domingo, 10 de octubre de 2010

¿Qué hizo usted a las diez y diez?

Esta mañana dieron las diez
y diez minutos del día diez del
mes diez en el año 2010


Hace unas horas se produjo el paso de una hora singular, curiosa, o por lo menos, la vimos así junto a quienes me lo hicieron notar. Fueron las diez horas y diez minutos del día diez del mes número diez del año 2010, el número diez de este siglo.

Y dentro de unas horas también se producirá la misma hora, pero ya en la noche, lo que no deja de ser una curiosidad astronómica por lo menos –se me ocurre–, porque me imagino que es la única hora de toda la historia a la que asistiremos en nuestro tiempo, salvo lleguemos a vivir en la misma hora del próximo siglo cuando se producirá también el mismo fenómeno, que quizá sea una curiosidad del tiempo.

Como no soy aficionado a las especulaciones ni a las interpretaciones esotéricas, lo dejo ahí y espero que alguien con mayor y mejor sabiduría en estos asuntos pueda hacer mayores explicaciones sobre el fenómeno del tiempo, que va del pasado al presente y al futuro.

Pero he aquí que revisando Google en busca de mayor información, encuentro relojes que por una norma publicitaria marcan las diez y diez.


Leo: “Existe una tradicional regla publicitaria no escrita, según la cual todos los relojes deben señalar las 10:10 cuando son fotografiados para figurar en un anuncio. Pero no es tal hora fruto del capricho, sino de un minucioso análisis estético de la imagen y de su impacto psicológico”.

SI usted me permite le comunico lo que sigue: “Para empezar, no resultan estéticas las horas en las que se superponen las agujas, pues da la impresión de que el reloj tan solo tiene una”.

El texto indica luego que las demás horas no son convenientes para la publicidad. “Por ello se eliminan las 12:00, las 13:05, las 14:10, las 15:15 y las demás en que se cumpla esa regla. Por el mismo motivo se rechazan aquellas en las que las agujas estén muy próximas, pues ofrece una sensación de amontonamiento sin sentido al quedar libre el resto de la esfera. Parece que unos diez minutos (60 grados de arco) podría considerarse una distancia de separación mínima”.

Y bueno, lo demás es una clase publicitaria.

Pero lo que quería contarle únicamente era que pasamos por las diez y diez del día diez del mes número diez del año diez de este siglo y ni nos dimos cuenta, ni recordaremos o quizá ya nos olvidamos de lo que estuvimos haciendo a esta hora singular de este siglo.


Luis Eduardo Podestá

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