lunes, 5 de abril de 2021

Segunda dosis Pfizer, sin secuelas

Un testimonio personal sobre
una acción anticovid-19 que
muestra buena organización

 

He esperado disciplinadamente tres días, antes de contarle que luego de que me fuera aplicada la segunda dosis de la vacuna Pfizer, no he experimentado ninguna reacción adversa y ayer domingo, antes de tomar mi ducha diaria, retiré el algodoncito que marcaba el lugar de aquella operación en mi hombro izquierdo.

                                                    Breve espera
 

Como estaba previsto, concurrí el sábado al centro de vacunación de Miller -así llamado- instalado por EsSalud en la playa de estacionamiento del hospital Rebagliati, donde fue posible apreciar, una meticulosa organización.

Los vehículos particulares que llevaban a pacientes -en mi caso, transportado por mi hijo Gonzalo Podestá Cuadros-, pudieron ingresar hasta donde estaba señalada la vía de ingreso al centro de vacunación propiamente dicho y luego se retiraban hasta que el acompañante del paciente llamara al concluir la operación.

No existía la congestión de hacía 21 días -tres semanas exactas- cuando se nos aplicó la primera dosis, a varios miles de ciudadanos de la tercera (y cuarta) edad, de la que soy entusiasta militante.

                                        Extrayendo la dosis de vacuna
 

Luego de firmar una declaración me orientaron a la gigantesca sala de espera donde otros aspirantes a la vacunación aguardaban su turno.

Pfizer con 100 % de eficacia

Le tocó a Carmen, una enfermera de EsSalud, inocularme la segunda dosis, mientras comentaba que cada frasquito contenía vacuna suficiente para seis pacientes. Ella midió cuidadosamente la cantidad en la hipodérmica que utilizó, me descubrió el hombro izquierdo, dio el pinchazo y eso fue todo.

                                        Carmen aplica el pinchazo salvador

La Pfizer, según he leído en una información de sus fabricantes, tiene una eficacia de 94.7 % en el grupo de personas de 65 años o más, y en el grupo de 75 años o más, la eficacia es del 100%.

Tanto mi familia como yo experimentamos el sábado, esa apacible tranquilidad que es posible percibir frente a la seguridad de que si por cualquier razón imprevista el virus ataca mi organismo, este ya ha organizado sus defensas y la enfermedad subirá a un nivel en que no será mortal.

                                       El deber cumplido con uno mismo
 

Como dije en la primera nota que escribí sobre este tema, si me hubieran aplicado la vacuna china de Sinopharm, la habría recibido gustoso porque con leves diferencias, la eficiencia frente al virus es efectiva.

Ahora que esperamos la vacuna rusa Sputnik V, es necesario reiterar que esta ha demostrado tener una “efectividad del 91.6 % para prevenir el covid-19 sintomático, y 100 % efectiva para prevenir enfermedades graves, según un análisis provisional de los datos del ensayo de fase 3 publicado en la revista médica The Lancet”.

Luis Eduardo Podestá

(Imágenes de Luis Podestá Cuadros)

www.podestaprensa.com

1 comentario:

César dijo...

Me alegra porque ya tienes una buena coraza contra el virus miserable. Yo sigo esperando mi turno. Igual,tenemos que cuidarnos con las medidas dispuestas por los especialistas. Un fuerte abrazo, querido Luis Eduardo.