domingo, 16 de julio de 2017

Vargas Llosa: No al indulto a Fujimori

“No ha manifestado jamás
arrepentimiento y tampoco
ha devuelto un solo centavo”

El encarcelado Alberto Fujimori, dictador de los años 90, “no ha manifestado jamás arrepentimiento alguno por los asesinatos, secuestros y torturas que ordenó y que se perpetraron durante su dictadura, y tampoco ha devuelto un solo centavo de los varios miles de millones de dólares que sacó al extranjero de manera delictuosa durante su Gobierno”.

Contra la corrupción fujimorista
La cita proviene del último artículo del escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, publicado hoy domingo en el diario El País, de España, y en varios rotativos del mundo, en torno a una presunta posibilidad de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski se incline por indultar al exdictador que purga una sentencia de 25 años de cárcel por delitos contra los derechos humanos y corrupción en un penal policial de Lima.

Vargas Llosa señala que el Perú solo ha recuperado 150 millones de dólares que “devolvió Suiza, de una cuenta corriente que había abierto Vladimiro Montesinos, el cómplice principal de Fujimori”.

Conversación y especulaciones

El escritor señala previamente que “las conversaciones privadas no deben convertirse en públicas y, por desgracia, la que tuve con el presidente del Perú Pedro Pablo Kuczynski durante su reciente visita a España, ha sido objeto de rumores y especulaciones que no siempre corresponden a la verdad”.

“Por eso autoricé a mi hijo Álvaro para que, en una entrevista en El Comercio, reprodujera lo que le dije al mandatario respecto a la posibilidad de que indultara a Fujimori”, indica seguidamente.

No prometió indultar
“Nunca me indicó (Kuczynski) que tuviera la menor intención de hacerlo; solo que, como le llegaban numerosas cartas y documentos pidiendo el indulto por razones de salud, había entregado todo ese material a tres médicos a fin de que le informaran sobre el estado del reo”.

Vargas Llosa subraya a continuación que “mi impresión personal es que Kuczynski es un demócrata cabal y una persona demasiado decente para cometer un desafuero tan insensato como sería el sacar de la cárcel y devolver a la vida política a un exmandatario que, habiendo sido elegido en unas elecciones democráticas, dio un golpe de Estado instalando una de las dictaduras más corruptas de la historia del Perú”.

Echar por tierra una sentencia

Escribe que eso sería echar “por tierra la sentencia de un tribunal civil que en un juicio abierto, con observadores internacionales y de manera impecable, condenó al exdictador por sus crímenes a pasar un cuarto de siglo entre rejas”.

Afirma contundente que un indulto al exdictador “no solo sería una ilegalidad; también, una traición a los electores que lo llevamos al poder y a las familias de las víctimas de los asesinatos y desapariciones, a quienes prometió firmemente que no liberaría al exdictador”.

El culpable gritó ¡soy inocente!
“No nos engañemos”, invoca. “La extraordinaria movilización entre la primera y la segunda vuelta que permitió el triunfo de Pedro Pablo Kuczynski se debió en gran parte al temor de una mayoría del pueblo peruano de que el fujimorismo volviera al poder con Keiko, la hija del condenado”.

“El voto de la izquierda, decisiva para esa victoria, jamás se hubiera volcado masivamente a darle el triunfo si hubiera imaginado que iba a devolver a la vida pública peruana a uno de los peores dictadores de nuestra historia”, declara.

Proclama a continuación que quienes piensan que con el indulto, se ablandaría a la oposición fujimorista en el Congreso, “se equivocan garrafalmente”.

No se aplaca al tigre dándole corderos

“No se aplaca a un tigre echándole corderos; por el contrario, se reconoce su poder y se lo estimula a que prosiga su labor depredadora. Fue una equivocación no haber enfrentado con más firmeza desde un principio la irresponsable oposición del fujimorismo en el Congreso”, dijo.

Congresistas con indigencia intelectual
“Pero, al menos, ha servido para mostrar a la opinión pública la indigencia intelectual y la catadura moral de quienes, desde las curules parlamentarias, están dispuestos a impedir la gobernabilidad del país, aunque sea hundiéndolo, para que fracase el Gobierno al que detestan por haberlos derrotado en aquella segunda vuelta que ya festejaban como suya”, agrega.

El Nobel reflexiona luego que “la dictadura es siempre el mal absoluto, el régimen que destruye no solo la economía, sino también la vida política, cultural y las instituciones de un país”.

La democracia permite sancionar a los pillos

Toca el caso de corrupción denominado Odebrechet a causa de cuyas “revelaciones y denuncias de Odebrecht, la gestión de algunos de los expresidentes de la democracia, como Toledo, primero, y ahora Humala, se ha visto empañada con acusaciones de malos manejos, corrupción y tráficos ilícitos”.

La democracia permite juzgarlos
Recalca: “En buena hora: que todo aquello se ventile hasta las últimas consecuencias y, si ha habido efectivamente delito, que los delincuentes vayan a la cárcel. Esas cosas las permite la democracia, un sistema que no libra a los países de pillos, pero permite que sus pillerías sean denunciadas y castigadas”.

Vargas Llosa recuerda también que “Fujimori, que llegó al poder, arrasó con todas las libertades y con ese sistema democrático que le había permitido alcanzar la más alta magistratura”

Concluye: “No es por ese crimen mayúsculo por el que está en la cárcel, sino porque, además de haber acabado con nuestra precaria democracia, se dedicó a robar de la manera más descarada, y a asesinar, torturar y secuestrar con más alevosía que los peores dictadores que ha padecido el Perú. No puede ni debe ser indultado”.

(Imágenes de Internet y archivo)

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