lunes, 17 de mayo de 2010

Kalle no estaba tan en la calle

El mendigo de Hamburgo
ofendido por periodista español
capturó portada de periódicos




La imagen de un mendigo no tan viejo, tiene 49 años, abrigado por una manta en medio de un puente de Hamburgo, conquistó las portadas y las páginas de varios periódicos del mundo.

A Kalle, el mendigo del Puente Reese de Hamburgo, le sirvió de catapulta el incidente provocado por el periodista deportivo español de la cadena Cuatro, Manolo Lama, quien acababa de cubrir en esa ciudad el encuentro entre Atlético de Madrid y el local Fulham.

El resultado del encuentro pasó a segundo plano, ante la transmisión en vivo de las imágenes de un hecho que algunos han querido ver de interés humano y que le resultó a Lama como si se hubiera disparado al pie.


Kalle, en su puesto del puente Reese


Lama, rodeado de algunos hinchas del “Atleti”, como lo llaman en España, se acercó al mendigo Kalla, e instó a los muchachos a darle algunas monedas.

La reacción del mundo no se hizo esperar. Decenas de internautas han vapuleado al periodista por lo que parecía un insulto a la dignidad humana y una burla al hombre que vive de la caridad del prójimo.

Los muchachos del Morgen Post, un tabloide hamburgués buscaron a Kalle. "Me siento herido, estoy realmente molesto", les dijo el mendigo. Luego afirmó que "no le pidieron permiso" para grabar su imagen ni para difundir el incidente. "Nunca me había pasado algo parecido", dijo el pordiosero que usa ese lugar en el puente Reese desde hace siete años.

Manolo Lama trató de disculparse, arrepentido por el alcance que había tenido su inspirada actuación, al pasar por el puente Reese y al cual muchos televidentes vieron como un “acto denigrante contra la persona humana” y la faceta humana que quiso darle a su entrevista le rebotó negativamente en la cara.

Pidió perdón en directo: "Yo educo en mis hijos en la solidaridad, pido disculpas a quien se haya sentido mal", aseguró. Y esta frase les dio más carne a los internautas:

“Hay que ser idiota”, escribió uno, “cómo puede ser ese periodista en la tele, dan asco estos de la Cuatro, son unos chulos y unos incultos. No respetan nada, es la chulería ibérica elevada a su máxima potencia. Encima se atreve a decir que tiene hijos, y que les educa en la solidaridad... que te trague la tierra tontorrón. Avergonzados de su padre deben de estar los chavales si tienen un pelín más de cerebro que tú”.

Otro que firmó Pichichi, dijo: “Con pedir perdón no se soluciona. El daño ya está hecho y para colmo, ha provocado que los alemanes piensen que podemos ser todos igual de "solidarios" en España. Tendría que pagarse un billete y pedirle disculpas al mismísimo Kale (sic), no a la audiencia de España. Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero eso no es un fallo. Le nació de dentro, así es su condición”.

Almudena cargó así: “Lama es un periodista que solo vive del fútbol y cree q­ la vida gira en torno al fútbol. Yo creo q no es una­ persona q crea q hay nada importante si no es el @#$%­ balompié. Estaría bien q saliera de la burbuja en la q­ vive y conozca al mundo real, en el cual habitamos muchos” (sic).

Solo Cristina le lanza un salvavidas: “Lama, al menos, ha pedido perdón, de esta manera el agravio queda reparado o casi, al menos alguien le preguntó a aquella persona eventualmente sin hogar cómo se sintió, y le dio voz”.

Pero ni Manolo Lama (foto a la izquierda) ni la empresa para la que trabaja calcularon el efecto tributario que tendría esa parada del periodista en el puente Reese para hacer una “nota humana”.

El minuto fatal. Lama se acerca al mendigo


ABC informó que el incidente “no ha pasado desapercibido en el Ministerio de Industria”. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (Setsi) han decidido abrir de oficio un expediente a la cadena 'Cuatro' por lo sucedido en la conexión del informativo el día de la final de la Europa League”.

Este es el paso previo para una sanción, porque la Secretaría de Estado recopilará los antecedentes e iniciará un proceso que podría llegar hasta una multa de un millón de euros, nada menos.

El diario madrileño ha recordado que la nueva Ley General Audiovisual considera infracción muy grave en su artículo 57.1 "la emisión de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social".


Luis Eduardo Podestá

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