martes, 29 de diciembre de 2015

El takanakuy invade Lima y Arequipa

Volver a ser amigos a puñetazos
y arreglar problemas familiares y
vecinales sin recurrir a los jueces

El takanakuy es como su traducción lo indica, golpe (taka) y dañar (nakuy) para dar o recibir una lección en una pelea pactada previamente y resolver problemas de la comunidad o familiares con el fin de que el nuevo año encuentre a los protagonistas libres de la carga de una rencilla.

En este campo del honor se quedan las rencillas 
Esto es por lo menos lo que dicen los sociólogos acerca de este deporte violento que nacido en las poblaciones de la cordillera, ha invadido ciudades como Lima, en cuyo distrito de San Juan de Lurigancho o Arequipa, donde se ha escogido el distrito de Cerro Colorado para la práctica de esta costumbre ancestral.

Hay que tener en cuenta que no solo los hombres tienen cuentas pendientes entre sí, sino también las mujeres quienes, para resolverlas, recurren al takanakuy anual delante de familiares y un público que quiere ver una buena pelea.

Cuando el rival cae se acaba la pelea
Los encuentros pactados en el curso del año que finaliza tienen su rasgo de nobleza que es vigilado por un juez que vigila el respeto a la tradición que ordena terminar la pelea en cuanto uno de los rivales cae al suelo.

Luego ambos se dan la mano o se estrechan en un abrazo y la amistad entre ambos se reanuda.

Una información del diario Correo de Arequipa refiere que el takanakuy “se repite cada 25 de diciembre y busca poner fin a las rencillas entre personas para comenzar el año libre de cargas” y que la pelea puede ser espontánea o previamente pactada.

No es una danza sino una pelea a puño limpio
Añade que “durante esta festividad, suena la rítmica y aguda waylia, música típica de la provincia de Chumbivilcas, Cusco, donde se canta al amor y a la violencia”.

Describe las reglas que rigen el takanakuy: “si uno cae al suelo termina la pelea. Los participantes no deben portar joyas como sortijas o cadenas, menos zapatos con punta de acero. Los competidores deben tener la misma contextura y no se vale atacar al rival cuando el otro esté en el piso”.

Los jueces son los únicos facultados para “intervenir en media pelea”. Están armados de “una correa con la que ponen el orden” y “al final del duelo, los ocasionales luchadores deben abrazarse y dar por terminada alguna desavenencia en el pasado”, indica el diario.

El público es también juez
El sociólogo alemán Norbert Elias (1897-1990), citado por el portal Takanakuy, el ritual del control de laviolencia, decía que es “un deporte incipiente…” que “no evidencia la sofisticación de reglas del deporte moderno, que limita la violencia a su mínima expresión, pero hay límites: los árbitros, el público, los parientes del adversario que pueden castigar con violencia indiscriminada al que burla las reglas”.

En Lima, el takanakuy se practica desde hace varios años, también el 25 de diciembre, en el distrito de San Juan de Lurigancho, el más poblado de Lima, donde hay una gran proporción de migrantes de localidades del Cusco.

(Imágenes del diario Correo y portal Takanakuy)

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