miércoles, 11 de abril de 2012

Manguera fue su cordón umbilical

Rescatan sanos y salvos
a los 9 mineros enterrados
seis días en un socavón


Los nueve mineros enterrados en el estrecho socavón de la antigua mina Cabeza de Negro, en el distrito de Rosario del Yauca, región Ica a unos 300 kilómetros al sur de Lima, fueron rescatados sanos y salvos esta mañana y el presidente Ollanta Humala les dio la bienvenida en la bocamina.
Salen apoyados en sus rescatistas

Los nueve hombres se alimentaron durante su permanencia en el socavón, mediante una manguera de unos ocho centímetros de diámetro por la cual les hicieron llegar alimentos blandos, aire mediante una compresora y hasta pilas para los cascos a fin de que no sintieran el peso de la oscuridad.

La ministra de la Mujer, Ana Jara, quien permaneció en la mina abandonada desde que se supo que nueve hombres se encontraban atrapados desde el Jueves Santo, se sintió conmovida hasta las lágrimas cuando aquellos comenzaron a salir de la caverna.

El presidente Humala visitó anoche el campamento levantado cerca de la mina y se mantuvo allí hasta hoy, saludó a los mineros y expresó su reconocimiento a las entidades del Estado y de la empresa privada que contribuyeron a mantener con vida a los nueve hombres durante el tiempo de su encierro.
Presidente Humala y eufórica ministra Jara

Resaltó que "los peruanos somos capaces de hacer este tipo de trabajos de rescate, tenemos gente capaz y profesional y esto debe ser un motivo más de orgullo. Se han juntado el Estado con empresas mineras y de muchos sectores y de manera solidaria han dado la oportunidad de recuperar a nuestros compatriotas”. “Hoy le hemos ganado a la naturaleza al recuperar a nueve compatriotas", concluyó.

En una anterior ocasión, Humala criticó a la minería informal por su inseguridad y porque contamina la tierra y el agua.

La ministra, quien cooperó y orientó las tareas de rescate desde que se supo que había mineros atrapados en Cabeza de Negro, refirió que debieron ser 15 las víctimas, pero que, por suerte, cuando se produjo el derrumbe de la galería, solo nueve estaban al otro lado y los restantes pudieron salir para dar aviso de la desgracia, que movilizó a las autoridades y pobladores.
Atendido por precaución

Jara se sintió especialmente conmovida porque, recordó que en 1992, cuando trabajaba en la mina Sol de Ica en Arequipa, asistió también a un episodio similar, en que nueve mineros quedaron atrapados en un socavón y lamentablemente no pudieron salvarse. “No quería que aquello se repitiera aquí”, dijo.

Describió la forma en que la manguera, conectada a una compresora de aire, pudo llevar alimentos hasta los mineros enterrados que recibían la comida en sus cascos. A través de la manguera también se les suministró el aire que necesitaban y hasta pilas para las linternas de sus cascos para mantener la iluminación en la cueva.

La manguera también les sirvió como teléfono ya que a través de ella médicos y autoridades pudieron comunicarse y hacer las recomendaciones pertinentes –sobre todo cuando se supo que cuatro de ellos se hallaban enfermos del estómago- para que mantuvieran la calma porque se trabajaba arduamente para liberarlos de su encierro.
Volverán a trabajar en minería

Uno de los rescatistas dijo que se habían removido una cien toneladas de materiales para despejar la zona del derrumbe y llegar hasta los mineros.

Los mineros rescatados son Jacinto Pariona (59), su hijo Roger Pariona Fernández (32), Félix Cucho Aguilar (41), Edwin Bellido Sarmiento (34), Santiago Tapia López (22), su hermano Juan Tapia (23), Carlos Huamaní Galiano (47), Jesús Ccapatinta Raymi (35) y Julio César Huayta.

Félix Cucho y Jesús Ccapatinta reconocieron que trabajaron sin tomar las debidas medidas de seguridad. Ellos y sus compañeros pertenecen a un numeroso sector de mineros llamados informales. En su caso trataban de recuperar cobre de la mina Cabeza de Negro, ya abandonada por los anteriores concesionarios.

Los dos dijeron que continuarán trabajando en minería pero que se formalizarán como lo han dispuesto las autoridades.

Luis Eduardo Podestá

No hay comentarios.: