martes, 23 de octubre de 2012

A la cárcel por no predecir sismo

Sentencia de juez
italiano causa estupor
en Comunidad científica

Aunque la sentencia era esperada, cuando fue pronunciada por el juez italiano Marco Billi, causó estupor e indignación entre la comunidad científica mundial.

Seis científicos y un funcionario fueron condenados a seis años de prisión, por no haber anunciado la violencia de un sismo que causó 309 muertes.

El tribunal que juzgó a los científicos

Fue un terremoto de 5,8 grados de la escala Richter –una magnitud que en América latina no hubiera causado mayores daños– que ocurrió el 6 de abril de 2009 y aparte de las muertes dejó 1 600 heridos y a unas 35.000 sin hogar.

Los sentenciados son miembros de la Comisión de Pronóstico y Prevención de Grandes Riesgos, y se cuentan entre los geólogos y sismólogos más prestigisos de Italia.

El fiscal Fabio Picuti reiteró en su acusación que lo que “estaba en juicio no era la capacidad de previsión de los terremotos, sino de la correcta evaluación de los riesgos a partir de los ‘avisos’ que manda el subsuelo”, informó la prensa europea.

La fiscalía afirmó que los expertos de la Comisión disponían de datos suficientes para estimar que estaba por producirse el terremoto, pero una semana antes “tranquilizaron a la población”, que confió en ellos.

Los siete se hallan acusados de “homicidio múltiple, desastre culposo y lesiones personales involuntarias”. En el curso del proceso fueron interrogados 275 testigos.

L'Aquila, vieja ciudad del Abruzzo

Desde abril de 2009, los sismógrafos registraron en la región de Abruzzo, durante varios días “oscilaciones de entre los tres y los cuatro grados”, que sacudían las casas más antiguas del centro, pero los expertos oficiales no les dieron importancia y trataron de tranquilizar a los habitantes de L’Aquila, a unos cien kilómetros de Roma.

“La comisión se había reunido seis días antes del seísmo, cuando ya se estaban produciendo los temblores y poco después ordenó que circulasen por la ciudad y las aldeas de la zona unas furgonetas con altavoces, invitando a los habitantes a permanecer en sus casas”, dijo El Periódico.com de Catalunya.

El diario añade que los jueces que ordenaron el proceso escribieron que “se trató de una evaluación del riesgo sísmico aproximada, genérica e ineficaz” y que la Comisión “divulgó informaciones imprecisas, incompletas y contradictorias sobre la peligrosidad de la actividad sísmica, volviendo inútil la tutela de la población”.

El abogado defensor, Carlo Sica, quien solicitó una declaración de inocencia, dijo que los acusados “no son culpables de nada, porque los hechos, o sea el temblor de la tierra, no puede ser imputado a nadie” y “los temblores no se pueden predecir”.

Sismos pequeños no anuncian necesriamente un terremoto

Se trató de “una evaluación del riesgo sísmico aproximada, genérica e ineficaz”, habían escrito los jueces que ordenaron el proceso, considerando que la comisión “divulgó informaciones imprecisas, incompletas y contradictorias sobre la peligrosidad de la actividad sísmica, volviendo inútil la tutela de la población”.

Por su lado, BBC-mundo informó desde Roma que “los expertos en sismología coinciden en que los ‘enjambres’ de temblores menores no necesariamente predicen un sismo mayor, sino más bien todo lo contrario: las posibilidades de que les siga una catástrofe llegan a apenas un 2 por ciento”.

Luis Eduardo Podestá

(Fotos de la prensa de Europa)

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