martes, 6 de marzo de 2018

Una botella al mar viajó 132 años


Fue lanzada desde barco
alemán en 1886 para
estudiar corrientes marítimas

En una playa de Australia, 132 años después de que fuera lanzada al mar desde un barco alemán, fue encontrada una botella que contenía un mensaje en alemán que pedía devolver enviar ambos objetos “al Observatorio Naval de Alemania en Hamburgo o al consulado alemán más cercano”.

Viajó 132 años y arribó en playa australiana
La agencia alemana de noticias Deutsche Welle (DW) informó que la botella fue encontrada por Tonya Illman, “sobre la arena en la playa de Wedge Island”, 180 kilómetros al norte Perth, Australia Occidental.

Añadió que se trata de “uno de los mensajes en una botella más antiguos del mundo, escrito en alemán” y que “fue encontrado semienterrado en una playa en el oeste de Australia 132 años después de haber sido lanzado al agua en el océano Índico”.

El informe fue proporcionado “este martes (6.03.2018) por una portavoz del Museo de Australia Occidental2, dijo DW.

Precisó más adelante que “el descubrimiento histórico fue hecho por una mujer, Tonya Illman, cuando paseaba por las dunas de Wedge Island, 180 kilómetros al norte de Perth, la capital estatal de Australia Occidental.

"Se veía como una bonita botella antigua, así que la levanté pensando en que se vería bien en mi estantería", dijo Illman, según DW.

La mujer dijo que la novia de su hijo “descubrió la nota cuando se puso a limpiarla de arena. Estaba mojada, bien enrollada y atada con una cuerda", añadió.

"La llevamos a casa y la secamos. Cuando la abrimos vimos que estaba impresa y en alemán, con una parte a mano que casi no se veía".

Pedían su devolución a un consulado alemán
DW dijo que “la fecha escrita en el mensaje era el 12 de junio de 1886. En la parte de atrás se pedía a quien lo encontrara que escribiera dónde y cuándo lo había hecho y lo devolviera al Observatorio Naval de Alemania en Hamburgo o al consulado alemán más cercano”.

Refirió que “Illman encontró la botella el 21 de enero de 2018, según la portavoz del museo”.

La botella “fue lanzada al mar desde el barco alemán ‘Paula’ como parte de un experimento del Observatorio Naval de Alemania -que se realizó durante 69 años- para entender mejor las corrientes oceánicas y encontrar rutas marítimas más rápidas y eficientes, explicó el Museo en un comunicado”.

El misterioso rumbo de otras botellas

Félix Casanova, en el portal Historias de nuestra Historia, refiere casos, ciertamente extraordinarios de otros mensajes en botellas lanzadas al mar con mensajes de muy distintos textos y autores.

Casanova se pregunta “¿que posibilidades tenemos de que al tirar una botella al mar, esta sea recogida a miles y miles de km?”.

Parece una pregunta sin respuesta, por dice, “la mayoría acaban dando la vuelta al mundo sin apenas tocar tierra, pero se han dado casos sorprendentes y documentados en la Historia que despiertan nuestro asombro”.

También empleadas para pedir socorro
Reflexiona luego: “Frágil como es, una botella bien cerrada es uno de los objetos más ‘marineros’ del mundo. Los huracanes y las grandes tempestades pueden hundir grandes barcos, pero la mayoría de los envases de vidrio no hay quien los hunda”.

Cuenta que “el caso más rocambolesco fue quizás el de Chunosuke Matsuyama, un marino japonés que naufragó con 44 compañeros en 1784”.

“Poco antes de que él y sus compañeros murieran de hambre en un arrecife de coral del Pacífico, Matsuyama escribió un breve relato de su tragedia en un pedazo de madera, lo selló en una botella, y la arrojó en el mar”, prosigue.

“La botella estuvo durante 151 años a la deriva hasta que 1935 arribó a la costa del pueblo donde había nacido nuestro personaje. Un caso impactante cuanto menos”, concluye.

También se puede conseguir novia
Dice más adelante que “en una ocasión, se hizo un experimento lanzando dos botellas a la vez en las costas de Brasil. Una de ellas apareció en una playa de África, mientras que la otra arribó a las costas de Nicaragua. Como es lógico, las corrientes marinas son el factor determinante para ello”.

El viaje más largo de una botella

Casanova toca un caso realmente extraordinario: “En 1953 una botella fue hallada en Tasmania y una señora reconoció la letra de su hijo que había muerto poco después de lanzarla al agua 35 años antes, cerca de Francia”.
“Paulina y Ake Viking se casaron en Sicilia en el otoño de 1958, gracias a una de estas botellas”, agrega.

“Dos años antes Ake, un aburrido joven marinero sueco en un barco en alta mar, había lanzado una botella con un mensaje pidiendo a cualquier chica que la encontrara que le escribiera un mensaje de vuelta”.

“El padre de Paulina, un pescador siciliano, continuó con lo que pensaba que era una broma y se la dio a su hija para que esta regresara la botella con un mensaje de vuelta. ¿sabéis el resultado? Ake visitó Sicilia, y acabaron casándose”.

Y finalmente, recuerda que las botellas al mar han servido para fines científicos, rango en el cual se halla, definitivamente, el mensaje dentro de la botella descubierto en Australia.

(Imágenes de DPA en Deutsche Welle, y captadas del Portal Historias de Nuestra Historia)
www.podestaprensa.com

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