.

“Lo que ocurrió y lo destaca la historia de esos días”, subrayó, “fue que el prefecto del departamento, coronel del ejército Daniel Meza Cuadra, acudió al colegio debido a que el director denunció la huelga como un movimiento político subversivo”.

Antigua fachada del Colegio Independencia 
Destacó luego la inutilidad de la visita del prefecto, quien se limitó a amenazarlos y a darles un plazo de dos horas para que entregaran el colegio, algo que los delegados de todos los años rechazaron.

Describió cómo, a las tres de la tarde comenzó el ataque de las fuerzas policiales por dos frentes, mientras tropas parapetadas en las chacras detrás del colegio, disparaban sus armas, aparentemente en un afán de amedrentamiento.

Recordó que las autoridades dijeron que solo fueron balas de salva las que el ejército y la policía utilizaron, pero la realidad fue que entre los estudiantes, tras 45 minutos de enfrentamiento, quedaron 16 heridos, seis de bala y mencionó sus nombres.

Ellos fueron Hernán Castro, del tercer año, sección C, Bernardino Trelles Puma, del tercero B, Gilberto Gallegos, del cuarto año B, Miguel Tapia Chávez, del segundo B, Sergio Dávila Urquizo y Felipe Orué, del cuarto D.

La nueva portada de la "I"
Refirió que “finalmente las fuerzas policiales se retiraron en medio de gritos y protestas de padres de familia y vecinos de este barrio que habían sido testigos de la forma en que se trató a los estudiantes en huelga con un desproporcionado uso de la fuerza que no cumplió su objetivo. Nosotros permanecimos en el colegio”.

Luego rindió homenaje a destacados maestros de entonces, a quienes mencionó por sus nombres y apodos y elogió sus enseñanzas y su alta calidad magisterial.

Mencionó especialmente “y a la cabeza de todos nuestros antiguos profesores, al “Zambote” Horacio Morales, a quien calificó como “una institución de la enseñanza, del trato amical con los profesores y sus alumnos, quien, en su papel de director del colegio hasta 1949, había resuelto todas las huelgas anteriores sin salir del ámbito de la institución”.

Ofrenda en recuerdo de quienes ya no están
En un momento de su discurso Podestá invocó: “Por aquellos que participaron en ese desigual enfrentamiento y sufrieron heridas corporales y espirituales que los marcaron para siempre, por aquellos que sufrieron las consecuencias que alteraron su desarrollo profesional y familiar debido a que la dictadura no olvidó e incumplió su compromiso solemne de no tomar represalias contra nadie y los persiguió y encarceló, por aquellos que se fueron y no volvieron y por aquellos, finalmente que ya no están entre nosotros y gozan de la vida eterna, para honrarlos hoy, acompáñenme en un minuto de silencio…

Un corneta de la banda de músicos del colegio interpretó el emotivo tema y para finalizar, Podestá se dirigió a sus “hermanos de la “I”.

“Permítanme”, dijo, “recordar que al finalizar el martes 13, reunidos frente al pabellón central, entonamos nuestro himno, el Loor y Gloria cuya primera parte termina con tres veces la exhortación a la libertad, libertad, libertad”.

Exalumnos ante una placa recordatoria del 50
Remarcó seguidamente: “Y creo que esa exhortación que iluminó las acciones de nuestros años juveniles, seguirá vigente para la eternidad, para ustedes hoy y en el futuro, como una señal de que uno de los atributos irrenunciables del ser humano es la libertad, la libertad que debemos defender siempre para considerarnos dignos de la patria, la libertad que nos obliga a ser hombres de bien para la búsqueda del bienestar y el desarrollo en dignidad de la comunidad que nos cobija”.

Luego de la ceremonia en el plantel, la delegación de exalumnos encabezados por el director y cuerpo de profesores, se dirigió al parque Revolución, frente a una de las puertas laterales del plantel, en el antiguo barrio IV Centenario para depositar ofrendas florales.

Luego de las palabras del exalumno, Rómulo Gonzales, el director Henry Delgado rindió un breve y conmovedor homenaje a la fecha y junto a los exalumnos encabezó un desfile de retorno a los ambientes del colegio.

(Imágenes de www.podestaprensa.com)

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