martes, 25 de mayo de 2010

Se alista para cita minera

Arequipa da la pelea para
ser sede de la 30º PerúMín




Todo no está perdido aún. El presidente de la Cámara de Comercio de Industria de Arequipa, Julio Morriberón Rosas, dijo que aún la Blanca Ciudad está peleando su posibilidad de ser la sede de la 30º Convención de Minas, también llamada PerúMin.

La afirmación que Morriberón contradice una anterior versión según la cual, los mineros se estaban desquitando de la forma en que durante la anterior convención les quisieron sacar el cuero con los precios súbitamente inflados por aerolíneas, restaurantes y hasta taxistas que hicieron su agosto y cobraban en dólares las carreras que costaban soles.

Morriberón fue claro al afirmar que no existía entre los mineros ningún resentimiento y que no era cierta la versión de que Óscar Gonzales Rocha, presidente del comité organizados de la cita y alto funcionario de la Southern Perú, estaba buscando nueva sede por lares norteños.


Una ciudad hospitalaria


La verdad es que según las declaraciones de Morriberón, quien conversó con los organizadores de la convención, aún no hay nada decidido, y por lo tanto Arequipa continúa en la carrera para conseguir la sede de la importante y tradicional cita minera.

Lo que sí hay que recalcar es que si los mineros vuelven –lo que es seguro ya que Arequipa es la única ciudad que puede ofrecer una infraestructura hotelera y de servicios para unas 7,000 personas que acudirán– no los traten como gringos con la bolsa llena.

Sin embargo, el alto funcionario de la Cámara dijo que se hará llegar al Instituto de Ingenieros un análisis de la capacidad logística de la ciudad, como alojamiento y servicios.


Los mineros han pedido mejoras en la infraestructura habitual, es decir, más espacio para sus reuniones y mejores servicios a precios justos, algo que la Cámara de Comercio de Industria tiene el firme propósito de hacer cumplir con un compromiso a que llegará con todos sus asociados.

Hay que mantener la forma, señores comerciantes, hoteleros y transportistas y no matar la gallina de los huevos de oro. Si se suma al proverbial buen trato de la hospitalidad mistiana, un servicio con precios que no se suban a las nubes, en el futuro habrá decenas de convenciones más y buen negocio para todos.

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