martes, 15 de octubre de 2019

Casita del cholo costó US$ 1 millón200mil

Hizo una serie de maniobras
y creó una empresa que la
compró y vivió allí con “Ilián”

Piden decomisarle US$ 639.583.07
de una cuenta en el Bank of América

Un largo informe que se inicia con la posibilidad de que la justicia norteamericana decomise más de US$600 mil de una cuenta al “cholo sano y sagrado” Alejandro Toledo Manrique, concluye en una descripción de cómo se enrevesó la compra de una “casita” donde el expresidente vivió con su esposa Eliane en el estado de Maryand.

Una chocita de un millón de dólares
El periodista Rodrigo Cruz, del diario El Comercio, escribe hoy que “el Departamento de Justicia de Estados Unidos, a través de su unidad que combate el lavado de dinero, solicitó a una corte en Nueva York que se decomisen US$ 639.583.07 de una cuenta en el Bank of America vinculada al expresidente Alejandro Toledo”.

Siguen la pista a su dinero
 Añade que “el pedido se basa en la sospecha que estos fondos formarían parte de una operación inmobiliaria dirigida por el exmandatario en el estado de Maryland que tenía como propósito blanquear US$ 1 millón 200 mil de los sobornos de Odebrecht”.

Sin embargo, advierte que la casa de Maryland no forma parte del proceso que se le sigue a Toledo y puede derivar en su extradición de un momento a otro.

El caso es muy enrevesado porque el cholo sagrado, sus asesores y el hoy colaborador eficaz Joseph Maiman, su excómplice, hicieron una serie de maniobras con el fin aparentar la pobreza del millonario comprador del inmueble.

En parte de su informe, Cruz afirma que “las autoridades estadounidenses dicen que en agosto del 2007 el agente (inmobiliario) le presentó a Toledo la oferta de la casa en Maryland”.

Maiman tenía la plata

“El 29 de ese mes, Maiman comunicó que contaba con los fondos necesarios para comprarla. Para que se efectúe la transacción, debía de crearse una sociedad en EE.UU. y esta tenía que contar con una cuenta asociada en ese país”, refiere luego.

No sale del lío en que está metido
“Así, al día siguiente, el 30 de agosto del 2007, nació la empresa 8933 Holy Leaf Lane INC, que llevaba el mismo nombre de la dirección del inmueble (…)  8933 Holly Leaf en la ciudad de Bethesda, un acomodado suburbio en las cercanías de Washington DC”, anota.

Cruz informa al respecto que “esta sociedad compró la casa el 10 de septiembre del 2007 por la suma de US$ 1 millón 200 mil” y que “la operación para conseguir el dinero empezó un mes antes”.

Prosigue: “El 7 de agosto, la ‘offshore’ de Maiman llamada Wardbury and Co. (creada en Escocia) transfirió US$ 1.3 millones a otra empresa llamada Confiado Internacional (creada en Panamá)”.

“Estas dos sociedades aparecen en el caso de sobornos y lavado de activos que se investiga en los casos Ecoteva y Odebrecht”, precisa.

“Las autoridades indican que el 19 de septiembre de ese año, Maiman transfirió este monto, a través de una cuenta en Suiza en el banco Banque Privée Edmond de Rothschild, a otra ‘offshore’ creada en Panamá que tenía aparentemente, como único fin, ejecutar la transacción: fue creada el 23 de julio de 2007 y disuelta el 15 de octubre del mismo año”, continúa el informe.

Remodelar la casita costó 100 mil verdes

Llega a una conclusión: “De esta forma, el 26 de septiembre de 2007 el título de propiedad de la casa de Maryland pasó a nombre de la empresa 8933 Holly Leaf Lane INC.”.

Estaban tan felices con su casita en Maryland
El minuciosos Rodrigo Cruz señala también que “el Departamento de Justicia sostiene que Toledo creó un contrato falso de alquiler para ocultar su nombre de la propiedad”.

Dice que “la solicitud asegura que el expresidente recién se mudó al domicilio en Maryland en septiembre del 2009, pero antes realizó algunas remodelaciones, también con el dinero que administraba Maiman cuyo costo fue de US$ 100 mil aproximadamente”.

“Por entonces, tanto Toledo y Eliane Karp dictaban clases en las universidades Georgetown y George Washington, respectivamente”, recuerda.

El periodista indica, asimismo, que “cabe precisar que esta casa no es ajena para las autoridades peruanas” porque “en el 2013, tiempo después de que se diera a conocer el Caso Ecoteva, se revelaba que Toledo con su esposa Eliane Karp vivían en un inmueble en Maryland supuestamente pagando una renta”.

“Los reportes levantaban sospechas sobre el verdadero propietario de dicha casa y la cercanía en distancia que esta tiene con la ONG Centro Global para el Desarrollo y la Democracia (Washington DC), entonces dirigida por el expresidente”, apunta Cruz finalmente.

Todo lo cual parece indicar que nuestro recordado y extrañado “cholo sano y sagrado”, podría estar a punto de enfrentarse a un proceso por lavado de dinero y si fuera extraditado aquí le esperaría un cómodo departamento, probablemente en la Diroes, donde tendría como vecino a un colega que paga una condena de 25 años por corrupción y delitos contra los derechos humanos.  

(Imágenes de El Comercio, Gestión y Clarín)

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