sábado, 22 de marzo de 2014

Hordas de delincuentes sueltas

Los mineros ilegales que bloquean
vías se convierten en asesinos

Ya se convirtieron en asesinos con por lo menos una muertes inocente que cargarán en su conciencia. Me refiero a los bloqueadores de carreteras que en este momento impiden que ciudadanos transiten en paz por las carreteras. Son los mismos que envenenan la selva, los ríos, no pagan impuestos con el disfraz de que son trabajadores mineros informales o ilegales –que para el caso da lo mismo– y cuyos nuevos crímenes contra terceros que nada tienen que ver con su reclamo es tan evidente que debería motivar la inmediata acción de las autoridades que gobiernan el Perú.

La matonería llevada hasta el crimen
Las autoridades –¿competentes? –, desde el presidente de la República que calla en los idiomas que sabe hacerlo, hasta el ministerio del Medio Ambiente, el de Energía y Minas y del Interior, y otras centrales u oficiales que tienen el compromiso de guardar el orden y sancionar a los responsables de actos ilegales, ven impasibles, cómo los delincuentes mineros ilegales bloquean una carretera y cometen delito flagrante.

Y en la propia Lima, cerca de las barbas de la autoridad –¿competente? – se pasean por las calles, causan millones de soles en perjuicios a los hombres y mujeres que trabajan.

Los policías los ven pasearse. No hay ninguna respuesta del ministerio del Interior, señor exDefensor, que les diga que no puede utilizar las vías públicas para sus intereses que son como siempre la depredación de la naturaleza y el desprecio absoluto por las leyes y las autoridades que están –se supone– encargadas de hacerlas cumplir.

Provocaron su primera muerte
En Chala, Arequipa, los pasajeros varados, niños, hombres y mujeres de edad avanzada, intentaron, dice una información periodística, negociar con los delincuentes a fin de que permitieran que personas delicadas, los ancianos, los niños pudieran pasar hacia un lugar donde pudieran alimentarse, recibir atención quienes lo necesitaran.

Una mujer dio a luz sin asistencia médica. Y otra, Magdalena Alarcón Huamaní, de 71 años en un ómnibus interprovincial que fue forzado a detenerse en el distrito de Chala, Arequipa, murió a causa de un paro cardiaco.

Los delincuentes que se adueñaron de la carretera no permitieron que los buses y camiones bloqueados siguieran su camino. Así se convirtieron en criminales pasibles de delitos como exposición de personas al peligro, bloqueo ilícito de vías públicas, secuestro de centenares de personas.

Usan la bandera para maltratar a los peruanos
¿Hubo alguna reacción de la autoridad? No se sabe hasta el momento en que estas líneas son escritas. Los mineros ilegales han llevado la ley de la selva a las calle de Lima, a las carreteras y, dicen buscar un diálogo en que se han zurrado varias veces.

Las autoridades se han limitado a decir que no habrá plazo para postergar el comienzo de la formalización. Mientras tanto, los delincuentes que han arrasado la selva, envenenado los ríos de la Amazonia y de la cordillera, siguen buscando –y quizá lo logren– engatusar una vez a las autoridades bajo el chantaje de su presencia indeseable en carreteras y ciudades que debieran ser apacibles. (Luis Eduardo Podestá).


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