viernes, 15 de enero de 2016

¡Llegaron en avión al día siguiente!

Vuelo de Avianca causó
protestas en aeropuerto
de Arequipa por retraso

El vuelo 816 de Avianca de la ciudad de Arequipa hacia Lima salió la noche del 14 y llegó a su destino el 15, con un retraso tan largo y una falta de información tales que provocaron protestas de los viajeros –la mayoría arequipeños– que no tardaron en inscribir sus nombres y sus comentarios en el ya famoso Libro de reclamaciones.
Solitaria funcionaria hace frente a las protestas

Le cuento que el referido vuelo estuvo programado para las 9.40 de la noche con llegada a Lima a la 10.55 del mismo día, y como es natural, los viajeros tomaron las providencias necesarias para su llegada a esa hora a la gran capital.

Prueba larga espera
Para comenzar, apareció en la pequeña –debiera ser más grande– pantallita informativa del aeropuerto internacional Alfredo Rodríguez Ballón, en la casilla correspondiente a Avianca solo la palabra “retrasado”.

En el mostrador de la empresa colombiana no había nadie que pudiera ofrecer más información. Hora y media después llegaron dos empleados, hombre y mujer, ante quienes recurrieron algunos impacientes en busca de información oficial.

No la hubo. El empleado, que no tardó en desaparecer del escenario y dejó sola a su compañera, se limitó a decir que el avión que debía transportarnos “aún no había salido de Lima”.

Circuló la versión de que el retraso se debió a que trece pasajeros presuntamente procedentes del exterior o de otro vuelo, que debían abordar el avión en Lima estaban retrasados… y los esperaba, lo que llenó de indignación a algunos de los impacientes viajeros.

Como el vuelo entre las dos ciudades demora entre una hora y hora 10 minutos, minutos más minutos menos, los viajeros comenzaron a preocuparse y a sacar cuentas.

Pasajeros coléricos escriben sus quejas

Eran las diez de la noche, el vuelo Lima-Arequipa tardaría una hora mínimo, mientras descendieran los recién llegados y ocupan sus asientos los pasajeros de Arequipa, 11.20 mínimo, una hora hacia Lima, las 12.20.
 Menudearon las llamadas en uno y otro sentido: No me esperes porque llegaré después de la medianoche, cambio de planes porque llegará mañana, llamen a un taxista de confianza que me lleve a la casa, solo podré dormir dos horas y mañana a las ocho tengo una reunión de trabajo muy importante… y así, decenas de intercambios telefónicos.

Algunos pasajeros se acercaron al mostrador, pidieron el Libro de reclamaciones, se los dieron. La chica de Avianca se dio la molestia de responder una por una las quejas, pidió disculpas en texto escrito a mano en la misma queja. Se presentaron unas cinco o seis porque cada queja y respuesta insumía por lo menos 15 minutos.  

Dijo que alteraron su reunión de trabajo
Una señora convocó a la protesta. “Hemos pedido el Libro para presentar nuestra queja porque no es posible que estemos sometidos a este maltrato, hay personas de edad avanzada que hace rato debieron estar en Lima, numerosos niños que necesitan atención”, dijo colérica.

Vi un aviso en la pantallita, que anunciaba las 11.35 como hora de salida. Finalmente a las 11.10 estábamos en el avión, que salió a las 11.55 y llegó a Lima a la 1.10 del día siguiente, o sea, de hoy. Sacamos nuestras maletas a la 1.20 a.m. y aunque las calles estaban semidesiertas a esa hora, el taxi llegó a la casa poco después de las 2.00 a.m.

Que bienvenida y despedida sean gratas
De modo que creo no haber exagerado al decir que salimos de Arequipa ayer y llegamos a Lima al día siguiente. Indecopi analizará las quejas que habrán llegado a sus ámbitos, pero por mi parte debo sumarme a las protestas porque es muy molesta e indignate la falta de información a los usuarios como si no valiera la pena tomarlos en cuenta.

Avianca es relativamente nueva en el servicio aéreo doméstico y debiera no incurrir en las faltas de respeto de otras aerolíneas que creen tener la sartén por el mango, debido a su antigüedad o simplemente porque se creen las dueñas del aire. (Luis Eduardo Podestá).


No hay comentarios.: