lunes, 19 de noviembre de 2012

Cómo vive el presidente Mujica

Y cómo “sufre” la cárcel
un exdictador en el Perú

Dicen que el presidente de Uruguay, don José Mujica (77 años), es el presidente más pobre del mundo, pero él lo rechaza y dice que es, por el contrario, muy rico, porque tiene lo suficiente para vivir.

Muestra sus manos limpias

Mujica vive en una granja de las afueras de Montevideo y se dedica –como antes de ser elegido presidente de su país- a la producción de legumbres.
Posee un tractor que utiliza para su trabajo en el campo y dos automóviles VolksWagen para su transporte personal.

Periodista Gerardo Lissardi y los únicos guardias al fondo

Cuando se encuentra en su granja, dos policías lo protegen desde un cruce de la carretera. Nada de aparatosas caravanas de automóviles y camionetas con las lunas polarizadas con tripulaciones de policías armados con revólveres y metralletas como acostumbran otros mandatarios atravesando la ciudad sin respetar normas de tránsito. No.

La granja en las afueras de Montevideo

Un video de la BBC difundido hace pocos días junto a un reportaje del periodista Gerardo Lissardi, dio a conocer la forma en que vive Mujica, el presidente de una nación latinoamericana que se distingue por su respeto a la democracia y por su tolerancia.

Habla la exesposa del exdictador

Aunque es feo establecer comparaciones, voy a consignar las palabras de Susana Higuchi, exesposa del exdictador Alberto Fujimri quien comenta sobre la forma en que este vive en su cárcel de cinco estrellas donde purga una condena de 25 años por delitos contra los derechos humanos y por corrupción:

Susana sufrió la cólera del ex dictador 

Dijo la señora Higuchi: “Fujimori vive a cuerpo de rey”. Ella hizo declaraciones al programa de televisión que dirige Milagros Leiva y reveló que su exmarido no aceptó que lo visitara en el penal de la Diroes donde dijo, el ex dictador “no paga impuestos, agua, luz, le dan comida, medicina gratis. ¿Qué más quiere?".

La prensa habló de la cárcel de cinco estrellas

Le contó que sus hijos, sobre todo Kenji y Keiko, se molestaron con su padre por no permitirle que vaya a visitarlo en la cárcel. "Quise visitar a Fujimori preso, mandé a mi secretaria y él no la quiso recibir", dijo.

Susana Higuchi expresó también que estuvo dispuesta a firmar el pedido de indulto “por el cariño que les tengo a mis hijos, pero finalmente ellos no me tomaron en cuenta”.

Sala-comedor en la prisión del exdictador

Cuando Leiva le preguntó si de ella le otorgaría o no el indulto, Susana respondió tajante: “Lo pensaría 20 años”.

Dijo que no guarda rencor ni resentimiento contra el exdictador Fujimori, a pesar de que este nunca le pidió perdón por las torturas a que la sometió cuando ella denunció el negociado de sus cuñados con ropa donada por el Japón.

Tiene su cama clínica para atender emergencias

Higuchi estableció la diferencia con Vladimiro Montesinos, el exasesor del exdictador, quien, dijo, “sí lo hizo de rodillas” en la Base Naval del Callao.

 "Montesinos me pidió disculpas en la Marina... Se me arrodilló y para mí eso basta", dijo Higuchi.

“Cuando quería ver a mis hijos me encañonaban. Nunca les conté a mis hijos de las torturas. No sé si después se enteraron. Ya lo que pasó, pasó”, recordó, y añadió: “Yo sí estaba moribunda”, concluyó en alusión al estado de enfermedad que se le atribuye al exdictador para sustentar el pedido de indulto.

El hijo acabó por confirmar la amplitud de la prisión

Usted puede establecer las diferencias entre la vida de un presidente que se respeta y respeta a sus electores y a su país y otro que por cometer crímenes de lesa humanidad y latrocinios sin cuenta, pide indulto sin arrepentirse.

Luis Eduardo Podestá.

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