viernes, 8 de octubre de 2021

El domingo morirá a las 7 de la mañana

Le aplicarán la eutanasia en
Colombia y está feliz, afirma
el hijo de Martha Sepúlveda

 

Víctima del incurable ELA
cumplió 51 años en enero

 

“Martha Sepúlveda está feliz porque pondrá fin a su vida el domingo 10 de octubre a las 7 de la mañana”, escribió Cecilia Barría, de BBC News Mundo, para informar sobre la decisión de Martha Sepúlveda, colombiana de 51 años, afectada por el incurable ELA, adoptada en acuerdo familiar.


Escogió el día de su muerte


"Mi mamá va a morir el domingo a las 7 de la mañana. Y está feliz", anotó para destacar “el testimonio de un hijo que ayuda a su madre a tener ‘una muerte digna’ en Colombia”.

La redactora de BBC refiere que “Martha Sepúlveda está feliz porque pondrá fin a su vida el domingo 10 de octubre a las 7 de la mañana”.

Describe que la enferma “se ríe frente a las cámaras comiendo patacón con guacamole y tomando cerveza en un restaurante de Medellín, a pesar de que se enfrentará a la muerte”.

“Está feliz precisamente porque logró que la justicia le diera la autorización para someterse a una eutanasia”.

Informa que “en Colombia la eutanasia fue despenalizada en 1997, pero solo se convirtió en ley en 2015. Desde entonces, se han realizado 157 procedimientos”.

Indica que, sin embargo, “en julio pasado, la Corte Constitucional del país extendió el derecho a una muerte digna a quienes padezcan ‘un intenso sufrimiento físico o psíquico’ por causa de una lesión o enfermedad incurable”.

El día en que cumplió 51 años
 

“Y el de Martha Sepúlveda es el primer caso en que se autoriza una eutanasia en un paciente que no tiene una enfermedad terminal”, precisa.

Anota seguidamente que “desde que fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad grave e incurable, su vida se había transformado en un tormento”.

“Como sabía que la suya iba a ser una muerte lenta y dolorosa que se extendería por varios años, el futuro le parecía desgarrador”, señala la periodista de BBC.

Luchar por la eutanasia

BBC refiere luego que eso sufrió Martha Sepúlveda, “hasta que un día le dijo a Federico, su único hijo de 22 años, que quería luchar por conseguir su eutanasia. Y lo logró”.

Cecilia Barría comenta que “paradójicamente, conseguir la muerte, le devolvió la vida” (a la enferma).

"Mi mamá está tranquila y feliz desde que le dijeron que podía morir porque su vida era literalmente un infierno", cuenta su hijo en diálogo con BBC Mundo, cuenta Barría.

“Y así se le ve, contenta porque va a morir”.

Con su hijo que se quedará solo
 

La enferma concedió, según BBC, una entrevista a Caracol TV y declaró:  "Tengo buena suerte. "Me río más, duermo más tranquila".

"Soy una persona católica, me considero muy, muy creyente. Pero Dios no me quiere ver sufrir a mí", dijo Martha.

"Con una esclerosis lateral en el estado que la tengo, lo mejor que me puede pasar es que me vaya a descansar", se resignó.

El testimonio del hijo

La agencia consigna a continuación “el testimonio de su hijo, Federico Redondo Sepúlveda, contado a BBC Mundo en primera persona”.

“A mi mamá le diagnosticaron la esclerosis lateral amiotrófica a fines de 2018.

“Ella lo tomó de una manera bastante particular. Su reacción fue reírse. Dijo "vea, tengo esta enfermedad y me muero en tres años". Pero lo dijo de manera muy jocosa, muy divertida, haciendo bromas.

“Mi mamá siempre ha sido una persona muy abierta a la muerte. Ella siempre ha dicho "yo no tengo miedo a partir, sino a la forma en la que voy a partir", que es precisamente por lo que buscó que le reconocieran el derecho a una muerte digna.

“Ella no concebía la vida postrada en una cama. El final de la esclerosis lateral amiotrófica es sin poder hablar, sin poder tragar... es algo sumamente doloroso e indigno para ella.

“Se tomó muy olímpicamente el diagnóstico. Posteriormente ya empezó a perder fuerza en las piernas, a requerir apoyo para caminar en distancias más o menos largas. Ya luego requería apoyo para todo tipo de caminatas incluso dentro de la casa.

“Y a principios de este año empezó a requerir apoyo para ir al baño. Después, había que bañarla, había que vestirla. En ocasiones se le dificultaba comer o cepillarse porque las manos estaban perdiendo demasiada fuerza.

“Lo peor para ella es ver cómo se deterioraba a tal punto que no puede ser independiente para lo más básico de las actividades cotidianas.

Disfrutando de un paseo 
 

“Un día ella me dijo: ‘Sería tan bueno que yo pudiera solicitar la eutanasia’. Y pues yo no lo tomé como muy en serio.

“Pero cuando me dijo que quería hacerlo, yo estuve en negación por unos días. Yo decía, ‘no, mi mamá no, todavía no’. Le decía, ‘mami, por favor no’.

“Yo me considero una persona muy liberal, pensaba que el derecho a la eutanasia es un derecho que hay que proteger, pero nunca lo vi como algo cercano.

“Pero ya luego, concientizándome un poco de la condición precaria en la que ella estaba, y de su desespero, y de la indignidad en la que estaba, yo dije: ‘Creo que demuestro más mi amor si la apoyo en esta decisión que ella tomó’.

“Yo sí necesito a mi mamá y quiero que esté conmigo en cualquier condición. Pero en ese caso solo estaría pensando en mí, en mis necesidades.

“Llevamos 22 años juntos. Mi vida giraba alrededor de ella y la de ella alrededor mío. Luego de su partida, yo tendré que inventarme otra vida. Por eso fue tan difícil al principio.

“Cuando yo la cuidaba tenía sentimientos encontrados. Por un lado me gustaba, porque sentía que le estaba regresando a mi mamá de alguna forma, todo el apoyo y todo lo que ha hecho por mí a lo largo de la vida.

“Pero también pensaba en lo que ella me decía. Me decía: ‘Hijo, esto no es vida, esto no es digno’.

El domingo a las 7

“Pero también de alguna manera me reconforta el hecho de que mi mamá haya podido terminar su vida de la forma que ella quería.

“El día y la hora que ella quería.

“Desde muy joven dijo que nunca quería estar postrada en una cama, absolutamente dependiente en todo momento.

Martha con su hijo recién nacido
 

“Nosotros coincidimos en que vivir es decidir y desde que la esclerosis empezó a condicionar físicamente a mi mamá, ella ya no puede decidir por sí misma.

“Muchas personas se sorprenden porque la ven muy tranquila y muy feliz.

“Mi mamá está tranquila y feliz desde que le dijeron que podía morir porque su vida era literalmente un infierno. Ella antes no era así. Antes estaba desesperada, triste y con pocas esperanzas de cara al futuro.

“Pero ahora, mi mamá va a morir el domingo a las 7 de la mañana. Y está feliz. Está feliz desde que sabe que le van a aplicar el procedimiento eutanásico.

“El domingo se va a hacer una cremación, se va a celebrar una eucaristía y... y ya, porque básicamente eso es lo que quiere.

“La voy a extrañar mucho. Yo creo que no hay nada que no vaya a extrañar porque nada volverá a ser lo mismo. Nada.

“Desde su sonrisa y su berraquera y su buena actitud ante lo bueno y lo malo de la vida... hasta sus regaños.

“Todo me hará falta.

(Imágenes de Martha Sepúlveda difundidas por BBC News Mundo)

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