domingo, 2 de agosto de 2009

Los 150 años de Knut Hamsun

Noruega se reconcilia con
su más famoso escritor y
lo recuerda con homenajes





Hace unos años, hubiera parecido increíble lo que ocurre en estos días en Noruega. El país entero, con los reyes a la cabeza, celebran el Año de Hamsun, el literato más grande de la cultura del país, hasta hace poco en el “índex” de la literatura por sus ideas políticas de antaño, que lo inclinaron hacia el nazismo en el pasado.

Hoy, artistas vestidos con túnicas amarillas sobre un típico y húmedo paisaje noruego donde no faltan las huellas de la última nevada, cantan y actúan en homenaje a Knut Hamsun, al conmemorarse los 150 años de su nacimiento, este 4 de agosto.


Canciones en la montaña, como él hubiera querido


Las celebraciones evocadoras de Hamsun se hicieron públicas cuando se cumplía, a principios de año, un aniversario de su muerte ocurrida la noche del 19 de febrero de 1952 y comenzaron a remover los escombros de la historia.

El poeta, el rebelde Knut Hamsun, se extinguió, después de 92 años de una existencia que dedicó a la literatura y a destacar la belleza de su país natal, llevada en alas de sus páginas a los más recónditos lugares del mundo, y determinaron que la Academia Sueca, le entregara el Premio Nobel en 1920.

La reina Sonia de Noruega concurrió al acto inaugural de las celebraciones y la princesa Metter-Marit anunció que sería la madrina de las varias actividades del acontecimiento, que se desarrollará en etapas sucesivas y cuyas ceremonias culminantes tendrán lugar ese 4 de agosto.

En febrero, el ministro de Cultura, Trond Giske, socialdemócrata, advirtió que “las demostraciones de adhesión al Premio Nóbel de 1920 no serán ajenas a la crítica de los ciudadanos por sus simpatías con el nacionalsocialismo alemán” antes, durante y después de la Segunda Guerra.

Poco antes de su muerte



El director del Teatro de Tromso, Otto Hommlung, se mostró especialmente duro al negarse a participar en las actividades y declaró que no permitirá que en su escenario se realice un solo acto que se sume a las celebraciones del sesquicentenario del Premio Nóbel de Literatura de 1920. “No nos pueden obligar a hacer una fiesta a Knut Hamsun”, dijo según la agencia EFE.

La DPA alemana informó que varios meses antes se inició un debate en varias ciudades noruegas ante el proyecto de nombrar Knut Hamsun a una plaza de Bodo, famosa ciudad del norte que atrae a miles de turistas deseosos de presenciar el sol de medianoche.

La misma polémica se desarrollaba en Oslo, frente a la sugerencia de levantar un monumento al literato.

La polémica que sostenían los noruegos sobre la personalidad de Hamsun, se extendió al mundo y hoy son organizaciones y personajes judíos los que se oponen a los homenajes que la memoria del autor de Pan, Hambre, Victoria, Bendición de la tierra, Trilogía del vagabundo y otras insignes novelas merece.

Lars Frode Larsen, uno de sus más versados biógrafos, dice en un análisis que “hay quienes han querido reducir la extensa maratón de su vida a una carrera nazi de cien metros. De esta forma han creído poder forjar la llave del enigma Knut Hamsun”.

Knut Pedersen quien adoptaría más tarde el nombre literario de Knut Hamsun nació el 4 de agosto de 1859 en Garmo, un recóndito pueblo de la montaña al oeste del Lago de Vaagaa y murió en su granja Nørholm, cerca de Grimstad, la noche del 19 de febrero de 1952, después de una existencia que “se extendió desde los tiempos de los carruajes hasta la era atómica, llena de desasosiego y de dificultades pero rica y, sobre todo, al servicio de la palabra”.

Con su esposa Marie en 1925


En su libro de memorias, Arcoiris, Marie Hamsun, esposa del escritor, recuerda que Knut sufría para comenzar bien un libro o un artículo. “Se deprimía y era inmensamente feliz”. Añade que Knut prometió muchas veces a su familia que el libro que escribía sería el último pero “nunca cumplió su promesa”.

Mientras organizaciones judías se oponen a que Noruega recuerde a Hamsun, se recuerda que el escritor judío Isaac Bashevis Singer dijo: “Toda la escuela moderna de la ficción del siglo XX se deriva de Hamsun”.

Una información procedente de Noruega que tengo en mis manos señala que el legado de Hamsun “ha provocado polémicas y condenas a Noruega por honrar al hombre y más, se insiste en que Noruega debe ser despojada de la presidencia del grupo de trabajo para la Cooperación Internacional de Educación sobre el Holocausto”.

La nota añade que “una popular revista de línea conservadora, exhorta a privar a Noruega de ese honor en un artículo que titula “Problema nazi en Noruega”. Dice el autor de la nota que la revista olvida que “gran parte de Europa tiene un problema nazi, que no ha impedido a los líderes europeos abordar con firmeza el pasado colectivo”.

Felizmente, según parece por los homenajes que se rinden a Hamsun en estos momentos, Noruega ha superado el resentimiento del pasado y levantará en en Garmo, el pueblo donde nació su más grande escritor, un gigantesco monumento con su imagen en dorado.

Al mismo tiempo han se han emitido sellos postales y acuñado monedas conmemorativas con la imagen de Knut Hamsun, en la vida real Knut Pedersen, que circulan, igual que nuevas ediciones de sus obras literarias por el mundo entero.





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