jueves, 22 de junio de 2017

Comida chatarra sigue con luz verde

Gerente de Salud de Arequipa
propone semáforo real para
advertir a los consumidores

El Gerente Regional de Salud de Arequipa y excongresista de la República, Gustavo Rondón Fudinaga, denunció que la llamada Ley contra la comida chatarra es letra muerta por presión de los industriales que la producen y que cuentan con poderosos lobbies en el Congreso.

Adictivos y dañinos para la salud
En una entrevista que concedió al diario La República, edición del sur del Perú, Rondón recordó que fue “coautor de la Ley de la Alimentación Saludable, más conocida como la Ley contra la comida chatarra, cuya reglamentación ha sido cuestionada”.

“Según estas disposiciones, los alimentos industrializados tienen luz verde para seguir incluyendo azúcares, sal y grasas saturadas en altas cantidades, incluso por encima del parámetro de la OMS”, dijo La República.

Rondón, actual Gerente Regional de Salud en Arequipa, pidió al Ministerio de Salud decir la verdad sobre los parámetros saludables.

El funcionario, médico de profesión, dijo que él planteó “la propuesta de quioscos saludables y el etiquetado”, preocupado por la proliferación de “la obesidad en niños, el sobrepeso y la aparición temprana de diabetes”.

Precisó que un 20 % de los niños del Perú tiene sobrepeso y 13% obesidad y que en total “33% de la población infantil se afecta con la comida chatarra y en adultos sobrepasa el 60%”.

Padre de una criatura que pocos quieren
“En el fondo, mi ley era advertir, así como en los cigarrillos” los riesgos de la comida chatarra.

“Yo tampoco puedo decir ‘no comas algo’, porque estamos en un libre mercado y es una libre decisión la de consumir”, afirmó.

El semáforo de advertencia

La norma proponía que se tenía que colocar “Comer en exceso este producto hace daño a la salud” y tenía que colocarse “grande y visible”, refirió Rondón.

Destacó que así se aprobó la norma y que el excongresista Jaime Delgado “agregó lo de la publicidad engañosa”.

Camino a la obesidad y la diabetes
“Entre los dos trabajamos la Ley de la Alimentación Saludable. Propusimos la colocación del semáforo para informar las cantidades de azúcar, sal, sodio y grasas saturadas del producto”, anotó.

Los colores debían advertir a los consumidores sobre la calidad del producto que compraban para consumir.

Tentáculos de las grandes industrias

“Por medio de colores se tenía que informar cuándo un producto es excesivo (rojo), tolerable (ámbar) o está en zona de seguridad (verde)” y “se tenía que ubicar el producto de acuerdo a los porcentajes de sus componentes”, recalcó.

El propósito era que todos, incluidos los niños y las personas poco instruidas pudieran entender el mensaje.

Poderoso caballero con lobbies en el Congreso
“Y comento que mi ley, antes de que entre a comisión, fue vetada. La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) pidió su archivamiento. ¡Algo increíble!”, se sorprendió.

El funcionario graficó el episodio: “Ni siquiera había nacido la criatura y ya la querían desaparecer. Había tentáculos de las grandes industrias. Hay poderosos lobbies en el Congreso”.

“Era evidente”, agregó, “a ningún empresario le va a gustar que en su producto le pongan que hace daño a la salud”.

Pero también conversó con la SNI: “Cuando conversamos con ellos les dijimos: solo queremos que sus alimentos no hagan daño. Que bajen el azúcar, sal, grasas, nada más. O por último que pongan la advertencia y que sea a cuenta del consumidor”.

Ley aprobada que nunca funcionó

Rondón se conduele: “Se aprobó esta ley pero nunca la reglamentaron y una ley sin reglamentación es un saludo a la bandera”.

Relató la suerte que el dispositivo corrió: “Contra viento y marea se aprobó la ley, y cuando se mandó al Ministerio de Salud (Minsa) se pusieron trabas y aunque no creas también había lobbies con los técnicos. Se presionó y pasó a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y ahí durmió el sueño de los justos”.

Los industriales le torcieron el brazo
Cuando el diario le recordó que “después de cuatro años aprueban el reglamento, que está siendo cuestionado”, Rondón asintió.

“Sí. Y creo que solo se aprobó por la presión que se dio por la leche. En el fondo el reglamento está acondicionado, apaciguado por la industria para no perjudicarla”, afirmó.

Rondón dijo, asimismo, que “el espíritu de la ley es que se tiene que rotular ya, pero el reglamento indica que será gradualmente. La ley indica que los productos informen las cantidades de sus componentes y si estos hacen daño, solo informarán qué tienen”.

Productos que nos matan  

Apunta que “se establecieron sanciones para los productos con niveles excesivos y no hay sanciones, solo les obligan a informar. Y, por último, la etapa comunicacional en las escuelas”.  

Figuran en la lista negra de la OMS
Al referirse a los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) que no son coincidentes con los establecidos por el reglamento de la ley, Rondón aseguró que “nos están queriendo vender que los productos con estos parámetros altos son alimentos”.

“Pero ya no son alimentos. Esos contenidos excesivos de sal, azúcar, sodio y grasas nos están matando. Que el Ministerio de Salud diga la verdad, no quiero ser malpensado”, desafió.

Cuando se le preguntó qué pasa con un alimento que tiene altas cantidades de sales o azúcares, respondió: “Se malogra el alimento. Los productos industrializados con exceso de estos componentes son adictivos y las empresas lo saben. Por eso es que hay gente adicta a la Coca-Cola y otros productos. Ellos han logrado entrar por el sabor”.

Afirmó tajantemente que esos productos son adictivos “y ahí está el secreto de la industria. Hay que tomar medidas ya, sobre todo con los niños. Al margen de lo que se establezca en el reglamento, porque ya hemos visto que no es tan beneficioso”.

Anunció luego que “aquí en la región Arequipa vamos a empezar una campaña de quioscos escolares saludables. Si no protegemos a los niños, en pocos años estas cifras de obesidad se van a incrementar”.

(Imágenes de archivo e Internet)

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