miércoles, 6 de diciembre de 2017

No son cuentos… ¡son realidad!

Lita Velasco entra con
objetiva ternura en la vida
de singulares personajes

Desde un comienzo, Lita Velasco Asenjo, autora de un libro de cuentos que no lo son, advierte que “el periodismo es una puerta abierta que nos permite ingresar por mundos singulares” y lo hace con singular ternura, al describir a diez personajes en otros tantos relatos que forman parte de su libro “Deshojando vidas”.

Lectura conmovedora
Me niego a considerarlos cuentos, aunque ella afirme que lo son, en la generosa dedicatoria con que abrió el libro que me obsequió.

Y bueno, se trata de diez historias tan cortas que un novelista hubiera querido estirar hasta el infinito, pero Lita, quien las ha vivido y enfrentado, las deja ahí, para que nos quede el sabor ácido o dulce del tema tratado o una paz interior nacida, creo de la forma en que ella las encara y describe.

Lita Velasco, periodista, dice en su presentación de “Deshojando vidas”, que el periodismo le permitió “conocer de cerca el alma de las personas, apreciarlas, detestarlas, admirarlas o tratar de entenderlas”.

Declara que a través de la puerta abierta del periodismo que practicó desfilaron “acontecimientos y personas” y que “solo hay que atraparlos, digerirlos y luego
sacarlos a la luz. Así lo hice con estas historias”.

Por eso, reafirmo, no son cuentos y la misma autora lo confiesa, al señalar que “los personajes que les presento, mayormente con nombres prestados, están vinculados directa o indirectamente a mi vida... son sus vidas... nuestras vidas”.

Lita Velasco
Lita no se esfuerza por titular sus historias. Las deja simplemente con el nombre del protagonista, sea ser humano o gallo.

Así, “Agustín” es el protagonista de una tarde de toros al estilo de pueblo andino que concluye como tenía que ocurrir en la mayor parte de esas fiestas: “Esa tarde del Apóstol Santiago se tiñó de rojo, esa tarde como otras tantas, un cholo más había muerto”.

Como sucedía -y debe suceder hasta ahora- “Pablucho”, un niño campesino es entregado, con la ayuda del señor cura, al rico del pueblo, en pago de una deuda contraída por sus padres. Lita Velasco le da un lugar a la tristeza inapelable.

“Benjamín”, al parecer familiar de Lita vive un episodio de fantasmas, y la autora confiesa que al final “las ganas de seguir comiendo blanquillos esa tarde se me habían ido. Comenzaba a ver fantasmas entre los árboles…”.


Que no sea "Pablucho"

“Baltazar”, que debía formar un trío con “Melchor” y “Gaspar”, es un gallo nacido por equivocación en un galpón de gallos de pelea, pero conserva hasta el final su gallardía y su señorío de ave de paz insobornable.

Los amigos de “Jorge” Vicuña, eran un grupo singular, amantes de la naturaleza. Por algo se llamaban “José Puma, Leo Vaca, Carlos Cordero, Martín Gallo y Daniel Águila” y juntos corren una aventura de pesca muy especial en el río Monzón.

Primavera otoñal
Los relatos “Lucecita”, “Pedrito” y “Esther”, nos llevan a codearnos con singulares personajes de asilos de ancianos, adonde Lita concurrió, según todas las evidencias, en misión periodística y se encontró con amistades que impactaron en su vida.

“Deshojando vidas” concluye con “Abel”, un enfermo mental inofensivo que arrastra un paquete de periódicos como si fuera su perrito, y “Alonso”, un argentino que sostiene una relación de amistad que no llega a ser amor -¿o sí- con alguien que vive en el Perú, mientras él se pierde en Mozambique.

Más allá de los muros cotidianos
Lita Velasco ha sabido darle a historias y personajes que uno puede ver todos los días, el toque mágico de su sensibilidad y capacidad descriptiva, y ha sabido elevar el dolor, la tragedia, el amor, la amistad y sencillas relaciones familiares a dimensiones que conmueven, encolerizan, entristecen y alegran.

Todo lo cual impulsa al lector de sus páginas, a pedirle más de esas historias humanas que nos llevan a comprender el otro lado de la vida, más allá de los muros cotidianos que vivimos. (Luis Eduardo Podestá).

(Imágenes de “Deshojando vías”, GeopolíticaPerú, Scouts del Perú, KoomKin y archivo del autor)

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