domingo, 30 de agosto de 2009

Vallejo rescatado una vez más

Los autores construyeron el libro
sobre el poeta entre Lima y
Londres vía correos electrónicos



Lo primero que hay que señalar, es que este nuevo libro, César Vallejo - Textos rescatados, fue construido desde dos lugares diferentes, tan lejanos como Lima y Londres, donde se encontraban los autores, Valentino Gianuzzi y Carlos Fernández, con el activo uso de los correos electrónicos.

Puede ser, entonces, un homenaje a la tecnología del siglo XXI, ya que, como lo confesó Fernández durante la presentación del libro, el intercambio de correos electrónicos, entre él que vivía en Londres y Giannuzi, en Lima, fue vital para cotejar información y colocar los ladrillos de la obra.

En la presentación de Cesar Vallejo - Textos rescatados, Ricardo SIlva Santisteban, Valentino Gianuzzi, Carlos Fernandez y Jorge Puccinelli

Los dos declaran en su nota preliminar que “este libro da a conocer algunos textos hasta ahora desconocidos o poco conocidos de César Vallejo. Estos escritos ayudan a establecer una cronología más exacta de la obra del poeta y a resolver algunas cuestiones textuales que no estaban muy claras a causa de testimonios divergentes entre sus contemporáneos. (…) Con estas páginas esperamos estimular a otros estudiosos a llevar a cabo nuevos trabajos de archivo, centrales para la reconstrucción de la trayectoria vital y literaria de César Vallejo”.




Suscriben esta nota, “Carlos Fernández, Londres, invierno de 2008 y Valentino Gianuzzi, Lima, verano de 2008”, es decir, al mismo tiempo.

Los críticos literarios y profesores universitarios, Jorge Puccinelli y Ricardo Silva Santisteban, corrieron a cargo de los comentarios de la presentación, con la solvencia que les es habitual.

A los dos les extrañó la ausencia de Jorge Kishimoto, admirador militante de Vallejo y especialista en literatura vallejiana, quien organizó con el Poder Judicial del Perú, hace un par de años, un Desagravio a Vallejo, por haber sido, aparte de poeta encarcelado injustamente, juez de paz de Trujillo.




Puccinelli recordó pasajes de la vida de Vallejo y destacó el trabajo realizado por los jóvenes autores quienes recurrieron no solo a los archivos sino a investigaciones con diferente suerte, en los lugares donde Vallejo había pasado etapas de su vida y puso énfasis en que el poeta no careció, como emblema de una poesía nueva, de enemigos atados al conservadurismo literario.

Por su lado, Silva Santisteban recargó la tinta en el hecho singular de que los autores se habían valido de la nueva tecnología para completar su obra. Reveló que Gianuzzi y Fernández, ya no utilizaron la mano ni fotocopiadoras sino cámaras digitales para capturar textos cuyos propietarios se negaban a soltarlos.

César Vallejo - Textos rescatados contiene, en verdad, textos que eran desconocidos, entre ellos, salvo error u omisión, el poema Aldeana, rescatado de una página del diario La Reforma de Trujillo, del 1 de enero de 1916, junto a una nota de redacción que comienza así: “Esta poesía es una revelación y una promesa”.

Otra versión de Aldeana fue publicada en La Industria, también de Trujillo,el 29 de diciembre de 1920.

El libro informa, asimismo, que Aldeana fue publicado antes, el 6 de julio de 1918, junto a los poemas La de a mil y Heces, en la revista Nuestra época. Los autores indican que una edición facsimilar fue publicada por editorial Amauta en Lima en 1986.
Un poema entre avisos publicitarios


Los autores descubrieron también que el poema Sauce, permaneció oculto para los investigadores más tiempo del necesario, porque no fue publicado en el lugar habitual de la poesía en La Reforma, sino entre avisos publicitarios

El volumen, en sus cortas 110 páginas, dedica un bloque a la prosa de Vallejo, donde impacta especialmente Los mutilados, un artículo sobre los heridos que dejó la Primera Gran Guerra y deambulabann por las calles de París. Escrito en esta ciudad en 1923 fue publicado por la revista Claridad de Santiago de Chile el 22 de diciembre de 1923.

El artículo Los mutilados, como aparece en el libro

La revista Primera Plana de la Federación de Periodistas, en su número 49 de enero-febrero de 1992, publicó cuatro textos periodísticos de Vallejo, desconocidos hasta entonces y rescatados por el periodista Miguel Ángel Tapia.

Ellos fueron: En la Academia Francesa, difundido por El Norte, de Trujillo el 15 de febrero de 1924, La flama del recuerdo, publicado también en El Norte, el 18 de febrero de 1924, Los funerales de Isadora Duncan, difundido en Mundial, Lima, el 26 de octubre de 1927 y La vida como match, publicado en Variedades, Lima, el 24 de setiembre de 1927. Por supuesto, se hallan a disposición de quien quiera releerlos.

El tercer bloque está dedicado a Una polémica, desarrollada a mediados de 1917, y sobre cuya documentación existen textos recuperados de La Reforma y La Industria por Jorge Kishimoto.

Hubo quienes también enarbolaron sus banderas en defensa de Vallejo y su poesía, pero ese episodio habría sido el que motivó el traslado del poeta a la ciudad de Lima a finales de 1917.

De aquí, el poeta alzaría el vuelo, o más bien el barco, en dirección al París con aguacero donde la flama de la gloria lo esperaba.



viernes, 28 de agosto de 2009

Cuatro frescas (XXXII)








Insulza es una autoridad en la OEA como su nombre lo indica. (Celada).



Me dijeron que estuviera en el término de la distancia pero yo llegué antes. (Don Aire).




En lugar de la diablada, yo hubiera preferido debatir con el kajelo. (Evón, el Grande)



¡Que risa que me da! El ministro Allison es el único que se intoxica con bacalao en fiestas patrias. (El preso de Ate).





domingo, 23 de agosto de 2009

Réquiem para Selecciones




La vieja revista de bolsillo

dejará de circular tras

declararse en quiebra

Juan Gargurevich la ha llamado recientemente “la querida y reaccionaria Selecciones” y en una ocasión más lejana, alguien que quiso insultar a Raúl Villarán Pasquel, el creador de los más exitosos diarios del Perú, dijo de él que tenía “cultura de Selecciones”.

En ambos casos, los protagonistas aluden a Selecciones del Reader’s Digest, de la cual algunos dijeron que nos traía la “lectura digerida” y para ser verdaderamente cultos había que leer los libros y no solo aquellos que Selecciones traía resumidos en su Sección de Libros.

El cable trae la noticia: la empresa editorial que fundó Dewitt Wallace y que publica Selecciones del Reader`s Digest “se declarará en quiebra para refinanciar casi dos mil millones de dólares en deudas acumuladas”.

A decir de Gargurevich el negocio, “parecía el más sólido del mundo, el que resistiría la crisis porque su público parecía inamovible y fiel. Sin embargo hasta Selecciones está siendo abandonada y ya no se vende como antes”.

Edición de Selecciones de julio de 1941. Costaba 60 centavos peruanos



La verdad es que como dice el tío Gargurevich, Selecciones era más insultada por reaccionaria que por el material que traía, que ciertamente era para los lectores entonces jóvenes como yo, un texto de obligada lectura mensual, a despecho de quienes proclamaban que había que elevarse a lecturas “sin condensaciones”.

La lectura de Selecciones, por ejemplo, me inspiró para buscar y poner en las páginas de los periódicos en que trabajaba, a esos seres sin importancia que hacían la crónica humana y que desempeñaban oficios tan humildes que nadie les hacía caso. Selecciones los traía en aquella sección denominada Mi personaje inolvidable.

Hace poco abríamos los ojos incrédulos ante la noticia de que el New York Times tenía que ser venido a un recontramillonario mexicano porque había llegado a la lona y estaba imposibilitado de pagar sus multimillonarias deudas.

Eran los evangelios por tierra, según los cuales, uno de los monstruos del periodismo caía por tierra a pesar de la enormidad de su tiraje, cuyas ediciones dominicales arrasaban bosques enteros convertidos en papel y a pesar también de su influencia de todo orden.

Ahora es Selecciones. Gargurevich nos hace recordar que “era el más eficaz propagandista del conservadurismo pronorteamericano porque llegaba a vender, en los años 50 y 60, hasta 100 millones de ejemplares en sus 48 ediciones en 19 lenguas”.

En mi tiempo, sabía que lo que yo leía, también lo estaban leyendo unos 15 millones de personas en diez idiomas. Tengo en mis manos el ejemplar de enero de 1978, cuyo precio es de ¡100 soles! como que es de aquella época aciaga de la hiperinflación, como habrá de comprenderse. Y debajo de su título nos informa que es “publicada mensualmente en 30 países y 13 idiomas”

Edición de enero de 1978. Costaba ¡100 soles!



Este es una edición relativamente moderna. Las muy antiguas, recuérdelo, venían impresas en papel cuché. Esta de enero de 1978 está en papel periódico y para disimular la caída en la calidad del material algunas páginas están en papel de otro color. Solo están impresas sobre papel cuché algunas páginas informativas y de publicidad.

Era una edición de bolsillo... que no entraba en el bolsillo del saco por sus dimensiones, 13 por 19 centímetros, un poco menor que un libro de tamaño A5 normal. De todos modos era cómoda para leer en tranvías y ómnibus.

En la década de los años 50 del siglo pasado, cuando adquiría y leía religiosamente Selecciones, en algunas ocasiones tuve la satisfacción de ver algunas de las “frases para la histeria” creadas por mi entrañable amigo y colega Marcelo Martínez Gómez, en su sección Citas citables. Por cada una de ellas, me contó Marcelo, recibía diez dolarillos y el crédito que era lo más ambicionable.

Quizá Selecciones no nos enseñó a leer ni escribir a los periodistas bisoños de la mitad del siglo pasado, pero sí nos enseñó a construir crónicas y material periodístico de manera que otras personas sintieran alguna emoción con su lectura.

Por eso y muchas otras razones más, este réquiem por Selecciones y un ruego para que –aunque ya no es lectura habitual nuestra– su muerte no sea cierta.




jueves, 20 de agosto de 2009

Cómo conocí a Hamsun en Arequipa

Recordaban Hambre y
recibían un plato de sopa en
las calles nevadas de Oslo




Una tarde de finales de la década del 48 o 49 del siglo pasado, a dos puertas de la primera comisaría, en una librería de la calle Palacio Viejo llamada poéticamente Trilce, el poeta José Ruiz Rosas me presentó a Knut Hamsun, escondido entre las páginas de un libro sin refilar y en cuya portada rústica se leía simplemente Hambre y el nombre del autor, hasta entonces para mí desconocido.

-Es lo último que me acaba de llegar-, me dijo – y es lo mejor de la literatura actual.

Serían las cinco y media de la tarde y yo salía del colegio. En el camino me pasaron el dato de esa librería, en cuyos anaqueles estaba lo mejor de la literatura que no se podía leer en la biblioteca del colegio. Lo mejor de todo es que el poeta, al parecer recién llegado a Arequipa, tenía una confianza ciega en sus clientes.

El poeta José Ruiz Rosas llamó Trilce a su librería


Casi sin conocerme, un día en que un libro costaba cinco y yo solo tenía cuatro, me dijo que podía traerle el saldo cualquier día. Yo respondí religiosamente a esa confianza y fui su cliente durante muchos años, hasta cuando comencé a trabajar en periodismo y descubrí que también quería y podía escribir algo. Así conocí a José Ruiz Rosas y a Knut Hamsun.

Con Hambre recorrí las calles de Cristianía, más tarde llamada Oslo, capital de Noruega, me emocioné con las desventuras y generosidades de Widel-Jarlsberg, quien ganaba diez coronas muy de vez en cuando por un artículo en un periódico y se deshacía de ellas cuando veía y creía que otra persona las necesitaba más que él a pesar de su hambre convertida en cotidiana.

Cómo no recordar también su frustrado intento de conseguir el amor de Ylayali y sus paseos solitarios por las noches de Cristianía.

Impacto feroz

Hace poco leí a Juan Tallón en un diario español, quien comenta sobre Hambre: “El impacto que deja Knut Hamsun sobre el lector resulta feroz. Premio Nobel en 1920, es fundamentalmente un escritor sobre los nervios. Poca evolución, pocos acontecimientos, pocos personajes, pero una constante quiebra de la serenidad. Es la constatación de aquello que dictaminó Marcel Proust: ‘Todo lo grande que conocemos nos viene de los nervios. Ellos y no otros son los que han fundado las religiones y han compuesto las obras maestras’. Hombres asociales e imprevisibles y una belleza claroscura cubre Hambre, donde Hamsun describe los efectos psicológicos de la hambruna en el personaje protagonista, Widel-Jarlsberg, que queda esmagado bajo las páginas de una primera novela que lo retrata bajo una inestabilidad similar a la que más tarde narrará Kafka”.

Knut Hamsun en su estudio de Norholm en 1930


Yo también sentí el impacto de Hambre, la novela con que Hamsun comenzó el ascenso a la montaña sagrada de la celebridad. Después de ella, concurrí repetidas veces a la librería Trilce, donde el poeta Ruiz Rosas me informaba de las últimas obras del novelista noruego.

Así adquirí, mediante créditos a sola palabra, Pan, a la que ingenuamente pensé una suerte de continuación de Hambre, pero que era una aventura de un oficial en las montañas, y que la alusión que titulaba la obra se dirigía al flautista dios Pan.

Luego me metí de cabeza en Misterios, Victoria, Soñadores, Misterios, Bendición de la tierra y otras más cuyo orden de adquisición huye de mi memoria, pero que dejaron una honda huella en mi espíritu.

No eran libros de lujo ni de tapa dura. Todo lo contrario. Uno mismo tenía que cortar los pliegos en sus bordes superior y derecho, para continuar la lectura y esto era una prueba, decía, de que yo era el primer lector de ese volumen.

El año de Hamsun

Hambre fue también el protagonista principal de la apertura de las celebraciones del año de Hamsun, que se iniciaron contra viento y declaraciones de organizaciones judías, en la capital Noruega el 19 de febrero.

En esa singular ocasión, cientos de lectores de Knut Hamsun, caminaron por las calles de Oslo, que él cariñosamente describía con ternura y amargura, y seguían el itinerario del protagonista de su novela emblemática, Hambre, y significativamente, recibieron un plato de sopa caliente… no se sabe si porque sentían hambre o porque necesitaban combatir al frío ya que caminaban sobre las pistas y veredas cubiertas de nieve por el severo invierno nórdico.

Recordaban capítulos de la novela y se exigieron recorrer los lugares donde el protagonista vivió su drama. En una redacción periodística asisten a la discusión con los editores del periódico que le pagan diez coronas por un artículo, en otro sitio presencian su encuentro con la amada a la que llama Ylayali, más adelante observan su encuentro con unos policías, y por sobre todo, perciben imaginariamente el hambre que corroía sus entrañas.

Algunos leían trozos de la novela en alta voz: "Nuevamente había ido para sentarme a un cementerio y había escrito un artículo para un periódico. Mientras estaba trabajando allí dieron las diez. La noche cayó e iban a cerrar las puertas. Tenía hambre, mucha hambre. Desgraciadamente, las diez coronas sólo habían durado poco tiempo. Ya hacía dos, casi tres días, que no comía nada, y me sentía deprimido; hasta sostener el lápiz me fatigaba. Tenía en el bolsillo la mitad de un cortaplumas y un manojo de llaves, pero ni un cuarto. Cuando cerraron la puerta del cementerio, debí haberme ido derecho a casa, pero vagué todavía algún tiempo. Me inspiraba un terror instintivo mi cuarto, tan tétrico y vacío: un taller abandonado de hojalatero, donde se me permitía vivir provisionalmente. Deambulé al azar, pasé ante el Depósito, bajé hasta el mar y fui a sentarme en un banco, en el muelle del ferrocarril”.

De la Cristianía que describe, una ciudad de finales del siglo XIX, Knut Hamsun había dicho: "Fue en aquella época cuando yo vagaba pasando hambre por Cristianía, esa extraña ciudad que nadie abandona hasta quedar marcado por ella".

Hamsun con su hijo Arild en 1950

Los lectores de Hamsun comenzaron a borrar el viejo resentimiento entre el escritor más querido y odiado de Noruega y su pueblo, en un anticipo de lo que sería la conmemoración de los 150 años de su nacimiento, que como se ha informado con gran despliegue periodístico en el mundo entero, es uno de los acontecimientos más grandes de Noruega y de la literatura mundial.

"Con el año de Hamsun nos hemos propuesto que el público quede con una impresión más fortalecida del espléndido escritor que fue Hamsun, inspirándole también a leer su obra en la perspectiva del debate actual", declaró la organizadora y directora de la Biblioteca Nacional de Oslo, Vigdis Moe Skarstein.

En diversos medios se publicaron las declaraciones de Isaac Bashevis Singer (también Premio Nóbel), quien dijo que “toda la ficción del siglo XX proviene de Hamsun”.

Por su lado, Ingar Setten Kolloen, autor de una biografía de Hamsun, dijo que no se podía dejar de quererlo, “aunque tenemos todos estos años de odiarlo” porque “es un fantasma que no quiere permanecer guardado en su tumba”.

El centro cultural Hamsun inaugurado el 4 de agosto


En una nota que Walter Gibbs escribió para el New York Times, precisó que “algunos críticos han encontrado el punto medio al proponer que se le dé la misma atención a su talento literario que a su lado oscuro”, es decir, a su inclinación política durante la Segunda Guerra Mundial..

En las lejanas Georgia y Azerbaiyán, también al comenzar el año de Hamsun, se recordaron los 110 años de aquel viaje que el escritor realizó, como el vagabundo de sus obras, a través de Rusia para dirigirse al Cáucaso.




Así, pues, fue el poeta Ruiz Rosas quien me llevó a las páginas de Hamsun y este quien me arrastró a Noruega hace un os años. Me dolió mucho no encontrar ni sombra de su literatura en las librerías de Oslo ni de Bergen, como sí las tenía la desaparecida librería Trilce y me alegra el espíritu comprobar que al promediar el año de las evocaciones por los 150 años del nacimiento de Knut Hamsun, la humanidad entra en esa reconciliación que se mantuvo oculta durante más de medio siglo.





domingo, 16 de agosto de 2009

Tranvías de esa Arequipa que fue


Volver al pasado con esos
nostálgicos coches que sonaban
a hierro y olían a madera






A partir de 1962, con la desaparición definitiva de los tranvías, la ciudad de Arequipa no volvió a ser la misma. Lo propio que podría ocurrir si, en un arranque de inspiración urbana, las autoridades de la actualidad, decidieran volver a poner en circulación los tranvías, sin ánimo retrógrado, sino como una forma de proteger la salud de todos y de establecer un nuevo punto a favor del turismo.

Pero quizá eso sea solo un deseo nostálgico de aquellos que vimos y vivimos aquella época y ocupamos los salones de esos coches que sonaban a hierro y olían a madera limpia y nos facilitaban las citas entre los colegiales que éramos.


Hay pocas ciudades en el mundo que se pueden vanagloriar de poseer líneas de tranvías al servicio de sus habitantes y visitantes. Lima y Arequipa eran dos de ellas, hasta que en 1962, los intereses de un grupo de omnibuseros derrotaron a quienes defendíamos la subsistencia de los tranvías.



Paradero general frente al mercado de San Camilo


Los tranvías de aquel entonces, corrían por la calle San Camilo y tenían su “paradero fijo” y común en la cuadra que ocupa el mercado central de San Camilo y que compartían las líneas de Miraflores, Yanahuara, Antiquilla y Tingo.

Un tranvía de Tingo en el centro


Otro paradero final estaba al frente, en el crucero de las calle Perú y San Camilo, adonde llegaban los tranvías de Paucarpata, que los estudiantes del glorioso colegio nacional de la Independencia Americana abordábamos hasta los topes para llegar al plantel. Nos bajábamos en tropel en el crucero de la calle Paucarpata y avenida Independencia, que por supuesto, no era lo que es hoy y seguía su ruta, atravesaba hermosos parajes mitad campo, mitad ciudad, con casas campesinas de un piso y techo de calamina rodeadas por campos abiertos de sembríos de maíz, alfalfa, trigo, bordeados por hileras de enormes sauces y eucaliptos que dibujaban un paisaje de belleza difícil de encontrar en el presente. Tenía una sola vía y por la misma regresaba a la ciudad luego de llegar hasta las cercanías de la piscina de Sabandía, concurridísima por la juventud de entonces sábados y domingos.

Del paradero central de San Camilo, los tranvías verdes de Miraflores, enfilaban por la calle Perú, torcían a la derecha en Mercaderes, doblaban a la izquierda en Colón, entraban en la plaza España, pasaban frente al cuartel de zapadores (después lo llamaron batallón de Ingeniería) y por un costado de la iglesia de Santa Marta.

Verde tranvía de Miraflores frente al portal de San Agustín


Continuaba luego hacia arriba, por San Pedro, entraba en San Antonio, pasaba entre la iglesia de San Antonio y el encantador parquecito del mismo nombre, seguía resoplando por la calle Misti hasta la avenida Progreso hasta una cuadra del cuartel Salaverry, y comenzaba el retorno a la ciudad, doblaba nuevamente a la derecha por la calle Teniente Rodríguez, doblaba a la derecha hacia Sepúlveda, pasaba por un costado de la iglesia y parque de Azángaro, y torcía hacia la izquierda para entrar en Goyeneche de bajada, hasta Siglo XX, donde pasaba frente a la cárcel, nuevamente por un costado de la plaza España, entraba en San José, Moral, hasta, Santa Catalina, pasaba por la plaza de Armas, continuaba por La Merced para entrar una vez más en San Camilo hasta su paradero.

En este recorrido que hice cientos de veces, porque vivía en Miraflores y tenía un pase que valía para todos los tranvías, demoraba unos 45 minutos.

El de Yanahuara cruza el histórico puente Grau


Otra de las ramas que se desprendían de San Caamilo era la de Yanahuara, que subía por Perú, doblaba a la izquierda por Santo Domingo-General Morán, subía por Jerusalén hasta el triple crucero Jerusalén-Ayacucho-Puente Grau, torcía a la izquierda, posaba por sobre el histórico puente Grau, en una de cuyas riberas había un zoológico que no sé si existe a la fecha.

El tranvía de Yanahuara doblaba a la derecha en la avenida Bolognesi, la recorría en tramos considerables, pasaba por un desvío de la avenida que bajaba hasta el Club Internacional y la vecina piscina de Semanat. También dejaba a la gente que debía ir al camal municipal

Subía por el empinada calle León Velarde, doblaba a la izquierda por la calle Misti, entraba en la avenida del Ejército y entraba nuevamente al puente al final del cual doblaba entonces hacia Santa Catalina, pasaba también por la plaza de Armas, La Merced y San Camilo hasta su paradero final frente al mercado.

El tranvía de Antiquilla también salía de San Camilo, subía por Perú doblaba a la izquierda por SantoDomingo-General Moràn, pasaba frente al portal de la Municipalidad, seguía por Puente Bolognesi, seguía cuesta arriba opor Beaterio, hasta un paradero que estaba cerca del mercado de Antiquilla.

Tranvía de Paucarpata entre casas y sembríos


El tranvía de Tingo también salía de San Camilo y hacía aproximadamente la misma ruta urbana: Perú, Santo Domingo-General Morán, pasaba también frente al portal de la Municipalidad, doblaba por La Merced y seguía de frente por Bulevard Parra, recorría la que se llamó más tarde avenida Alfonso Ugarte, pasaba frente al cuartel del grupo de artillería número 3 y se detenía frente a la estación del ferrocarril. De allí volvía a la ciudad.

Paradero final en el balneario de Tingo


Tanto el tranvía de Tingo como el de Paucarpata, estaban catalogados como interurbanos y si el pasaje en los urbanos costaba cinco centavos, en aquellos costaba el doble.

En recuerdo de aquella época que me toco disfrutar, cuando en la ciudad tenía arterias y venas por donde discurrían tranvías verdes y rojos, les entrego una colección de fotografías. Me las envió mi colaboradora voluntaria Emily Rodríguez, mistiana hasta los tuétanos, que añora lo que no conoció y que solo vive en ella a través de los relatos de su padre, el periodista Manuel Rodríguez Velásquez, devoto militante de los buenos recuerdos de la ciudad blanca.


(Fotos de la colección de Allen Morrison y William Janssen enviadas por Emily Rodríguez).

miércoles, 12 de agosto de 2009

Por qué los arequipeños son tan así

Los arequipeños se ríen
de sí mismos y de los

camanejos en su fiesta,



Los de la oposición han inventado una tonelada de chistes a costa del bien ganado prestigio de los arequipeños y de la arequipeñidad que proclaman en todos los rincones del mundo. Les regalo algunos de los viejos y modernos cuentos que la oposición no arequipeña ha difundido con toda mala fe.

Catedral de Arequipa, vista desde el puente Grau


Claro que los camanejos –que son bien arequipeños de la costa mientras los otros son de la cuesta para no ser serranos– y los mismos mistianos han dado diversos motivos con la natural simpatía que despliegan por el mundo, para que propios y extraños –más los propios– inventen cada cosa, oiga usté…

Recuerdo por ejemplo, a Manuel Huanqui, profesor universitario autor de un librito que tituló Por qué los arequipeños son tan así. Y bueno, uno de sus primeros capítulos hablaba de la excursión que por cuenta de la universidad y los bolsillos de los papases haría un grupo de estudiantes de la San Agustín nada menos que a la ciudad de Piura en un ómnibus especialmente contratado para la aventura.

Cuenta Manuel que en Camaná, primera escala del viaje, les comenzaron a tirar piedras. Como no había motivo alguno –solo que los agresores eran camanejos que lo hacían gratis– descendieron del ómnibus para pedir explicaciones. Y al mirar el parabrisas trizado y un poco más arriba se dieron cuenta de la causa.

El autobús lucía el letrero de su itinerario habitual: “Arequipa-La Joya”.

El colega Rubén Collazos, exdirector del diario Correo, quien fue parte de aquella excursión al norte, cuenta que, de todas maneras, a pesar de las miradas entre burlonas y no pocas veces coléricas de la gente, lograron dar buen fin al viaje y llegar sin más problemas a la calurosa Piura.


Eso fue suficiente para que los heroicos camanejos, en defensa de sus fueros, Camaná es una verdadera joya, se lanzaran al ataque. Parece que la excursión estudiantil a Lima se terminó en Camaná.

Un callejón de Yanahuara


Hubo también en la Universidad del Gran Padre, un destacado profesor que escribió un libro que tituló “Filosofía de la letra A”.

Cuando Guillermo Cortez Núñez, entonces director de la mejor época del diario Expreso, se enteró de la aparición del volumen, solo comentó: “Este debe ser un genio… o un pendejo. Seguro que a continuación querrá escribir la filosofía de todo el alfabeto y tiene cuerda para rato”.

Ese era Guillermo Cortez, arequipeño de la calle La Merced, a quien todo el mundo le decía a la mexicana, Cuatacho, porque Cuatacho fue el seudónimo que escogió para firmar la columna deportiva Barra brava, que escribió en el viejo y desaparecido tabloide Ultima Hora.

Esta es la hora en que propios y extraños –más los extraños- se acuerdan de los chistes a costa del Misti y sus habitantes, por envidia, como es de imaginar y para picarlos en plena fiesta del 469º aniversario.

El correo de Emily

Hace dos días recibí una colección de esos chistes, en un correo firmado por Emily, que sé quién es pero me reservo su apellido para que su papá, el señor Rodríguez Velásquez no le llame la atención, porque es un viejo arequipés, que en su productiva juventud hizo caricaturas en el diario El Pueblo y en una revista de mala suerte, netamente arequipeña, llamada Trece, que no llegó ni al número 13.
He aquí algunas muestras del humor de Emily:
Alguien le dice a un arequipeño, en una mañana de sol:
-Oiga, qué mañana tan bonita.
A lo que el arequipeño responde:
-Gracias, gracias, se hace lo que se puede…

Emily, con gesto tolerante y universal, me dice que les cuente algo más, con franco ánimo desprestigiador.

¿Que diferencia hay entre un arequipeño y una pila?
En que la pila tiene un lado positivo.

Pero no todo es negativo, como lo atestigua una cariñosa mamá ante quien su hija se confiesa:
-Mamá, ¡me ha violado un arequipeño!
-Y ¿cómo sabes que es arequipeño?
-Porque me obligó a darle las gracias.

Un arequipeño se encontraba haciendo el amor con su novia y ella de pronto se queja: ¡Ay, Dios mío!
Él responde: Bueno...aquí, en la intimidad me puedes llamar Oscar.

¿Que le tiran a un arequipeño cuando se está ahogando?
¡Al resto de la familia! Y a veces un pañuelo… para que des... ahogue.

Cuando hay tormentas eléctricas, con truenos y relámpagos, los arequipeños salen a la calle, miran al cielo y sonríen porque creen que Dios les está tomando fotos.

Un arequipeñito le dice a su papá:
-Papá, cuando sea grande yo quiero ser como tú.
El papá responde:
-¿Y para qué hijito, para qué?
-Para tener un hijo como yo.

Ahora los de mi cosecha

Como se ve, los cuentos enviados por Emily, son de amplio espectro y me estimulan a hurgar en la memoria donde encuentro el siguiente, que es más viejo que el aguacero pero se adapta a la ocasión

Dos arequipeños van por la Quinta Avenida de Nueva York el 4 de julio, fiesta nacional de los Estados Unidos y asisten admirados al bullicio de las bandas, los desfiles, las waripoleras, los edificios embanderados, la lluvia de mixturas y serpentinas, los globos de colores.
-Mira qué gran fiesta. ¿Qué estarán celebrando?
-Su día de la independencia, pué. Hoy es 4 de julio.
-Uyy curuju. ¡Si así celebran el 4 de julio cómo será el 15 de agosto!

Y esto no es una demostración de la superioridad arequipeña.

Por eso, el difunto Cuatacho decía;
-En cualquier reunión, asamblea o mitin, si hay un arequipeño, ¡ya somos mayoría!

El apacible río Chili


No hay que olvidar que el arequipeñismo viene desde la cuna y que las propias madres inculcan su orgullo natal a sus retoños. Sino presten atención al diálogo siguiente:

-Ahora que vayáis a Lima, hijito, nunca digáis que sois arequipeño…
-¡Pero por qué pué, mamita!
-Porque no tenís ningún derecho de acomplejar a los demás…

Pero la verdad es que tienen también mucho respeto y son amables y reconocidos con los demás, algo que prueba la despedida de un ahijado de su padrino camanejo:
-Padrino, me voy pa’ Lima y tengo un poco de temor… ¿Usted conoce Lima?
-No, ahijadito. Yo nunca he ido a Lima.
-Yo no conozco esa ciudad, no sé cómo me tratarán los limeños…
-¡Uy, ahijadito, no tengas miedo. Los limeños son buenísima gente. Apenas te conocen te invitan al cine, te llevan al teatro, te invitan a comer, te pagan el transporte…
-Y usted, padrino, ¿cómo sabe todo eso si nunca ha ido a Lima?
-¡Mi hermana me ha contau!

Otro rincón de Yanahuara


Además, el hecho de que sean viajeros los ha llevado al mundo entero. Conocí al Rocoto Márquez que tenía un restaurante arequipeño en una gran avenida de La Paz y preparaba rocotos rellenos, chaques y chairos tan sabrosos que le cerraron el establecimiento porque su comida nunca alcanzaba para todos.

Y Cortez Núñez contaba de un arequipeño que tuvo una picantería en Moscú y nunca le pasaba nada en plena era estaliniana porque la policía secreta veía que todas las tardes ponía un pendón rojo en la puerta de su casa para anunciar que ya estaban preparados para la venta su chicha y sus picantes.

Por eso es, quizá, que los criticones y los envidiosos dicen, sin fundamento, que los arequipeños se parecen a Dios porque están en todas partes y nadie los puede ver.



martes, 11 de agosto de 2009

Los 469 años de Arequipa



Contra gripe y marea,
la fiesta se realiza y
dejará mucho billete



Ya lo había advertido el alcalde Simón Balbuena Marroquín, durante la conferencia de prensa que ofreció en la sede municipal de Lima: No se alteraba el programa de las celebraciones por el 469º aniversario de la Ciudad Blanca, a pesar de la amenaza de la gripe porcina.


Alcalde Simón Balbuena, feliz como un conejo


A su lado, la reina Arequipa 2009, Nora Aragón Velarde, de 18 hermosos años y 1.78 metros de altura sobre el nivel del suelo, asentía sonriente y declaraba que no temía a la gripe porcina.


De modo, pues, que la fiesta siguió adelante. El jueves 6 salieron los representantes de las tunas extranjeras que actuarán durante las celebraciones para hacer piruetas musicales con guitarras, mandolinas y voces a la española y ¡olé! y dar comienzo a otro inolvidable aniversario.

El Misti, como telón de fondo, lucía sus mejores galas, a pesar de la amenaza del calentamiento global, con una nevada que le llegaba hasta las rodillas y les quitó la otra “nevada” a los residentes que temían un invierno sin nieve que quebrara la tradición de que para las fiestas, los volcanes siempre tienen que vestir de blanco.

La reina Nora y el Misti vestido de blanco

La naturaleza estuvo de acuerdo con los anhelos mústianos y en las semanas anteriores, cayó como en las mejores épocas como en las mejores épocas sin calentamiento ni huecos en la capa de ozono.




Las tunas comenzaron la fiesta


Cinco mil raciones de alcohol

"El objetivo es que al ingreso de cada actividad de los festejos, se repartan paños con alcohol para la limpieza de manos y mascarillas de ser necesario", declaró Balbuena a un diario local, por supuesto todo ello sin fines de locro (léase lucro en idioma arequipés). .
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La precaución no es nueva. Ya se adoptó en la VI Feria Internacional de Artesanía que tuvo lugar en la avenida Bolognesi que permanecerá abierta hasta el lunes 17 de agosto.

La marinaera a todo trapo en el portal

De todas maneras, la gripe –ya se habían contabilizado trece difuntos– frenó algunos impulsos de participar en el gran Corso de la Amistad, que lo llaman, programado para el sábado 15, día central de la celebración. La municipalidad admitió que se habían inscrito solo 91 carros y conjuntos musicales y folklóricos, cifra que es inferior a la registrada el año pasado, pero qué se le va a hacer.

También recomendó “que las personas enfermas se queden en casa” e informó que habrá “puntos de lavado de manos en los lugares donde se realizarán los eventos”.

Por su lado, la Universidad Alas Peruanas, organizadora en este año del Corso de la Amistad, informó que no se permitirá la participación de bandas escolares, de música se entiende, y que tampoco se admitirá en ninguno de los espectáculos, la presencia de menores de diez años y mayores de 60. A ver si alguien de esas edades respeta la prohibición.

Imagínaté…, con semejantes medidas de precaución, ¡ni la peste negra!

Las niñas del Cañón del Colca


Se calcula que unas 120 mil personas, del millón que tiene Arequipa, concurrirán al corso, y se distribuirán en las avenidas y calles por donde discurrirá el desfile, es decir, desde la avenida Mariscal Castilla en el distrito de Mariano Melgar, hasta la plaza de Armas.

El ánimo está preparado y, como ocurrió en años anteriores, se esperaba una extraordinaria concurrencia de visitantes.

Pero como la gripe mundial A1H1N1 -que los characatos han comenzado a llamar simplemente ahiní, pero con mayúsculas-, amenazaba más que las nevadas, el alcalde dispuso la entrega de 5,000 raciones de alcohol y otras tantas mascarillas, por si a la gente se le ocurría estornudar o toser en pleno desfile, no provocara pánico ni rechazos incómodos.

El Chachani no se podia quedar atrás, aunque lo está


El alcalde dijo que no menos de 20 mil turistas estarán presentes este año, para saborear desde cuyes chactados hasta rocotos rellenos y costillares, en los restaurantes y picanterías de la ciudad, que se esmeran para esta fecha en la presentación de los platos tradicionales

Pero el Edy Carpio Cuadros, presidente del Organismo de Gestión de Destino -¡qué será esa cosa!- le da la contra como buen arequipeño y señala contundentemente que “se espera recibir a 22 mil personas durante las fiestas” y añade que cada una ellas trae en el bolsillo por lo menos cien dólares para gastar durante unos tres días. “Los recursos generados por el turismo superarían los US$6 millones”, dijo

Que así sea.



jueves, 6 de agosto de 2009

Centro Hamsun, al norte del Círculo Polar

La princesa real Mette-Marit inaugura
el Museo Hamsun en las afueras de
Hamaroey, pueblo natal del poeta




La princesa real Mette-Marit de Noruega presidió la solemne ceremonia de inauguración del Centro Hamsun, el acto de mayor solemnidad que marcó la culminación de las celebraciones por el 150º aniversario del nacimiento del laureado novelista Knut Hamsun, al mediodía del reciente 4 de agosto.

Al acto inaugural de lo que ya es el museo que recordará y guardará una gran cantidad de obras de Hamsun, concurrieron más de 5,000 personas, según despachos de agencias noticiosas. Entre los invitados se encontraba el arquitecto Steven Holl, ganador del Premio Nacional de Arquitectura Progresiva en 1996 por el diseño del museo.

El Centro Hamsun en las afueras de Hamaroey



El Centro Hamsun se encuentra ubicado a 320 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, en las afueras de la localidad de Hamaroey, el pueblo donde el escritor nació hace siglo y medio.

El edificio importó una inversión de 23 millones de dólares que fueron destinados en 2007 para la obra que sufrió un retraso de varios meses, debido a la ola de críticas que despertó la programación de los homenajes.

Construcción se alza entre los bosques


Los actos no se ensombrecieron por la campaña mundial que libraron organizaciones judías, que criticaron severamente al gobierno de Noruega por las celebraciones que rendían homenaje al escritor que nunca negó sus simpatías por el nazismo, su anglofobia y su anticomunismo.

El idilio entre el pueblo de Noruega y su escritor nacional, se quebró en 1935, cuando Hamsun, ganador del Premio Nóbel de Literatura en 1920, expresó en público sus simpatías por Hitler, convicción que conservó durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Su terca convicción política le acarreó una acusación por traición a la patria al final de la guerra. Fue recluido en un hospital siquiátrico cuyo médico jefe pretendió hacerlo aparecer como senil y víctima de deficiencias mentales a sus 86 años de edad. Su esposa Marie fue condenada a tres años de prisión, a pesar de que rechazaba la posición política de su esposo.

Lo que Hamsun quería era ser sometido a juicio. “¡No estoy senil, al menos no lo estaba cuando entré a este manicomio!”, proclamó a gritos en el hospital.

Logró que los tribunales lo juzgaran pero, apunta el escritor Juan Forn, en un reciente relato sobre Hamsun, “la sentencia le importa poco: incluso se queda dormido mientras la leen”.

Con su esposa Marie en 1930


Forn prosigue: “Para él, el juicio terminó en cuanto hizo su descargo (sin intentar en ningún momento defenderse: lo único que le importaba era que se escuchara su versión de los hechos). Desposeído de sus bienes por el gobierno noruego, repudiado hasta por los niños de su aldea (y él repudiando a Marie, a quien se niega a recibir cuando ella sale de la cárcel), Hamsun decide inesperadamente volver a escribir”.

Hamsun quien llevaba ya unos 20 años sin escribir, redactó lo que su editor calificó como “una obra maestra”, luego de leer Por los senderos donde la hierba crece. El editor fue a ver a Marie porque no quería enfrentarse con el irascible autor para decirle que ninguna de sus obras sería publicada sino después de su muerte.

Marie, en respuesta, tuvo una reacción inesperada: “¡Entonces no se publicará nunca, porque él no va a morirse! Ya ha hablado con Dios del asunto”, exclamó.

La nueva obra se publicó en 1949 entre una tormenta de críticas a favor y en contra. Knut Hamsun tenía ya 90 años y según Forn, a él solo le importaba lo que diría su esposa Marie acerca de su reciente libro.

Acompañado por toda su familia


“Le envía un ejemplar. Le hace saber que la quiere de nuevo a su lado. A esa altura de su vida, a Marie le interesa una sola cosa: descansar. ‘Todos los años que estuve a su lado no pude dormir, porque papá hablaba a gritos con Dios toda la noche’, le confiesa a uno de sus hijos antes de volver a vivir con su marido”, recuerda Forn.

Tres años después, Hamsun murió una noche de febrero. Tenía 93 años.

Después de una película sobre Hamsun, del sueco Jan Troell, de amplia difusión en Noruega y en todos los países de Europa, la opinión de los noruegos fue ablandándose. Hasta entonces ninguna calle ni plaza llevaba su nombre ni se le había erigido un monumento y sus libros comenzaron a editarse tímidamente. Hoy se venden por millares.

Las celebraciones por el sesquicentenario del nacimiento del gran escritor noruego, finalmente, parecen haberlo reconciliado con su pueblo, pues una enemistad y un repudio como el que sufrió a causa de sus convicciones políticas, no podía durar eternamente.






miércoles, 5 de agosto de 2009

Santa Bárbara, fuente de riqueza y de tragedia (IV)

Equipo de investigación presentará
estudio para convertir Santa Bárbara
en polo turístico internacional





(Esta es la cuarta entrega de una serie dedicada a la mina de Santa Bárbara, con la esperanza de que algún día sea puesta en valor como centro turístico o un museo de sitio para que peruanos y extranjeros podamos conocer sus socavones, donde tuvieron lugar episodios poco conocidos de nuestra historia).





Setiembre de 2009 podría marcar el comienzo de una primavera de bienestar para el departamento de Huancavelica, signado como el más pobre del Perú, cuando los empresarios mineros reunidos en Arequipa, escuchen el informe sobre una investigación orientada a convertir en polo turístico internacional la famosa, trágica y misteriosa mina de Santa Bárbara.

La mina Santa Bárbara, dentro de cuyos socavones existe una ciudad subterránea, donde llegaban a librarse corridas de toros y a celebrarse misas, según algunas informaciones, produjo en 450 años de actividad, más de millón y medio de frascos de mercurio, es decir, unas 52 mil toneladas, y aún no se encuentra agotada.

Un pueblo que parece abandonado en la ruta


El doctor Enrique Orche, profesor e investigador de la Universidad de Vigo, España, informó que fue cerrada en 1975, “no por encontrarse agotada sino por falta de rentabilidad, no por falta de mercurio” y aún se cataloga como la mayor productora de mercurio de América y la cuarta del mundo.

La mina Santa Bárbara comenzó a producir mercurio mucho antes de que los conquistadores españoles la descubrieran. Algunas crónicas señalan que los nativos la utilizaron como fuente del azogue con que pintaban sus casas y sus rostros para asustar a sus enemigos y lo usaron en la producción de plata, tras la separación de materiales extraídos de los socavones.

Los informes del doctor Orche señalan que “la mina de Huancavelica se descubrió en 1563 y se puso en marcha en 1564” y que “su propietario inicial y descubridor fue el encomendero de Huamanga Amador Cabrera”.

Singular puente de piedra y paisaje en Sacsamarca


Algo diferente cuenta Ricardo Palma en sus Tradiciones. Él señala que fue el cacique de Guancavilca, quien, en reconocimiento por el cariño que el encomendero Cabrera tenía para con su hijo, un día de Corpus Christi le obsequió la mina y con ella la riqueza de que España y otros países de Europa disfrutaron durante varios siglos.

La convención minera de Arequipa

El próximo setiembre tendrá lugar en Arequipa, la ya tradicional Convención Minera 2009 – PerúMin, que acogerá en la Ciudad Blanca a cientos de empresarios mineros de varios niveles y países, productores y explotadores de todo tipo de minas en el territorio peruano y en el mundo.

El estudio que se presentará ante ellos, elaborado por el doctor Orche, el ingeniero Henry Luna Córdova del ministerio de Energía y Minas del Perú y expertos ecuatorianos, consiste en un programa de investigación del Patrimonio Cultural y Minero de Huancavelica.

“El objetivo del estudio”, dijo el ingeniero Henry Luna, “es convertir a esta importante región en un polo turístico minero internacional, como ocurre con muchos centros mineros de Europa, cuyas plantas, talleres, oficinas, campamentos, archivos de documentación e iglesias, han sido reconstruidos”.

Añadió que “se trata de un programa alternativo al cierre de minas contemplado en la legislación peruana” y anunció “que será presentado en la próxima Convención Minera a llevarse a cabo en la ciudad de Arequipa en setiembre”.

Viejo campamento a la espera de ser rehabilitado


Santa Bárbara, que desde Huancavelica hizo la fortuna de varias generaciones de mineros, durante la colonia y la república, no promovió el bienestar de sus pobladores. Por el contrario, durante el virreinato, miles de trabajadores peruanos fueron obligados y a dejar su vida en los socavones.

El doctor Orche, informó que “la primera mina, o mina descubridora, se llamó Todos los santos, y tenía unas dimensiones de 80 por 40 varas (unos 67 por 33,5 metros)”.

Otras fuentes señalan la existencia de una ciudad subterránea en cuyas vías un hombre podía pasear a caballo y se realizaban corridas de toros y que poseía hasta tres capillas donde se celebraban oficios religiosos para los trabajadores que nunca volverían a ver la luz del sol, todo lo cual aportaría un extraordinario valor al proyecto de la mina turística.

Los pesos de ocho reales

Las dimensiones de aquella primera mina eran mayores que las de otras, que tenían alrededor de 50 por 25 metros y fueron denominadas Santa Inés, Santa Isabel, Correa de Silva, Juan García, Inés de Robles, Mina Nueva, y pertenecían a diferentes propietarios, dijo el experto español.

“En el siglo XVIII”, prosiguió, “el yacimiento y sus diversas minas se conocían por el nombre genérico de Santa Bárbara, quizá por ser la patrona de los mineros, quizá por ser la patrona del cerro donde estaban las minas, según declara el acta fundacional de la ciudad”.

Más tarde, en 1573, por mandato del virrey Francisco de Toledo, la Corona de España expropió las minas a Cabrera y a los demás mineros españoles que habían hecho denuncios en la zona y fundó el Estanco del Azogue.

Arco de la bocamina a 4,200 metros sobre el nivel del mar


Esta medida formaba parte de un plan estratégico económico de los soberanos, para controlar la producción de plata americana, a través de una severa vigilancia sobre uno de sus insumos principales como era el mercurio, refiere Orche. “Sin mercurio no había plata y sin plata no había poder, luego mercurio y poder, a través de la plata, formaron una constante durante toda la vida colonial”, apuntó.

El mercurio fue, en consecuencia, un factor decisivo en el desarrollo económico de España, Europa y el mundo de los siglos XVI y XVII.

Cuenta el doctor Orche que “en esa época los pesos de ocho reales de plata, acuñados en Potosí, (hoy Bolivia) eran admitidos hasta en las operaciones mercantiles con China, a modo de lo que ocurre hoy con el dólar norteamericano”.

Queda esperar que en setiembre próximo los participantes en la Convención Minera tomen en su debida dimensión el informe del equipo de Orche, Luna y otros especialistas del ministerio de Energía y Minas y adopten una conclusión diferente que abra la mina, su campamento, sus instalaciones y socavones para mostrarlos al mundo y se conviertan en un factor de desarrollo y bienestar para Huancavelica.



domingo, 2 de agosto de 2009

Los 150 años de Knut Hamsun

Noruega se reconcilia con
su más famoso escritor y
lo recuerda con homenajes





Hace unos años, hubiera parecido increíble lo que ocurre en estos días en Noruega. El país entero, con los reyes a la cabeza, celebran el Año de Hamsun, el literato más grande de la cultura del país, hasta hace poco en el “índex” de la literatura por sus ideas políticas de antaño, que lo inclinaron hacia el nazismo en el pasado.

Hoy, artistas vestidos con túnicas amarillas sobre un típico y húmedo paisaje noruego donde no faltan las huellas de la última nevada, cantan y actúan en homenaje a Knut Hamsun, al conmemorarse los 150 años de su nacimiento, este 4 de agosto.


Canciones en la montaña, como él hubiera querido


Las celebraciones evocadoras de Hamsun se hicieron públicas cuando se cumplía, a principios de año, un aniversario de su muerte ocurrida la noche del 19 de febrero de 1952 y comenzaron a remover los escombros de la historia.

El poeta, el rebelde Knut Hamsun, se extinguió, después de 92 años de una existencia que dedicó a la literatura y a destacar la belleza de su país natal, llevada en alas de sus páginas a los más recónditos lugares del mundo, y determinaron que la Academia Sueca, le entregara el Premio Nobel en 1920.

La reina Sonia de Noruega concurrió al acto inaugural de las celebraciones y la princesa Metter-Marit anunció que sería la madrina de las varias actividades del acontecimiento, que se desarrollará en etapas sucesivas y cuyas ceremonias culminantes tendrán lugar ese 4 de agosto.

En febrero, el ministro de Cultura, Trond Giske, socialdemócrata, advirtió que “las demostraciones de adhesión al Premio Nóbel de 1920 no serán ajenas a la crítica de los ciudadanos por sus simpatías con el nacionalsocialismo alemán” antes, durante y después de la Segunda Guerra.

Poco antes de su muerte



El director del Teatro de Tromso, Otto Hommlung, se mostró especialmente duro al negarse a participar en las actividades y declaró que no permitirá que en su escenario se realice un solo acto que se sume a las celebraciones del sesquicentenario del Premio Nóbel de Literatura de 1920. “No nos pueden obligar a hacer una fiesta a Knut Hamsun”, dijo según la agencia EFE.

La DPA alemana informó que varios meses antes se inició un debate en varias ciudades noruegas ante el proyecto de nombrar Knut Hamsun a una plaza de Bodo, famosa ciudad del norte que atrae a miles de turistas deseosos de presenciar el sol de medianoche.

La misma polémica se desarrollaba en Oslo, frente a la sugerencia de levantar un monumento al literato.

La polémica que sostenían los noruegos sobre la personalidad de Hamsun, se extendió al mundo y hoy son organizaciones y personajes judíos los que se oponen a los homenajes que la memoria del autor de Pan, Hambre, Victoria, Bendición de la tierra, Trilogía del vagabundo y otras insignes novelas merece.

Lars Frode Larsen, uno de sus más versados biógrafos, dice en un análisis que “hay quienes han querido reducir la extensa maratón de su vida a una carrera nazi de cien metros. De esta forma han creído poder forjar la llave del enigma Knut Hamsun”.

Knut Pedersen quien adoptaría más tarde el nombre literario de Knut Hamsun nació el 4 de agosto de 1859 en Garmo, un recóndito pueblo de la montaña al oeste del Lago de Vaagaa y murió en su granja Nørholm, cerca de Grimstad, la noche del 19 de febrero de 1952, después de una existencia que “se extendió desde los tiempos de los carruajes hasta la era atómica, llena de desasosiego y de dificultades pero rica y, sobre todo, al servicio de la palabra”.

Con su esposa Marie en 1925


En su libro de memorias, Arcoiris, Marie Hamsun, esposa del escritor, recuerda que Knut sufría para comenzar bien un libro o un artículo. “Se deprimía y era inmensamente feliz”. Añade que Knut prometió muchas veces a su familia que el libro que escribía sería el último pero “nunca cumplió su promesa”.

Mientras organizaciones judías se oponen a que Noruega recuerde a Hamsun, se recuerda que el escritor judío Isaac Bashevis Singer dijo: “Toda la escuela moderna de la ficción del siglo XX se deriva de Hamsun”.

Una información procedente de Noruega que tengo en mis manos señala que el legado de Hamsun “ha provocado polémicas y condenas a Noruega por honrar al hombre y más, se insiste en que Noruega debe ser despojada de la presidencia del grupo de trabajo para la Cooperación Internacional de Educación sobre el Holocausto”.

La nota añade que “una popular revista de línea conservadora, exhorta a privar a Noruega de ese honor en un artículo que titula “Problema nazi en Noruega”. Dice el autor de la nota que la revista olvida que “gran parte de Europa tiene un problema nazi, que no ha impedido a los líderes europeos abordar con firmeza el pasado colectivo”.

Felizmente, según parece por los homenajes que se rinden a Hamsun en estos momentos, Noruega ha superado el resentimiento del pasado y levantará en en Garmo, el pueblo donde nació su más grande escritor, un gigantesco monumento con su imagen en dorado.

Al mismo tiempo han se han emitido sellos postales y acuñado monedas conmemorativas con la imagen de Knut Hamsun, en la vida real Knut Pedersen, que circulan, igual que nuevas ediciones de sus obras literarias por el mundo entero.





sábado, 1 de agosto de 2009

Corrección de un error

En una anterior nota, titulada “Ascenso a la nada, nuevo libro del magistrado, escritor y … ¿poeta? Alfredo Cornejo Chávez”, emitida el 30 de julio se desliza en los párrafos octavo y noveno un error que puede alterar la comprensión del lector y por ello los repetimos correctamente en esta entrega, con las disculpas del caso.


Son testimonio de ello, el homenaje que se le rindiera en la celebración del Día del Juez en 2001, después de un largo silencio de veinte años, según cálculos austeros, en el mismo Palacio de Justicia de Arequipa, cuya construcción gestionara y alcanzara para que la justicia tuviera la dignidad, prestancia y solemnidad de que carecía en el viejo local de la calle San Francisco.

A ese homenaje se sumó el que la Corte arequipeña le rindió también en el Día del Juez en 2008, ceremonia a la que Alfredo Cornejo Chávez asistiera, presionado y hasta chantajeado con argumentos filiales por quienes querían exaltar su figura de magistrado y deseaban tenerlo presente en aquel acto.


En el anterior despacho decía … “también en el Día del Juez en 2001…”.

Gracias por disimular la falla. El autor.