martes, 5 de marzo de 2019

Acción de amparo para sembrar cannabis

Asociación femenina de
Arequipa quiere producir
su propio aceite medicinal

La Asociación Mamá Cultiva de Arequipa prepara una acción de amparo para que se permita el cultivo artesanal de cannabis (marihuana) a fin de producir su propio aceite natural, que tiene mejores propiedades terapéuticas que los productos farmacéuticos, afirman sus dirigentes.

Huerto propio para fabricar aceite de cannabis
El periodista Edwar Quispe del diario La República afirmó en reciente artículo sobre el reclamo de la asociación Mamá Cultiva, que “las personas que siembran sus plantas para extraer aceite siguen en la ilegalidad” y “critican que solo se permita a farmacéuticas elaborar el cannabis medicinal”.

Informa que le asociación presentará una acción de amparo en reclamo de su derecho a cultivar cannabis artesanalmente para producir su propio aceite cuyas ventajas curativas destacan.

Al anunciar que los miembros de la entidad presentarán una acción de amparo, Quispe recuerda que la reglamentación de la ley 30681, “que regula el uso de la marihuana (Cannabis sativa) con fines terapéuticos y medicinales en el Perú”, fue el resultado del “pedido de miles de pacientes y sus familias”.

Su aceite alivia varios males
Ellas buscan, añade, “en este remedio alternativo un tratamiento, para enfermedades como epilepsia refractaria, síndrome Lennox-Gastaut, dolor crónico, efectos secundarios de la quimioterapia y otros”.

“Para la representante de la asociación Mamá Cultiva, Verónica Vásquez, esto es una injusticia. Asegura que la ley favorece a la gran industria farmacéutica y no garantiza un producto natural a los pacientes”, escribió Quispe.

Su asociación agrupa a cerca de mil personas en todo el Perú, 300 de ellas radican en Arequipa. Tienen como finalidad capacitar a madres para elaborar aceites de cannabis de manera artesanal.


Hay experiencias de alivio en epilepsias
"(Los industriales) harán aceites de cannabis con preservantes, conservantes y saborizantes, porque el laboratorio tiene que ganar. Lo que usamos son aceites naturales, que no hacen daño", explicó Vásquez al periodista de La República.


Le confió una experiencia personal que vivió como madre de un joven de 15 años, quien padece epilepsia refractaria.

Refirió que su hijo “tomaba hasta 14 píldoras al día, que lo dejaban postrado en una cama” y que “los medicamentos no le permitían comer por sí solo y le causaron gastritis crónica”.

“Pero cuando cambiaron los medicamentos convencionales por cannabis, el adolescente solo toma una pastilla y su estado de salud mejoró, se comunica con ellos y tiene mejor calidad de vida”, contó Vásquez.

(Imágenes diario La República, Andina, captura de video de Correo)

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