lunes, 25 de noviembre de 2019

La dama que busca morir con dignidad

Ana Estrada, de 42 años,
padece un mal que la tiene
postrada pero no se rinde

La Defensoría del Pueblo dice que
apoyará su busca de muerte digna

Ana Estrada Ugarte, una sicóloga de 42 años, inició en 2016 su lucha privada para conseguir una “muerte digna” a fin de poner término a una dolencia que la martiriza desde 30 años atrás y ha conseguido recientemente el apoyo de la Defensoría del Pueblo.

Ama la vida pero quiere morir con dignidad
Lo extraño de todo es que Ana Estrada, quien ama tanto la vida y lo que la rodea, quiera morir.

En su blog dice con mucha sencillez y ternura:

“Ana

“Ana. Me gusta tanto mi nombre que así he nombrado al blog y al título de esta primera entrada. Me llevó muchos años darme cuenta de que mi nombre, aunque cortito y simple, es muy fuerte, es sexy y fascinante.

“Ana es mi primer nombre. El segundo, Milagros, que no me gusta nada. No se hizo “el milagro”. Lo siento aburrido y me pesa.

“Mi familia me llamó siempre Milagros pero desde el primer día en el colegio, la profesora empezó a tomar lista y (lo recuerdo claramente) me nombró Ana.

“Desde entonces, todo lo que esté fuera de mi familia es Ana: colegio, universidad, trabajo, trámites, parejas, amigos.

“Sí, después lo entendí: me había escindido. Ana y Milagros no podían reconciliarse, ni siquiera tocarse o mirarse. Había creado dos mundos, Ana significa para mí libertad y Milagros tristeza, amargura y soledad.

Nada le impide comunicarse

El periodista Juan Carlos Fangacio hizo en Somos, la revista de El Comercio, una descripción de la forma en que Ana desarrolla su vida.

Un dedo la ayuda a comunicarse
“Con un solo dedo, Ana Estrada escribe sobre la vida y la muerte. Lo hace con el índice de la mano derecha, letra a letra, con pacientes clics sobre un mouse conectado a una Tablet”, escribió.

“A sus 42 años, Ana padece una avanzada polimiositis, enfermedad degenerativa y autoinmune que ha paralizado casi todos sus músculos”, añadió.

Recordó que “a los 12 (a Ana) le sobrevino el primer síntoma, cuando empezó a tener dificultades para estirar el brazo izquierdo. Recién dos años después le diagnosticaron el mal”.

“Y lo que vino luego ha sido un proceso sistemático de debilitamiento que la obligó a desplazarse en silla de ruedas, aunque realmente no le impidió llevar una vida normal: estudiar Psicología en la PUCP, atender a sus pacientes en su propio departamento, dictar talleres sobre sexualidad en mujeres con discapacidad”, destacó seguidamente.

Necesita mucha ayuda
Luego remarcó el estado actual de la sicóloga: “Pero hoy Ana escribe porque ya no quiere vivir. Y a través de ese índice derecho ha comenzado a expresar su deseo publicando en un blog personal”.

Textos que nos desarman

Ana escribe textos que “quitan el aliento, nos interpelan y desarman”, dice Fagancio.


En su blog, “Ana pide la muerte asistida, que consiste en que un médico le provee al paciente la medicación necesaria para que este, por cuenta propia, se quite la vida”.

El informe informa que se trata de “un procedimiento solo legal en Suiza”, mientras Bélgica, Luxemburgo y algunos estados de EE.UU. solo “admiten mecanismos con diferentes alcances y restricciones y a la vez diferente de la eutanasia, pues en esta última es el propio médico quien inyecta la dosis letal”.

No hay legislación favorable a la muerte digna
“De cualquier manera, en el Perú no existe un marco legislativo para ninguno de los dos casos. Y hasta el momento se está lejos de tenerla”, precisa el periodista.

Fagancio entrega en su artículo un párrafo del blog de Ana.

Por qué morir si le gusta la vida

“¿Por qué querer morir si soy capaz de encarnar la fiera tibieza del amor hasta llegar a explotar de felicidad? ¿Tan egoísta soy que no pienso en los que me aman? ¿Estoy deprimida y solo necesitaría antidepresivos para pensar “positivo”? ¿A dónde se fue la fuerza de la “guerrera”, “luchadora”, “ejemplo-y-lección-de-vida”?

Decidir sobre su vida y su cuerpo
Ana reflexiona de inmediato: “Pues aquí estoy, con más fuerza que nunca para pechar y gritar al mundo que quiero mi derecho a elegir y decidir sobre mi vida y mi cuerpo. Y, les tengo noticias, lo intenté, pero no lo puedo hacer sola. Por eso hago este blog!”.

“(…) Lo último que me queda por hacer es contarles de mi historia y mi lucha y así encontrar apoyo no solo de los que me conocen sino también de cualquiera que crea en el derecho a la libertad”, proclama.

La voz escuchada

En respuesta a su llamado, “la Defensoría del Pueblo anunció que asumirá, ante los tribunales peruanos, la defensa de Ana Estrada Ugarte, quien en el año 2016 empezó una lucha para conseguir "una muerte digna", debido a que sufre una grave enfermedad.

Recibirá la ayuda del Defensor
La información vino en el diario Correo, cuya redactora Grecia Llanos, dio cuenta el viernes pasado (22.11.2019) de que “la Defensoría del Pueblo anunció que asumirá, ante los tribunales peruanos, la defensa de Ana Estrada Ugarte, quien en el año 2016 empezó una lucha para conseguir "una muerte digna", debido a una grave enfermedad”.

Indica que “la psicóloga de 42 años padece polimiositis, mal degenerativo y autoinmune que ha paralizado todos los músculos de su cuerpo y que la obliga a depender de un respirador artificial y de enfermeras”.

Que se respete su voluntad

Afirmó luego que “el defensor de Pueblo, Walter Gutiérrez, dijo que asumirá el caso ‘para que se respete y garantice la voluntad libre e informada de una persona de decidir el cese de su vida, ante una condición que afecta de manera irreversible su dignidad’".

Una forma de rebelarse y hacer saber que su cuerpo es suyo
Llanos recuerda que “desde hace tres años, Ana inició la búsqueda de una muerte asistida y en condiciones dignas, debido a que llegará el momento en que perderá la fuerza que le queda y dependerá totalmente del ventilador”.

"Esto se trata de libertad, no de querer morir. Yo no me quiero morir, yo lo que quiero es la libertad de poder elegir. Si en algún momento lo necesito, quiero poder elegir y morir para no sufrir", escribió en su blog, citado por Correo.

La periodista agrega que “de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, la solicitud hecha por Ana no tiene precedentes” y que “Gutiérrez precisó que no hay un marco normativo que permita al Estado garantizar el acceso al derecho a la muerte en condiciones dignas”.

Supo lo que es una hospitalización
Por su parte, “Percy Castillo, adjunto a los Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, explicó a Correo que el defensor del Pueblo interpondrá una acción para solicitar al Estado que en este caso no aplique el Código Penal, que sanciona la utilización de métodos que pongan fin a la vida”, anotó Llanos.

"Lo que se busca es que el Estado cree los mecanismos que permitan a Ana decidir el momento en el cual pondrá fin a su vida, de manera digna. Estos mecanismos hoy no existen en el Estado porque está prohibida la conducta", concluyó la información.

(Con información de Somos, Correo y Blog de Ana Estrada)

(Imágenes de Ana Lía Orézzolo, Captura informe de Cuarto Poder, Somos y blog de Ana)

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