viernes, 28 de abril de 2017

Tuti: pueblo feliz con su “ley seca”

Desde hace 31 años hay
que pedir licencia para beber

A muchos no les gustaría una “ley seca” de todo el año, pero en el distrito de Tuti, a unos 180 kilómetros al norte de Arequipa, los pobladores ya llevan 31 años de abstinencia alcohólica y solo pueden beber cinco veces al año, en las fiestas del pueblo. Y están contentos.

Bienvenido a Tuti, 31 años con "ley seca"
El periodista Lino Mamani, del diario El Pueblo de Arequipa, cuenta la historia reciente de Tuti y explica cómo se transformó de un pueblo alcoholizado en un desarrollado distrito de la provincia de Caylloma dedicado a la crianza de ganado lechero fino y a la agricultura de exportación.

Mamani describe la tranquilidad del pueblo, tan tranquilo que “uno pareciera estar en un pueblo fantasma pero es Tuti, un pujante distrito de Caylloma”.

“Los niños están en las escuelas, los padres en sus trabajos. Pero hace tres décadas la situación era diferente”, escribe.

“En la plaza del pueblo solían descansar las personas que en la noche anterior bebieron licor en exceso. Los escándalos alteraban la pasividad de la zona con las peleas, los entredichos y violencia familiar que se generaba. Los maltratos eran cosa común en este pueblo, como el frío, como la agricultura o ganadería”, añade.

Artesanía, ganado y quinua de exportación
Luego precisa que “fue en 1986 cuando el alcalde dispuso la ley seca en el distrito”.

El burgomaestre de entonces, Jesús Mamani Macuaccha, dio ese año una ordenanza municipal que prohibió “la venta y el consumo de las bebidas alcohólicas, de lunes a domingo, los 12 meses del año”.

Prohibido beber los 12 meses

La reacción no se hizo esperar. “Mamani Malcuaccha fue blanco de insultos”… “intentaron agredirlo, iban a su vivienda a pegar gritos, mientras bebían en señal de desafío. Pero no claudicó. Tenía el respaldo de la mayoría de la población”, cuenta el periodista.

Refiere luego que “contra esta oposición se hicieron operativos. Se decomisaron bebidas, se les quitaba las botellas a los que andaban por la calle. Fueron, según la exautoridad, tres años difíciles pero necesarios para plantear la reforma. Y así fue”.

Tuti, impresionante belleza
“Es mediodía y en la plaza no hay gente bebiendo”, destaca el cronista, “si uno pregunta en una tienda si le pueden vender una cerveza, lo miran con recelo y dicen ‘¡Está prohibido!’”.

Cuando alguien quiere festejar un acontecimiento familiar, “un matrimonio, un quinceañero, bautismo o corte de pelo, los titulares deben acudir hasta la municipalidad para solicitar autorización para beber y comprometerse a no hacer escándalos”.

Solo cinco veces hay licencia para beber

Solo hay cinco veces al año con licencia para beber, según la ordenanza:
La fiesta de la Santa Cruz, el aniversario del distrito que se celebra el 2 de mayo, la fiesta de la Virgen de Chapi, Todos los Santos y el 8 de diciembre, festividad de la Virgen de la Inmaculada Concepción”.

Tiene todo para atraer turistas
Mamani refiere que “el cambio que generó la ordenanza es evidente. En lugar de perder el tiempo libando alcohol, la población se preocupó en repotenciar sus ganados y campos de cultivo”.

“Actualmente el distrito es reconocido por sus vacas Brown Swiss de buena producción y por la agricultura orgánica. Tienen 700 cabezas de vacunos y 387 hectáreas agrícolas, especialmente de habas y quinua, que ya obtuvieron certificación para la exportación”, anota.

Además, “ahora (los pobladores) tienen vehículos y sus viviendas son de piedra y de concreto, cuando en aquel tiempo eran de adobe”.

El alcalde precursor del cambio, le contó su triste historia infantil.

“Cada vez que su padre se embriagaba tenía miedo. Sabía que sin motivo, su progenitor iba a quitarse la correa o coger un látigo para someterlo.

Muestran su arte textil
“No hacía nada, pero eso no lo excluía de la tanda. Tampoco sus lágrimas ni los de su madre, quien también recibía los porrazos. Su caso era el del 90% de hogares de este distrito pequeño, que hasta el 2007 contaba con una población de 888 habitantes.

El periodista entrevistó a la directora de la escuela 40396, Eloísa Apaza Páucar es directora de la institución educativa Nº 40396 de Tuti.

“Lo primero que recuerdo de cómo era el distrito aquel tiempo es que los niños andaban desaliñados. ‘Sus padres no se preocupaban por su aseo, porque supuestamente no tenían tiempo para ellos, preferían beber. Ni siquiera se preocupaban por ayudarles a hacer sus tareas, su excusa era el tiempo’”, le dijo.

“Antes los pequeños iban en ojotas al colegio, mostrando sus pies dañados por el frío y por el camino que debían recorrer desde sus estancias. Ahora todos usan zapatos y van limpios.

Unos 180 kilómetros para llegar a Tuti
“Una muestra de que algo ha cambiado. Pero este cambio viene de algo más profundo, como el cañón del valle del Colca.

El profesor y regidor Ítalo Samayani Vera, corroboró que “ahora los alumnos mejoraron su rendimiento escolar, prestan mayor atención y sus notas son positivas”.

El administrador del Concejo Distrital, Eleuterio Cusi Ccapira, confirma que “el objetivo se cumplió”.

“Sorprendentemente los casos de violencia se redujeron. Existen algunos casos esporádicos pero que resultan pocos, dijo Cusi, “quien resalta que la gente se siente orgullosa de decir que proviene de Tuti”.

El ejemplo de Tuti ha calado en otras localidades y distritos como el vecino Sibayo ven la posibilidad de “establecer la ley seca permanente”.

“Ahora, Tuti es ejemplo de reducción de la violencia y de salir poco a poco de la pobreza, por un nuevo rostro sin resaca”, concluye el periodista.

Tuti, uno de los 18 distritos de Caylloma, se encuentra a 3 837 msnm y sus calles y plaza principal fueron declarados monumentos históricos por resolución del 23 de julio de 1980.

Su iglesia matriz, restaurada hace tres años con una inversión de 884 mil soles es Patrimonio Cultural de la Nación.

(Imágenes de El Pueblo, captura de video de la Municipalidad de Tuti y mapa satelital de Google)

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