martes, 27 de noviembre de 2012

Hueco de ozono se cierra

La noticia no es para
festejar pero observa
cierta recuperación

Este año ha sido benévolo con nuestra maltratada capa de ozono y se advierte una recuperación, de una antigua área de 30 millones de kilómetros cuadrados a otra actual de 22 millones de kilómetros cuadrados, pero los científicos que la estudian se muestran aún cautos para celebrarlo.

Buena nueva: el hueco es más chico

La periodista Marcela Valente escribió para IPS, lo escribió así, luego de conversar con el jefe del Departamento de Vigilancia de la Atmósfera y Geofísica, Gerardo Carbajal, quien le dijo que "este año fue benévolo, pero el problema no está resuelto (porque) el agujero puede expandirse y ser récord en 2013".

También fue de la misma opinión la ingeniera Susana Díaz, del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), quien dijo que "en los últimos años se observa una leve disminución del déficit de masa de ozono dentro del llamado ‘agujero’".

Díaz es miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y dirige el Laboratorio de Ozono y Radiación Ultravioleta en el Cadic, con base en la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego.
 
Ushuaia, alta radiación ultravioleta

Por su lado, el biólogo Guillermo Deferrari, operador de los equipos de medición de radiación ultravioleta en Ushuaia, acentuó que "este año, la temporada del agujero duró mucho menos que en otros, y solo lo tuvimos dos días sobre Ushuaia" y recordó que "hubo temporadas en que lo tuvimos diez días y que la afectación se sintió también más al norte, en la Patagonia".

En el pasado, el hueco de ozono llegó a unos 30 millones de kilómetros cuadrados sobre la Antártida pero en las últimas semanas su área se midió en 22 millones de kilómetros cuadrados, lo que evidencia una disminución notable pero de todos modos es superior a la de América del Sur, explicaron los científicos argentinos.
 
El ozono nos defiende de la radiación ultravioleta

La producción de clorofluorocarbonos (CFCs), utilizados en la producción de aerosoles y refrigeradores que hacen más cómoda la vida moderna, es la principal causa del adelgazamiento de la capa de ozono, un gas que se encuentra entre 25 y 35 kilómetros de altura en la estratósfera y defiende a los seres vivos de la Tierra, de las peligrosas radiaciones ultravioletas del Sol.

Aunque no se han cumplido a cabalidad el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, suscrito en 1970 ni el Protocolo de Montreal de 1987 que suscribieron todos los países de las Naciones Unidas, que fijó un cronograma para reducir y eliminar el uso de clorofluorocarbonos, se advierte un avance en la recuperación del ozono.

Luego de aprobarse los referidos compromisos, la industria sustituyó el CFC por hidrofluorocarbono (HFC) que no daña la capa de ozono, pero como se trata de un gas de efecto invernadero, contribuye al calentamiento global.

El biólogo Deferrari dijo que "los niveles están estabilizados ahora y no se observa un aumento de la destrucción de la capa" y así coincidió en advertir que la mejora no es una tendencia y que el año próximo el hueco puede volver a crecer, porque depende también de condiciones meteorológicas en la Antártida. Sin embargo, es claro que "se observa una recuperación", admitió optimista.

La periodista argentina indicó, asimismo, que según el estudio, titulado "Evaluación científica del agotamiento de la capa de ozono-2010", la eliminación de CFC estaba "dando resultado" y el hueco no estaba creciendo, lo cual es una señal de recuperación.

Arequipa, ciudad con alta radiación ultravioleta

Deferrari le dijo a Valente, que “para una recuperación total en el ozono estratosférico sobre la Antártida harán falta todavía entre 40 y 60 años más, pronostican los diversos estudios, pero la menor extensión del agujero es una noticia halagüeña”.

En Ushuaia, los niveles de radiación son bastante altos, debido a su cercanía a la Antártida, pero ciudades de los Andes, como Arequipa, Puno, Huancayo, Quito y otras sufren los efectos de la radiación ultravioleta en niveles tan intensos que sus autoridades han advertido sobre altos índices de cáncer de piel y enfermades de los ojos.

Luis Eduardo Podestá

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