domingo, 10 de febrero de 2019

Febrero loco con lluvias y desbordes

Arequipa teme que este
verano cruel repita la
tragedia de hace 30 años

Un violento huaico destruyó parte
de la bella ciudad de Aplao 

Aplao, pintoresca ciudad en el valle del río Majes, ha sido la primera víctima de la furia de la naturaleza desatada ese verano en forma de torrenciales lluvias que han provocado desbordes y huaicos catastróficos.

Lo perdieron todo bajo el alud de rocas y barro
La avalancha ha causado destrucción de gran parte de la ciudad y la tragedia de familias que lo han perdido todo..

La periodista Zenaida Condori, enviada del diario El Comercio, escribió que "el huaico que ingresó la tarde del jueves a la ciudad Aplao dejó una cicatriz de un kilómetro y medio que dividió en dos bandos la capital de la provincia de Castilla (Arequipa)". 

El huaico abrió su propia calle
Añadió que 79 familias lo han perdido todo y que "a dos días de la tragedia, los damnificados tratan de sobreponerse entre los escombros".

Describió que "la avalancha partió desde las faldas desérticas del imponente cerro Negro, ingresó por Villa Aplao, siguió por (la calle) Bolognesi, derrumbó el muro de la calle Castilla y se perdió entre los sembríos de caña de azúcar. Las familias tuvieron pocos minutos para escapar".

Parte de su ciudad destruida 

Por otra parte, en la entraña de la ciudad de Arequipa, la violencia de las aguas del río Chili, ha recordado a los pobladores la tragedia vivida por sectores vecinos al cauce hace 30 años.

Las aguas del Chili se desbordaron e inundaron el Barrio Obrero a pocos metros del emblemático y viejo Puente Grau, que resiste con solvencia terremotos y golpes del río a pesar de su venerable antigüedad.

Viejo puente Grau desde la orilla del Bajo Grau
El director del El Gallito, ese “quincenario mensual humorístico de aparición semanal”, que se edita desde hace veinte años en Arequipa, Álvaro “Lessness” Podestá Cuadros grabó desde la orilla del río en crecida, un video que incluyo aquí y que ruego lo puedan ver: 

Durante este verano, las lluvias no han dado descanso a la Cudad Blanca, que las ha soportado no solo las tardes- como era en otros tiempos, sino de noche y hasta en las madrugadas.

Alguna vez, las aguas sobrepasaron al Bajo Grau
Por lo demás, la inusitada violencia de las precipitaciones que ha determinado la repentina crecida del río Chili, ha hecho temer que sus aguas se lancen sobre sectores cercanos como el Barrio Obrero, vecino del Puente Grau y el Vallecito, un par de kilómetros más abajo.


(Imágenes de El Comercio y capturas de video de El Gallito) 

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