Perú tiene la mayor
población
del plantígrado que es
tímido por
naturaleza y único en el
mundo
Solo existe
en Colombia, Venezuela,
Ecuador,
Perú, Bolivia, y el sur de Panamá
La presencia de dos osos de anteojos que pasean por varios niveles del santuario de MachuPicchu, ha causado sensación en las redes sociales que observaron una corta filmación sobre el suceso.
La filmación de 33
segundos fue realizada por el guardaparques Guillermo Serrano Inga quien sorprendió
al “intrépido ejemplar en el sector de Cedrobamba de la ruta 4 del
Camino del Inca”, de acuerdo con un informe del Servicio Nacional Forestal y de
Fauna Silvestre (Serfor), citado por la agencia estatal de noticias Andina.
La agencia señala que “un corto video que registra a un intrépido oso de anteojos u oso andino trepando un árbol en las inmediaciones del Santuario Histórico de Machu Picchu volvió a causar sensación en las redes sociales”.
Apunta luego que “la presencia del plantígrado revela la riqueza en biodiversidad que caracteriza a esta emblemática área natural protegida del Perú”.
Recuerda que “el oso
andino u oso de anteojos es una especie única en el mundo que habita en
Sudamérica y el Perú ostenta la mayor cantidad de ejemplares con alrededor de
5,750 individuos en su territorio”.
Serfor explica que “si bien el Santuario Histórico de Machu Picchu forma parte del corredor biológico y hábitat de los osos andinos, no es frecuente verlos desplazándose o trepando árboles”.
Especie tímida busca casa
El organismo precisa
que “se trata de una especie muy tímida frente a los seres humanos y está
clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza”.
“Además, esta especie es, generalmente, un caminante solitario y se adapta a las condiciones más adversas para sobrevivir, por lo que es considerado como un “arquitecto de los bosques”, agrega.
El oso de anteojos “puede
pesar entre 35 y 170 kilos -todo depende de su edad-, y puede vivir en los
bosques secos costeros, bosques húmedos y valles interandinos, y hasta en las altas
montañas de los Andes”.
Serfor describe, asimismo, que el plantígrado “es omnívoro, pero se alimenta mayormente de plantas”.
“Su presencia es clave en los ecosistemas que habita y se ha localizado en al menos 30 áreas naturales protegidas, como el Santuario Histórico de Machu Picchu (Cusco) y el Parque Nacional Río Abiseo (La Libertad y San Martín)”, dice Serfor.
El organismo advierte sobre la existencia de amenazas para la existencia del oso de anteojos, como “la pérdida y fragmentación de su hábitat por la deforestación y la expansión de actividades económicas como la agricultura”.
Denuncia también “su captura ilegal y cacería furtiva para la comercialización de partes de su cuerpo”.
Encuentra un nuevo hábitat
Según Serfor, “el video sería una señal de que el oso de anteojos o ukumari en idioma quechua, está repoblando el Santuario Histórico de Machu Picchu y por ello se puede verlos buscando alimentos que, por lo general, son vegetales”.
Informa luego que “esta es la segunda vez en este año que se da cuenta, a través de un video, de la presencia de un oso andino -llamado así debido a las manchas blanquecinas que posee alrededor de sus ojos, las cuales son únicas para cada individuo- en inmediaciones del Santuario Histórico de Machu Picchu”.
El oso de anteojos es
conocido en quechua como “Ukumari”, “Ukuku”, “Yurac mate” y “Puca mate”. En aimara
se le llama “Ukucho”.
Las lenguas amazónicas también lo nombran de distinta forma. En asháninka se llama “Maini”; en amarakaeri se llama “Aja”; en aguaruna es designado como “Chañu”; en yanesha se le refiere como “Orran”; en matsiguenga es conocido como “Maeni potsitari”; mientras que en shipibo se le menciona como “Apasahua”.
El Serfor, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego, aprobó en agosto del 2016, el Plan Nacional para la Conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus) 2016-2026 que contiene medidas y acciones para garantizar la recuperación de las poblaciones de esta especie y sus hábitats.
El documento fue
elaborado de manera conjunta con el Ministerio del Ambiente y diversas
instituciones vinculadas a la conservación de esta especie, cuya categoría de amenaza se encuentra en el nivel de vulnerable.
Las metas nacionales que se plantean son la identificación del 100% de las áreas con presencia de poblaciones viables de oso andino y al menos tres corredores de conservación.
Asimismo, se propone la sensibilización a la población rural, involucrándola en acciones de conservación; y disponer de mayor investigación científica que ayude a tomar decisiones para procurar la conservación de esta especie en riesgo.
(Imágenes captura de video de Andina)
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