viernes, 3 de junio de 2016

Los dos rostros de la “pelona” K

De lo que dijo en Harvard
a lo que desarrolla para
ser presidenta a toda costa

El exprocurador de la República, Ronald Gamarra recuerda que la “pelona” a la que la candidata hija del exdictador preso en la Diroes hizo alusión en el primer debate presidencial, sigue siendo la misma pero con una careta diferente, para engañar a sus eventuales seguidores.

Destapalas dos caretas de Keiko
En el último número del semanario Hildebrandt en sus trece, Gamarra, con el sarcasmo que le es habitual, señala que el tiempo que medió entre la primera y segunda vueltas, “nos ha permitido ver en vitrina, durante dos meses, a los dos candidatos que compiten por la presidencia y conocerlos mejor, bastante mejor”.

Así, se refiere a la heredera del exdictador preso por crímenes de lesa humanidad y corrupción y señala que ella, “antes del 5 de abril aparentaba serenidad, sensatez y mesura”.

Añade que la hija del exdictador “tenía palabras amables para todo el mundo” y que “había visitado Harvard para anunciar a todos los vientos que ella encarnaba al nuevo fujimorismo, democrático esta vez, y trataba de establecer diferencias con el gobierno de su padre, llegando a reconocer que entonces se cometieron algunos ‘errores’”.

Errores que son crímenes

Aunque llamó “errores” a crímenes atroces como el de Barrios Altos y La Cantuta y a la corrupción que encumbró al ex dictador al séptimo lugar en el podio de los presidentes más corruptos del mundo, hubo quienes creyeron en el disfraz.

Matanza de Barrios Altos, un "error" de papá Arberto
El exprocurador lo señala y precisa que “no pocos quisieron ver en esta actitud, en estos gestos, la demostración palmaria de que efectivamente había surgido un nuevo liderazgo fujimorista que se proponía corregir los ‘errores’ del pasado y entablar con el país una nueva relación sobre la base del respeto a la democracia”.

Esto, escribe Gamarra  “no parecía compatible con los datos duros que indicaban fríamente que el fujimorismo de hoy, que encabeza Keiko, era y es esencialmente idéntico al fujimorismo de siempre que encabeza Alberto desde la Diroes, su prisión dorada”.

La careta caída

El análisis de Gamarra continúa ácidamente con la descripción del nuevo rostro del fujimorismo, keikismo dicen algunos fanáticos, de las últimas semana, cuando se pelea la segunda vuelta electoral.

“Y bien, en los últimos 60 días todos hemos visto a una Keiko totalmente opuesta, en sus actitudes, sus mensajes y hasta en sus modales, a aquella candidata con pretensiones de estadista que fingió ser en la primera vuelta”, dice el exprocurador.

Aunque se vista de chola... la careta es la misma
“La violencia verbal, la facilidad para la calumnia y los ataques bajos, la demagogia a todo meter, la búsqueda frenética de alianzas cuestionables y hasta culpables, todo con tal de ganar, la pintan de cuerpo entero, tal como es”, añade.

“Keiko Fujimori ha mostrado en esta segunda vuelta”, continúa Ronadl Gamarra, “cuál es su verdadero rostro. Su auténtica personalidad, Su real posición política. Todo lo demás es un engaño. Pura finta”.

Los compañeros de viaje

Luego de precisar que la candidata de Fuerza Popular “fue y es una aplicada aprendiz de las malas artes del gobierno corrupto de su padre Alberto y de su tío Montesinos”, Gamarra escribe sobre los actuales compañeros de viaje de la hija del exdictador.

“Por eso es que, al igual que ellos, tiene un entorno sobre el cual pesan numerosas investigaciones por lavado de activos y narcotráfico, precisamente los delitos que están carcomiendo como la metástasis de un cáncer a nuestro pobre país y que son los que alimentan la delincuencia que nos asedia día a día”.

Segundo de Keiko: las mismas tácticas montesinistas
Recuerda que “no menos de 11 parlamentarios fujimoristas electos tienen investigaciones en curso por lavado de activos. Es decir, por ‘blanquear’ dinero sucio, de origen criminal, que en nuestro país casi siempre proviene del narcotráfico”.

“…Dinero que se blanquea comprando propiedades, invirtiendo en negocios que surgen de la nada o… financiando campañas electorales”, remarca con toda buena intención.

Se refiere seguidamente al “financista, benefactor, jefe de campaña y miembro más cercano, Joaquín Ramírez , investigado por la policía antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA), así como por la Procuraduría de Lavado de Activos”.

Y añade que ese personaje “cuenta con la protección activa, al más alto nivel, del partido fujimorista”.

También toca a José Chlimper, quien “de inmediato se puso a su servicio (de Keiko) y se involucró con zapatos y todo en la operación de fraguar un audio, alterándolo para exculpar a Joaquín Ramírez”.

“Ese es el germen activo del narcoestado que anida al más alto nivel en el fujimorismo que pretende gobernar nuestro país”, precisa.

El técnico liberal

El artículo de Ronald Gamarra concluye con una mención a Pedro Pablo Kuczynski, que lucha para llegar a la presidencia del Perú.

Un técnico con experiencia
Gamarra escribe que “frente a Keiko, en estos 60 días de la segunda vuelta, todos hemos visto en su adversario, Pedro Pablo Kuczynski, a una persona que esencialmente es la misma de la primera vuelta y de antes”.

Añade que PPK “es un técnico liberal, más técnico que político evidentemente, que ha enfrentado la batalla con sus méritos y sus limitaciones ya conocidas, tratando de ganar ciertamente, pero eso sí, sin cambiar de careta, como su contrincante”.

“Por eso PPK acertó”, añade Gamarra, “al decirle (a la hija del exdictador), sin ambages, al mismo tiempo que le devolvía un adjetivo: ‘No has cambiado, pelona’”.

“Sí, pues, Keiko”, reflexiona finalmente el exprocurador de la República, “a pesar de todas tus máscaras, no has cambiado ni un pelo”.


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