jueves, 20 de julio de 2017

El pedófilo que está camino a los altares

Fue consagrado “venerable” por
el Papa Francisco y solo se
espera que haga un milagro

Alguna vez, el obispo de Verona escribió con humildad engañadora: "Ofrezco mi pobre vida con todo lo que Dios me reserva para que yo sufra, actúe, sirva y ore, particularmente por la santificación de los sacerdotes, para que no vayan por el mal camino, no se desalienten, no se pierdan, no traicionen los santos vínculos que los unen a Cristo, a la Iglesia y al pueblo cristiano".

Sonriente aspirante a santo

Era el mismo monseñor Giuseppe Carraro, obispo de Verona entre 1959 y 1978, querido y respetado por todos, quien fue denunciado públicamente por al menos tres exalumnos del Instituto Próvolo de Verona por haber sufrido en su infancia “vejaciones por parte de monseñor Carraro”.

Y es el mismo que está camino a los altares merced a disposiciones del Papa Francisco, que comenzó su reinado con una promesa de renovación de la iglesia.

Según el abogado asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, Carlos Lombardi, el papa Francisco “inició en el 2015 el proceso de beatificación del obispo de Verona, quien abusó sexualmente de un alumno del Instituto Antonio Provolo de aquella ciudad”.

El portal Infobae recoge los testimonios de víctimas de lo que ocurría en el instituto para sordos y sordomudos, bajo la dirección de Giuseppe Carraro, nacido en Mira el 26 de junio de 1899 y muerto en Verona, el 30 de diciembre de 1980, de quien se espera un milagro para ser convertido en santo de la Iglesia Católica.

Víctima, Gianni Bisoli, cuenta su drama
Gianni Bisoli, ahora sexagenario, contó con toda crudeza que a los nueve años ingresó al Instituto Próvolo.

"Mi nombre es Gianni Bisoli, nací en Sirmione el 15 de septiembre de 1948. Soy sordo desde mis ocho años. Empecé a ir al Instituto Antonio Próvolo en Verona a los nueve”.

“Tres meses después de mi llegada comencé a ser sodomizado, obligado a tener sexo oral y a masturbar a dieciséis sacerdotes y hermanos religiosos de la escuela", denunció.

Testimonio crudo y frontal

“Crudo y frontal, el de Gianni fue solo uno de los 67 dramáticos testimonios de exinternos de la institución religiosa italiana”, dijo el portal Infobae.

Otros dos exinternos del instituto, Alessandro Ventini y Pierpaolo Zanatta, también unieron sus denuncias a las Bisoli, y afirmaron que “la violencia duró desde fines de los 50 hasta 1984…”.  

Gianni Bisoli tenía 68 años cuando hizo su denuncia en 2016 y “mantiene sin titubear su denuncia contra los 16 sacerdotes, incluido el obispo de Verona”.

"Los encuentros comenzaron poco antes de la Navidad del 59. Un hermano me acompañaba a la casa de Giuseppe Carraro, íbamos en auto o a pie. Tuve cinco encuentros entre los 11 y 14 años, siempre por la tarde, excepto uno que fue el día que me dieron el diploma de octavo grado”, contó.

Alessandro Ventini, también refirió la infamia
“Me llevaron un rato antes del examen, que no pude hacer, pero el obispo llamó por teléfono al Próvolo e igual me entregaron el diploma. En su casa me tocaba, me hacía subir a caballito sobre sus piernas (…)”, afirmó luego.

“En el Instituto han falsificado mi diploma, para hacer ver que me había recibido un año antes y así invalidar mi denuncia", sostuvo frente a la sentencia final del tribunal.

Obispo pedófilo fue exonerado

A todo esto, el obispo de Verona “fue exonerado por la Iglesia y el Papa Francisco impulsó el proceso de su canonización”, dijo la información.

El 16 de julio de 2015, monseñor Carraro fue elevado a la categoría de “Siervo de Dios” por el papa Francisco y más tarde “Venerable”, con lo cual avanza el proceso de beatificación y canonización.

Pierpaolo Zanatta hizo pública su denuncia
Infobae indica que “para que sea beatificado se necesita el reconocimiento de un milagro obtenido por su intercesión. El cuerpo del Venerable Giuseppe Carraro descansa en la cripta de la catedral de Verona, a la espera del milagro que lo llevará a ser santo”.

El portal refiere que “en 2009, cuando el escándalo del instituto de Verona sorprendía a los italianos, por una investigación publicada por L'Espresso, el obispo de la ciudad Giuseppe Zenti hizo oír su voz”.

“Luego de una declaración inicial, en donde habló de ‘un profundo sufrimiento’ y la importancia del ‘establecimiento de la verdad’, planteó con tono furibundo: "¡Es un engaño, un cúmulo de mentiras!".

“Las acusaciones contra los sacerdotes eran coincidentes: violencia sexual, masturbación, juegos eróticos, golpes con bastones… en las habitaciones, en las aulas, en el baño, en el altar”, prosiguió el informe.

Consigna seguidamente las declaraciones de otras víctimas.

Francisco lo declaró "venerable"
"El sacerdote me obligaba con castigos, poniéndome de rodillas durante horas, y con bofetadas y golpes, a tener relaciones con él", describió Charles su calvario.

"El cura me despertaba por las noches y me llevaba al baño a sodomizarme y masturbarme", confesó Ermanno.

"Cuando tenía 11 años los curas abusaban de mí", dijo Bruno –"el bello de ojos azules y cabello rizado", como lo llamaban en el Próvolo– y dio una larga lista de sacerdotes que lo sometieron a terribles vejaciones.

El obispo Zenti desestimó muchas de estas denuncias y habló de "lavado de cerebro" y "chantaje", y señaló al portavoz de las víctimas, Giorgio dalla Bernardina, como el responsable de esta maniobra. "Sospecho que él fue quien firmó las declaraciones", dijo, de acuerdo con la versión de Infobae.

(Imágenes de Infobae y diario Clarín)

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